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Entrevista:MARIANO RAJOY | Presidente del Partido Popular

"Este Gobierno lleva cuatro meses y da la sensación de que está agotado"

"Hemos llegado a un acuerdo antiterrorista, y haré todo lo que esté en mi mano para que en septiembre estén renovados todos los órganos judiciales"

"¡Ahí llega Mariano!", anuncia una de las personas que han abierto el piso que acoge la sede provincial del PP en Pontevedra. Rajoy llega solo, relajado, con ropa informal, apurando sus últimos dos días de vacaciones. Se queja de una ligera llovizna. "¡Con el buen tiempo que ha hecho todo el mes!", bromea. Frente a la sede popular, el Palacio de Justicia de Pontevedra, un edificio robusto y elegante. "Ahí viví de pequeño", explica, y señala las ventanas del último piso. Su padre fue presidente de la Audiencia Provincial. "Y entonces los jueces tenían piso en la sede", aclara. En Pontevedra, Rajoy es "¡Mariano!". Con admiraciones. Camino de la plaza de la Herrería, por las calles peatonales de la iglesia de la Peregrina, donde posa para las fotos, Rajoy no da dos pasos sin oír un "¡Mariano!". Amigos, vecinos, simpatizantes, admiradores... "¡Mariano!".

"Mi padre me decía de pequeñito que en la vida hay que ser independiente. Siempre he aspirado a eso"
"Mi obligación como líder de la oposición es llevarme bien con la Iglesia católica. Soy católico, pero me tengo que llevar bien con todo el mundo, que es lo que pido al Gobierno. No le pido que se haga católico, sino que no cree más problemas de los necesarios"
"El impuesto de sociedades se puede bajar al 20%, subiríamos al 25% la deducción por intereses de créditos hipotecarios y el presupuesto no debería crecer más del 2%"
"El nuevo modelo de financiación autonómica debe hacerse por unanimidad, porque es la garantía de igualdad entre los ciudadanos"
"El mensaje que hay que darle a ETA es que, gobierne quien gobierne, en España no se va a negociar de política nunca"
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Han pasado dos meses del congreso que reafirmó el liderazgo de Rajoy en el PP tras una de las crisis más fratricidas que ha vivido el partido conservador. Nadie dio un duro por él, pero Rajoy sobrevivió. Ahora se siente fuerte. Con el Gobierno abrasado por la crisis económica y sus adversarios en el PP laminados, dice tener ganas de que comience el curso.

El despacho donde atiende la entrevista pertenece al presidente popular pontevedrés, Rafael Louzán. Lo decoran un par de fotos: una de Fraga rejuvenecido bien visible y otra de Aznar, de cuando su bigote era negro, arrinconada tras un montón de libros. Hay que asomarse para verla. Ninguna de Rajoy. Responde armado con gráficos de la crisis y un montón de notas.

Pregunta. ¿Qué nota le pone al Gobierno en estos cuatro meses de nuevo mandato?

Respuesta. Suspenso. Lo más importante que tenía el Gobierno, que es abordar la crisis económica, ha sido un fracaso. ¡Lleva cuatro meses y la sensación que transmite es que es un Gobierno antiguo y agotado! Es verdaderamente sorprendente. Son los mismos, diciendo lo mismo. Es un Gobierno quemado.

P. Arranca el curso con la crisis económica golpeando. No hay día sin algún dato negativo. Es previsible que usted centre su oposición en este asunto. ¿Qué medidas propone?

R. Nuestra prioridad será afrontar la crisis. Hablé con el presidente del Gobierno sobre esto en julio. No ha habido coincidencia ni en el diagnóstico ni en lo que hay que hacer. El presidente cree que es sólo producto de la situación internacional y yo digo que, además, España tiene un problema de competitividad muy grave y un déficit exterior de más del 10% del PIB. El presidente cree que estamos mejor que otros, cosa que tampoco comparto. Los datos de paro y crecimiento son peores en España que en otros países.

P. Las medidas...

R. Vamos a llevar una propuesta al Congreso para bajar el impuesto de sociedades a pequeñas y medianas empresas, para aumentar las deducciones del IRPF a quienes pagan intereses de créditos hipotecarios. Queremos que estas medidas se debatan en septiembre. Le vamos a decir al presidente que no nos parece bien que el gasto público crezca otra vez por encima del crecimiento nominal de la economía.

