Urbanismo para náufragos

EL URBANISMO no tiene buena reputación. Se confunde con la especulación y se le relaciona con la corrupción. Sin embargo, posee la capacidad de transformar las ciudades. Los arquitectos Manuel Saravia Madrigal y Pablo Gigosos Pérez proponen en este libro un urbanismo de los derechos humanos capaz de considerar a quien tiene que jugarse la vida atravesando una carretera tanto como al icono de una urbe. Ni complaciente con nadie ni beligerante contra todos, el ensayo es el resultado de un taller que organizó la Fundación César Manrique de Lanzarote en mayo de 2007. Y está tan magníficamente escrito y estructurado que se devora sin desperdicio. Sus autores han compilado y ordenado muchas de las ideas que se desarrollaron en el taller con un resultado apasionante y demoledor. Así, su lectura ofrece la oportunidad de ver, desde muchas otras perspectivas, la pluralidad de problemas que plantea una ciudad: casi todos asuntos en los que ni arquitectos ni ciudadanos solemos reparar suficientemente. Así, el libro conjuga datos -"en París, todavía el 11% de las viviendas no tienen baño". "En El Cairo, 1,5 millones de personas habitan en las azoteas en lo que se conoce como 'la segunda ciudad"- con observaciones: "La mitad de los presos del mundo están encarcelados en Estados Unidos, China y Rusia. Llama la atención el incremento de la población carcelaria en Estados Unidos, donde, desde 1980, se extiende la privatización de las cárceles". Hay opiniones ajenas -"los grandes propietarios del suelo son, en palabras de Joaquín Leguina, 'una formidable máquina para alterar el precio de las cosas"- y opiniones propias -"la política urbanista mejora el paisaje de los ricos y hace funcional el de los pobres"-; propuestas: "En materia escolar un asunto define a los padres: los que valoran la mezcla y los que buscan la selección. Antes de saber hacer una ecuación, ¿deberíamos saber dónde vivimos?", y críticas, como cuando apuntan que el Plan Estratégico del País Vasco habla de edificios escolares que "reflejen ante el alumnado el interés por el ahorro energético" y los autores proponen sensibilizar también al alumnado sobre el hecho de que vivimos en un solo mundo. Con todo ese material, el libro ilustra la responsabilidad del urbanismo, su influencia en la vida de la gente y la posibilidad de realizarlo con más amabilidad que tiralíneas, recordando los "placeres sencillos" de Mumford como tumbarse en un parque. Además propone, como sucede con los abogados, la figura del arquitecto de oficio: un asesor para quien no puede pagar uno, no como salida profesional sino como obligación ética. Y también arremete contra la profesión: Gigosos y Saravia recuerdan la conveniencia de no dar carta blanca al diseñador, reclaman menos autosuficiencia, una metodología de trabajo menos ensimismada y un esfuerzo colectivo para tratar de entender (nos).
Urbanismo para náufragos
Pablo Gigosos Pérez
y Manuel Saravia Madrigal
Fundación César Manrique. Lanzarote, 2011
555 páginas. 17,68 euros
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La tragedia del Tren Interoceánico, en imágenes
El Tren Interoceánico arranca 2026 sin seguro de pasajeros
“Yo creo en Dios”: así es la letra al completo de la nueva canción de La Oreja de Van Gogh estrenada en la Nochevieja de La 1
Una jueza bloquea la eliminación del TPS de miles de ciudadanos de Honduras, Nicaragua y Nepal
Lo más visto
- Jubilarse a los 66 años y 8 meses llega a su fin: la nueva edad de retiro de 2026
- Un petrolero perseguido por Estados Unidos en el Caribe pintó una bandera rusa en un intento de escape
- La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
- Crece el “analfabetismo religioso”: dos de cada diez catalanes no saben qué se celebra en Navidad
- Guerra de precios de las balizas V16 en vísperas de su obligatoriedad




























































