Tordesillas festeja la muerte a lanzadas de un toro
Casi una hora tardó el toro Enrejado en morir. Su huida primera por las calles de Tordesillas (Valladolid) acabó, como cada año, en campo abierto, donde cientos de lanzas esperaban para rematar el sangriento festejo. Medievales corredores, a pie y a caballo, acosaron al infortunado Toro de la Vega, lo acorralaron y le dieron muerte de varias lanzadas sin permitir que informadores y fotógrafos registraran la agonía última del animal. El polémico y tradicional festejo está declarado de interés turístico.
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