P. ¿Podría precisar esa propuesta de rebaja fiscal?

R. El impuesto de sociedades se puede bajar al 20% [ahora está en el 25%]. La economía española necesita confianza y hacer una apuesta por la pequeña y mediana empresa, que emplea a más del 80% de los trabajadores en España. Sería un movimiento en la dirección correcta. Desgraciadamente, hemos dilapidado 6.000 millones de euros con la rebaja fiscal de los 400 euros. La otra medida prioritaria serían las deducciones por intereses de créditos hipotecarios. Aumentaríamos el tipo del 15% al 25% y la base sobre la que se aplique. Hay más de ocho millones de hipotecas en España, son ocho millones de familias que sufren una situación de crisis, y pretendemos además lanzar un buen mensaje al sector de la construcción.

P. ¿Cómo reduciría el gasto público?

R. El Gobierno ha aumentado el gasto público los últimos cuatros años el 9%, muy por encima del PIB nominal. Nosotros, en 2000 y 2004, aumentamos el gasto público por debajo del crecimiento de la economía, a pesar de que eran años electorales. Ahora, el Gobierno ha previsto aumentar el gasto público por encima del 4%, aunque dice que el crecimiento nominal de la economía será del 3,5%. El Presupuesto no debería crecer por encima del 2%. El Gobierno debería mantener el gasto social, teniendo en cuenta que le va a subir mucho la partida de desempleo. Y debería mantener la inversión productiva, pero, al igual que se aprietan el cinturón las familias, el Gobierno daría una señal de confianza si hiciera un esfuerzo de austeridad. La única medida que ha tomado fue la de los 400 euros, que fue un anuncio pintoresco, y la del regalo de una bombilla a cada español. Eso no contribuye a generar esperanza y credibilidad.

P. ¿Eliminaría usted el cheque-bebé [ayuda mínima de 2.500 euros por hijo]?

R. Yo no soy el Gobierno. De lo que soy partidario es de que el gasto público no crezca por encima del 2% del Presupuesto. Lo hicimos en 1997 y funcionó. Vinieron diez años muy buenos para la economía. Pero es el Gobierno el que tiene que tomar la decisión. Yo defiendo una apuesta por la inversión productiva y el mantenimiento de las políticas sociales.

P. Hay países europeos que usted pone como ejemplo de buena política económica que, sin embargo, han experimentado en el segundo trimestre cifras negativas. España mantiene, aunque sea muy escaso, un crecimiento positivo. ¿Cómo lo explica?

R. En el primer trimestre, España creció mucho menos que el resto de economías europeas, y ahora sólo hemos crecido un 0,1%. Y en España, desgraciadamente, se sigue destruyendo mucho empleo, algo que no está ocurriendo ni en Francia ni en Alemania ni en la mayoría de países europeos.

P. ¿Cómo frenaría la destrucción de empleo?

R. España necesita hacer reformas porque en cuatro años no se ha hecho nada. No se trata de una genialidad de un día. Desconozco de qué están hablando empresarios y sindicatos, pero no he encontrado nada de sustancia en las propuestas del Gobierno. No veo una apuesta clara en innovación y nuevas tecnologías, no veo nada importante en materia de formación y conciliación de la vida laboral y familiar, no veo que se esté hablando de la posibilidad de trabajos más flexibles. Todos estos asuntos son los que nos van a permitir competir en el futuro en un mundo más abierto y global. Creo que éstas no son las prioridades del Gobierno.

P. ¿Qué reforma laboral defiende? ¿Mayor flexibilidad en la contratación, despidos más baratos?

R. Hubo una reforma en 1997 pactada por sindicatos y empresarios y apoyada por el Gobierno. Soy partidario de mayor flexibilidad en la economía y de mayor seguridad en el empleo.

P. ¿Le preocupan las alianzas que pueda alcanzar el PSOE con partidos nacionalistas a cambio de apoyar los Presupuestos? ¿Estarían ustedes dispuestos a apoyarlos para evitar concesiones a los nacionalistas?

