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Reportaje:ARTE

TRA, una sílaba multiplicadora

El Palazzo Fortuny fue un milagroso centro de intercambio cultural en el que convivieron la escenografía, la iluminación, la moda, la pintura, el teatro y la fotografía; un laboratorio de experimentación capitaneado por Mariano Fortuny y Madrazo (Granada, 1871- Venecia, 1949) y su profusa creatividad. Después de años de costosa y laboriosa restauración ha vuelto a abrir sus puertas con una exposición, TRA, The Edge of Becoming, la auténtica estrella de la Bienal de Venecia. Frente a lo previsible de los más de ochenta pabellones oficiales o las fallidas Iluminaciones de El Arsenale, la programación paralela, compuesta por 38 muestras fuera del circuito, ofrece en esta edición bastantes sorpresas. TRA se torna como la cita indiscutible. Obras de Anish Kapoor, Kounellis, Luisa Lambri o Maaria Wirkkala, Barceló, Tàpies, Soo Ja Kim, Giacometti, Gerhard Richter, Bernardí Roig y Marina Abramovic se funden con piezas arqueológicas en lo que fue el palacio-vivienda de Fortuny y por primera vez se muestra lo que fue su taller. Todo el conjunto conforma un ambiente de refinamiento y experimentación que se extiende por las cuatro plantas del edificio.

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La española Rosa Martínez, comisaria de la exposición junto a Daniela Ferretti (directora del Fortuny), Francesco Poli (filósofo) y Axel Vervoordt (presidente de la Fundación Vervoordt), explica el significado de TRA. "Elegimos la sílaba TRA por su sonoridad clara y concisa, y por sus múltiples resonancias como prefijo o sufijo de palabras significativas en nuestro contexto de búsqueda. Como prefijo, TRA alude a las acciones que van más allá de algo. Se habla de las TRAvesías como viajes, de la necesidad de TRAnsformar una situación, del TRAspaso místico, pero también de las TRAnsacciones económicas como formas de generar nuevas situaciones. Como sufijo TRA es común a muchas palabras sánscritas: manTRA, tanTRA, yanTRA. Un mantra es un instrumento de pensamiento cuyo sonido transforma la mente. Tantra es al antiguo sistema de conocimiento que conecta la energía sexual y la cósmica. Yantras son los signos y dibujos que actúan como puertas para la curación energética. TRA alude también al concepto de umbral, a la idea de cruce, al paso de una condición a otra, a la transformación creativa. TRA, además, contiene la palabra ART si se lee al revés", afirma la comisaria, que fue codirectora de la Bienal de Venecia en 2005.

El subtítulo de esta muestra, The Edge of Becoming (el borde del devenir), alude a ese espacio donde el caos o el vacío se viven como condiciones de posibilidad. Con la idea de transformación en el horizonte, la exposición muestra una clara interconexión entre la sabiduría de Oriente y Occidente.

Pocas son las obras acompañadas de cartelas. Y cuando las hay, la peculiar iluminación dificulta la identificación de las piezas. La sensación prima sobre la descripción. La planta baja arranca con una pintura de Michael Borremans en la que sus manos -una pintada de rojo y una de verde- van a posarse con suavidad sobre una superficie, en un gesto universal que indica el deseo de transformar, de plasmar, de curar. Muy cerca, una escultura de Giacometti rodea con sus manos un objeto invisible, en un gesto que es a la vez homenaje y conciencia del valor del vacío. Todas las obras parecen conectadas para mantener un diálogo permanente. Así ocurre con la nube de piedras de Giovanni Anselmo o el ensamblaje de Tàpies titulado Darrera Dimensió. Los monjes budistas de la dinastía Dvaravati, los cantos a los muertos de la artista tailandesa Araya Rasdjarmrearnsook o las fotografías de Cristina García Rodero sobre rituales populares en Muxía son algunas de las obras más llamativas del arranque de la muestra.

La planta noble permite contemplar por vez primera lo que fue el taller de Mariano Fortuny. Las paredes, decoradas con guirnaldas, faunos, personajes mitológicos y animales, rodean algunas de sus maquetas más espectaculares, como la realizada para El árbol de la Vida de Ana Mendieta. Las máscaras africanas del fotógrafo y antropólogo Domi Mora o el hombre cargado de libros que desciende desde una esquina del techo son puntos clave de este inquietante recorrido que prosigue hacia una tercera planta en la que el peso de la arquitectura gótica del edificio es determinante y se ensambla con obras de Anish Kapoor, Kounellis, Luisa Lambri o Maaria Wirkkala. Un manojo de grabados de Eduardo Chillida reposa sobre una mesa de trabajo que debió ser la de Fortuny. Hugo Pratt y su Corto Maltés parecen contemplarlos desde una pared próxima.

El deslumbramiento total llega en el laberinto de la cuarta planta. Los antiguos ventanales están abiertos al Gran Canal. El tránsito de góndolas frente a los embarcaderos de los palazzi y la espuma del agua conforman una nota activa de la exposición. Las vedutas forman parte del discurso del arte conceptual. Este microespacio ha sido diseñado por el arquitecto japonés Tatsuro Miki. Desde una banca de madera se invita al visitante a vislumbrar en silencio toda esa conjunción de propuestas artísticas que hay en TRA. Aquí adquieren todo su sentido los bottari de la artista Soo Ja Kim, los pequeños hatillos formados por brillantes colchas de boda coreanas. Dentro de los bottari hay ropa traída de Japón, en homenaje y memoria de la tragedia nuclear sufrida recientemente por este país. Es una prueba de cómo conviven la belleza y el dolor, y cómo puede haber hilos visibles o invisibles que permiten dar sentido al universo.

La comisaria española señala al propio Mariano Fortuny como el artífice de esta alquimia, que alimentó con una enorme pasión por la sabiduría oriental y con un claro interés por el comercio como fuente de dinamización y de intercambio cultural. "En este contexto las obras conviven en un clima de confianza mutua, expanden su potencial cognitivo y estético por el espacio que las acoge. TRA desvela correspondencias secretas e impulsa el poder de reverberación entre signos y contextos", dice Rosa Martínez. "TRA, tal como pretendíamos, propone hipótesis morfológicas que revelan la iconología de los intervalos, los significados de los espacios intermedios. Explorar el poder de las migraciones simbólicas, disolver fronteras y despertar nuevas interpretaciones ha sido la intención que nos ha guiado como curadores a lo largo de todo el proceso de concepción, selección e instalación de las obras".

54ª Bienal de Venecia. Hasta el 27 de noviembre. www.labiennale.org. Más información sobre TRA en su página web, http://www.tra-expo.com.

Vista de la primera planta del Palazzo Fortuny, en Venecia, donde se exponen, entre otras, obras de Janis Kounellis <i>(Sin título</i>), Anthony Gormley <i>(Feeling Material XII,</i> 2004), Jesús Rafael Soto <i>(Contraste,</i> 1989) y Marisa Merz <i>(Sin título,</i> 1980).
Vista de la primera planta del Palazzo Fortuny, en Venecia, donde se exponen, entre otras, obras de Janis Kounellis (Sin título), Anthony Gormley (Feeling Material XII, 2004), Jesús Rafael Soto (Contraste, 1989) y Marisa Merz (Sin título, 1980).

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