R. Los Presupuestos deben tener como objetivo combatir la crisis económica. Los Presupuestos no deben ser un enjuague para atender los intereses de partidos o de la financiación autonómica. Estoy dispuesto a hablar. Pero veo que la crisis económica se ha convertido en crisis política por la falta de apoyos del Gobierno. Incluso con su propio partido, el PSC, tienen problemas.

P. El PSOE tiene muchos problemas para aprobar la financiación autonómica por las exigencias de Cataluña, pero en el PP también hay diversas sensibilidades a la hora de afrontar el modelo. ¿Cómo piensa resolverlas?

R. Es un problema que se generó hace un par de años. Los políticos deben ser conscientes de que sus decisiones tienen consecuencias. Y el señor Zapatero debería saberlo. Ahora, con Cataluña, está en la situación del bombero pirómano. Él ha propiciado una norma que ha creado un problema y ahora no sabe qué hacer para resolver ese problema. Aunque yo no lo voté e incluso lo recurrí, el Estatuto de Cataluña es una ley. Me gustaría que el presidente explicara en el Congreso qué va a hacer y si cree que las leyes hay que cumplirlas o no. En septiembre volveré a pedir la comparecencia del señor Rodríguez Zapatero. Estamos hablando de la financiación de la sanidad, de la educación, de los grandes servicios públicos.

P. Solbes se ha enfrentado a los partidos catalanes en defensa de un sistema aceptable por todas las comunidades. Estará de acuerdo con él, ¿no?

R. Solbes no ha aportado nada nuevo al debate de la financiación. Debe explicar lo que quiere hacer, porque aún no lo sabe. Creo que el nuevo modelo de financiación autonómica se debe hacer por unanimidad, como se ha hecho siempre, porque es la garantía de igualdad de los ciudadanos en el acceso a las prestaciones públicas. Y eso debe hacerse sin subir los impuestos, y sin dejar al Estado, que tiene que garantizar la cohesión y la solidaridad, en la indigencia económica.

P. Ustedes aprobaron un modelo de financiación en 2001, cuando estaban en el Gobierno, y plantearon un instrumento corrector, que aún no se ha aplicado, para el aumento de población. Pero ahora defienden un nuevo modelo cuando el que aprobaron tenía vocación de definitivo...

R. Todos votamos ese modelo y dijimos que sería indefinido en el tiempo, que era una manera de decir que fijábamos las reglas del juego. Uno de los elementos de ese modelo contemplaba la evolución de la población. Es verdad que ahí hay que actuar porque la población ha aumentado en cinco millones de personas en los últimos tiempos, y es verdad que ha aumentado en algunos lugares más que en otros. Cuando eso ocurre se disparan los gastos en sanidad, educación... Le recuerdo que el modelo anterior lo había aceptado todo el mundo, incluso la Generalitat de Cataluña. Por eso hablo del bombero pirómano. No había ninguna necesidad de crear un problema como el que ha creado Zapatero, que ahora somos incapaces de resolver.

P. Oyéndole, se podría pensar que el Estatuto de Cataluña y la financiación que recoge ha sido una ocurrencia de Zapatero, cuando lo aprobó el Parlamento catalán por amplísima mayoría y luego fue refrendado, con reformas, por el Parlamento español.

R. Yo no he dicho que sea una ocurrencia de Zapatero. He dicho que hace dos años planteé mi posición sobre la bilateralidad, que parece coincidir con las últimas declaraciones de Solbes... Lo que digo es que un gobernante debe medir bien las consecuencias de sus actos, y ahora no se puede desentender de su responsabilidad. Zapatero ha creado un problema, no yo. Estoy dispuesto a pactar la financiación autonómica con los límites que pongo: la unanimidad, no aumentar los impuestos y no dejar desprotegido al Estado.

P. Su partido también está dividido en este debate. Hay gobiernos autónomos del PP que simpatizan con el modelo de financiación catalán, como Madrid o la Comunidad Valenciana, y otros que lo rechazan abiertamente, como Castilla y León.

R. Estamos de acuerdo en lo esencial. Lo que ocurre es que si se pretende dar vueltas a todo el modelo es evidente que a unos, para el reparto del dinero, les gusta más el criterio de la población, y a otros, el del envejecimiento, la dispersión o la insularidad. En mi partido, en este asunto, los problemas son menores. Nosotros no propusimos el cambio, es el Gobierno quien dijo que había que cambiar el modelo de financiación, y lo que tiene que hacer es decir cómo quiere cambiarlo.

P. Solbes lo ha hecho varias veces.

R. El Gobierno está metido, no diré en un sudoku, sino en un callejón con muy difícil salida. Solbes no tiene ninguna autoridad moral para criticar ahora el modelo de financiación catalana porque no asume las consecuencias de sus decisiones. Y eso no lo puede hacer un dirigente político. No puede gobernar pensando en el corto plazo, porque al final nos acaba metiendo en problemas a todos. Yo estoy dispuesto a colaborar en este asunto, pero agradecería que el Gobierno me dijera qué piensa hacer. Y por eso voy a pedir que comparezca Zapatero.

P. ¿Le parecen legítimas las reivindicaciones de los partidos catalanes y de la Generalitat?

R. A mí todas las reivindicaciones me parecen legítimas, pero los gobiernos están para gobernar.

P. El PP arranca el lunes una nueva etapa tras la crisis posterior a la derrota del 9-M y con un equipo renovado. El único que se mantiene en su puesto es usted. ¿Qué ha cambiado en el PP?

R. Del congreso de junio ha salido un PP reafirmado en lo esencial de sus ideas, fortalecido, renovado en sus equipos, que va a hacer un esfuerzo para abrirse a muchos más españoles; un PP que pueda ser votado por mucha gente que no defiende el grueso de nuestra ideología. Eso es lo que yo quiero transmitir. Un partido abierto a la sociedad, que aspira a gobernar, que está dispuesto a dialogar con todo el mundo, salvo con los que están fuera de la ley.

P. ¿Un partido dispuesto a llegar a acuerdos con el Gobierno?

R. Ya hemos llegado a un acuerdo en materia antiterrorista. Si el Gobierno actúa como en estos cuatro meses, le apoyaré. Hemos llegado a un acuerdo parcial en materia de Justicia y haré todo lo que esté en mi mano para que en septiembre estén renovados todos los órganos judiciales, pero también exigiré más medios a la administración de Justicia, porque no podemos mirar para otro lado cuando nos hablan de 200.000 sentencias de lo penal sin ejecutar o de casos terribles como el de la niña de Huelva, Mari Luz. Me gustaría que empezáramos a trabajar en la renovación del Pacto de Toledo, en el tema de pensiones. Me gustaría que pudiera haber un acuerdo en política exterior y en los temas de modelo de Estado. Es bueno que haya acuerdo entre los grandes partidos. Es lo que voy a hacer. Queremos hablar con todos los partidos.

P. Dice usted que el PP se ha reafirmado en sus principios, pero hay gente, como María San Gil, que ha denunciado que usted estaba traicionando o abandonando esos principios.

R. Respeto todas las opiniones. El episodio que viví con María fue muy triste, porque es una persona a la que valoro mucho, que ha hecho una gran labor política, que ha tenido un gran coraje y una enorme dignidad personal. Sólo puedo decir que la respeto y que la quiero mucho. Pero mi posición en la lucha contra el terrorismo y la defensa de la España constitucional no ha cambiado.

P. ¿Considera injustos los reproches de María San Gil?

R. Yo, en relación con María San Gil, no considero injusto nada. No vi en ella ninguna intención contra mi persona. En otras personas, sí. Intentaron aprovecharlo.

P. ¿Qué otras personas?

R. No. Para qué dar nombres.

P. En la última etapa del PP hay dirigentes muy señalados que han dejado el partido, sus cargos o sus escaños. Es el caso de Zaplana, que era portavoz, o Acebes, que era secretario general. Usted sigue. Es legítimo pensar que con usted al frente no puede haber renovación.

R. En política todo es opinable y todos los políticos somos objeto de discusión. Pero lo importante es que en junio hubo un congreso en el que el PP tomó las decisiones que quiso. El 84% de los 3.000 compromisarios votó a esta dirección. Si me permite una opinión, yo creo además que la gente en el PP está muy contenta.

P. ¿Controla plenamente su partido o teme que vuelvan a desatarse las hostilidades?

R. No lo creo. La estabilidad actual se va a mantener. En este partido todo el mundo tiene su sitio. Me considero el presidente de todos. Mi objetivo es construir un proyecto político en el que se puedan identificar, no sólo diez millones de personas, sino doce o trece.

P. ¿No teme que si no recuperan el Gobierno de Galicia en las elecciones de 2009, o si obtienen un mal resultado en el País Vasco o pierden las elecciones europeas del próximo año, algunos se vuelvan de nuevo contra usted?

R. No trabajo con ese escenario. No veo que se vaya a producir, sinceramente.

P. Ha tenido usted un espíritu poco integrador con gente que pertenece a su generación, con la que compartió gobierno y a la que ahora parece haber abandonado, como Mayor Oreja, Aznar, Rato...

R. No. Mayor está en el Parlamento Europeo. Aznar y Rato están fuera de la política por decisión propia. No soy partidario de ganar amigos por vía de sustitución, sino por vía de ampliación.

P. ¿Será Mayor Oreja el cabeza de lista en las próximas elecciones europeas?

R. No está cerrado, pero sería un buen candidato.

P. Esperanza Aguirre echó del Gobierno de Madrid a dos consejeros, Alfredo Prada y Manuel Lamela, a los que usted había elegido para su comité ejecutivo nacional. ¿Fue una venganza?

R. Respeto las decisiones que toma todo el mundo. Confío en Esperanza Aguirre, somos del mismo partido y vamos a mirar hacia el futuro.

P. ¿Cómo sobrevivió a los ataques que sufrió los meses previos al Congreso? Fueron feroces.

R. Yo estoy aquí porque mi partido ha querido. Mi padre me decía de pequeñito que en la vida hay que ser independiente. Siempre he aspirado a eso. Sólo dependo de mi partido, y si presenté mi candidatura fue porque me lo pidió la gente de mi partido. Me encuentro con muchas ganas y creo que puedo ser un buen presidente del Gobierno. Si no, no hubiera seguido.

P. Había gente en su partido que no daba un duro por usted.

R. Mucha gente no, algunos. Ahora se han dado cuenta de que a lo mejor no acertaban. La mayoría quería que siguiera.

P. ¿Qué ocurrió la noche del 9 de marzo, cuando usted salió al balcón de Génova y mucha gente interpretó sus palabras como una despedida? 48 horas después sorprendió a su propio partido al anunciar que continuaba.

P. No sucedió nada. Alguien interpretó que había un mensaje... Yo fui allí solo, no le dije a nadie ni que saliera ni que no saliera, incluida mi mujer. Sé que mucha gente puede pensar "¡menuda organización tienen éstos!", pero fue así. En el comité ejecutivo siguiente, el martes, ya dije que me iba a presentar. A lo largo del lunes y el martes hablé con mucha gente que me pidió que lo hiciera.

P. Antes ha dicho que no tiene queja de la política antiterrorista del Gobierno.

R. La política del Gobierno debe ser dos cosas: que no haya negociación política, y entiendo que no la hay, y que se aplique la ley y que modifiquemos las leyes para ser más eficaces. Ahora tenemos en los tribunales la ilegalización de ANV y del PCTV, y hemos llegado a un acuerdo que pretendemos poner en marcha con el tema de los símbolos, los nombres de las calles... y una fórmula que evite acontecimientos como el de De Juana Chaos.

P. ¿No son suficientes las penas que ya hay contra los terroristas: 40 años de cumplimiento íntegro, alejamiento de sus víctimas, requisitos durísimos para la libertad condicional...?

R. Siempre se puede mejorar. Hace 30 años, el grueso de la lucha antiterrorista era la Policía y la Guardia Civil. Luego fuimos mejorando y hubo normas como la Ley de Partidos, el endurecimiento de las penas y la ley contra la violencia callejera, que nos permitieron ser más eficaces. El único límite en la lucha contra el terrorismo es la ley y la Constitución.

P. Con ese límite, entiendo que usted no es partidario ni de la cadena perpetua ni de la pena de muerte.

R. No me niego a ningún debate, salvo el de la pena de muerte, que sería absurdo. Creo que 40 años de cumplimiento íntegro son muchos años...

P. ¿En qué condiciones aceptaría usted un diálogo, que no negociación, con ETA?

R. No aceptaría ningún diálogo. ETA sólo tiene una esperanza de ganar y de conseguir sus objetivos: que alguien los negocie, porque asesinando no los va a lograr.

P. Diálogo, no negociación.

R. El mensaje que hay que darle a ETA, que era el principio inspirador del pacto antiterrorista, es que, gobierne quien gobierne, en España no se va a negociar de política nunca.

P. ¿Cree usted que De Juana Chaos tiene que volver a la cárcel por el discurso que alguien leyó supuestamente en su nombre?

R. Eso es una decisión de los tribunales y me parece muy bien que el fiscal haya actuado. Me gustaría que el señor De Juana vaya a la cárcel si el juez cree que hay motivos.

P. ¿Para cuándo la renovación de los órganos judiciales (Tribunal Constitucional y Consejo del Poder Judicial), pendiente desde hace casi dos años?

R. Haré todo lo posible para que haya un acuerdo en septiembre. Y debe haberlo. Sería muy bueno porque esto se debería haber renovado hace un tiempo...

P. Alguna responsabilidad tienen ustedes. El PP hizo todo lo posible para impedir esa renovación.

R. Éste fue uno de los peores elementos de la pasada legislatura. El Gobierno rompió las reglas del juego en materia judicial, cambiando unilateralmente el número de votos necesarios para nombrar a los cargos judiciales por parte del Consejo del Poder Judicial; y modificó, sin acuerdo de la oposición, la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. Yo llevaba en mi programa electoral que todas las decisiones sobre temas judiciales necesitasen un quórum reforzado de tres quintos. El Gobierno cambió unas reglas de juego por mayoría y no debería haber actuado de esa manera unilateral cuando estamos hablando de un poder que debe ser lo más independiente posible de los políticos.

P. Pero es que una de esas decisiones que critica del Gobierno consistió, precisamente, en hacer obligatoria una mayoría de tres quintos para nombrar a los cargos judiciales. Y ustedes votaron en contra...

R. Sí, por ser una decisión unilateral. Esas cosas había que haberlas pactado. Tampoco me pareció correcta una reforma de la Ley del Tribunal Constitucional para prorrogar el mandato de una persona [la presidenta, María Emilia Casas].

P. No admite entonces que el PP actuó mal. Oyéndole, cualquiera diría que el PP fue ajeno a esas batallas.

R. Supongo que nosotros no hemos acertado al 100%, como no acierta nadie.

P. ¿Apoyaría la reforma del aborto, encaminada a aprobar una ley de plazos?

R. No soy partidario de tocar la ley. No me parece una prioridad. Esa reforma no figuraba en el programa electoral del PP ni en el del PSOE.

P. Le parecen poco relevantes entonces las disfunciones que la actual ley ha evidenciado.

R. Eso tendrán que decirlo los tribunales. A mí no me parece que sea necesario ni bueno hacer un cambio.

P. De sus palabras se deduce que tampoco aceptarían un debate sobre la eutanasia y el derecho a una muerte digna.

R. Efectivamente. No son temas prioritarios.

P. Las comunidades del PP han optado por soluciones alternativas para aplicar la asignatura de Educación por la Ciudadanía aprobada por ley en el Congreso. Algunas amparan la objeción de conciencia. ¿Le parece bien que no se cumpla una ley?

R. Soy partidario de que no exista esa asignatura. El Gobierno hace una legislación básica que permite que cada uno aplique Educación para la Ciudadanía como le parezca oportuno. Y han sido los tribunales los que han amparado el derecho de objeción.

P. Unos tribunales sí y otros no.

R. Eso nos lleva a otro debate sobre la necesidad de unificar el criterio judicial.

P. Pero usted no objetaría Matemáticas o Lengua.

R. Efectivamente.

P. Porque no lo permite la ley...

R. No, por puro sentido común. Porque quiero que estudien Matemáticas y Lengua, y no otras cosas. La objeción de conciencia es un derecho de las personas. Se pueden objetar algunas leyes como ésta por problemas de conciencia. Y luego son los tribunales los que tienen que tomar la decisión. En este asunto sí me parece justificado. A mí me importa la educación de mis hijos y hay cosas que no me gustan. Y si puedo objetar, porque es un derecho que existe y me asiste, lo voy a hacer.

P. Ustedes recurrieron la Ley del Matrimonio de Homosexuales. ¿Cree que esa norma ha perjudicado a la familia clásica o a alguien en particular?

R. Mi posición es la misma que tuve siempre. Esas cosas es mejor que se pacten entre los grandes partidos y se busque una solución que merezca un apoyo mayoritario de la gente. Yo, en el programa de 2004 llevaba una ley como la actual, con los mismos derechos, pero con la única diferencia de que no lo llamábamos matrimonio. No había ninguna necesidad de llamarlo así. Voy a esperar a lo que diga el Constitucional.

P. ¿Cuál es su relación con la jerarquía de la Iglesia católica?

R. Correcta. Mi obligación como líder de la oposición es llevarme bien con la jerarquía de la Iglesia católica. Soy católico, pero me tengo que llevar bien con todo el mundo, que es lo que le pido al Gobierno. No le pido que se haga católico, sino que no cree más problemas de los necesarios.

P. A ustedes se les vio muy involucrados en las manifestaciones callejeras de la Iglesia contra el Gobierno.

R. Coincido con la Iglesia católica en unas cosas, y en otras no. Por dar un dato de discrepancia entre la Iglesia católica y el PP, le recuerdo el tema de Irak.

P. ¿Cree que el Gobierno debería profundizar en una mayor aconfesionalidad del Estado?

R. Es un asunto que está muy bien como está. Ha habido unas muy buenas relaciones de la Iglesia católica con gobiernos socialistas y con gobiernos del PP.

P. En países que usted admira, con gobiernos conservadores, sería impensable ver a un ministro jurando o prometiendo el cargo ante un crucifijo.

R. Hay de todo. Eso corresponde a nuestra tradición y a nuestra historia. Pero no me parece que sea un asunto que preocupe a la mayoría.

P. ¿Le agrada el endurecimiento del Gobierno en su política de inmigración?

R. Ha dado un giro en el discurso y estoy de acuerdo con muchas de las cosas que ha dicho el ministro de Trabajo. No voy a criticar al Gobierno por ello. La rectificación se ha producido en el discurso, es un primer paso que me parece bien. Yo he pedido una ley contra las regularizaciones masivas y creo que deberíamos revisar la normativa sobre reagrupación familiar. Es muy generosa.

P. El Gobierno ha anunciado un endurecimiento de los requisitos para el reagrupamiento.

R. Pero sólo lo ha anunciado. Si lo hace, lo apoyaré; si no lo hace, exigiré que el Gobierno cumpla su palabra.

P. ¿Qué le parece la directiva europea de inmigración?

R. Yo he apoyado en este tema al presidente del Gobierno en contra de otros grupos de la Cámara. Soy gallego y de aquí se fue todo el mundo. No estoy en contra de la inmigración. Pero en asuntos como estos, el orden y el control son importantes.

P. ¿Le parece aceptable una directiva europea que ampara encerrar 18 meses a un inmigrante que no ha cometido delito?

R. Esos son casos extremos. Aquí estamos en 40 días.

P. Pero, ¿le parece bien que una directiva comunitaria, un texto legal, avale un encierro de 18 meses? ¿No le parece un retroceso en derechos básicos?

R. Son medidas que contribuyen a hacer pedagogía. El mayor retroceso en libertades y en democracia es el hambre, son las pateras, las mafias que se llevan a las personas o la explotación de inmigrantes por su situación legal...

P. Pero los inmigrantes son personas que no han incumplido ninguna ley...

R. Sí, entrar ilegalmente en un país. Eso es incumplir una ley.

P. ¿Nos puede detallar la proposición de Ley sobre Política Lingüística que ustedes pretenden llevar al Congreso? ¿La consideran prioritaria?

R. Sí, porque afecta a los niños y a los derechos fundamentales de la persona.

P. Muchos estudios afirman que el conocimiento del castellano entre niños gallegos, catalanes o vascos es igual o mejor que el de comunidades monolingües.

R. No hablo de eso, que sería discutible. Hablo de derechos fundamentales. No hay ningún país del mundo donde un nacional no pueda estudiar en la lengua de ese país, ninguno.

P. Su partido e incluso Gobiernos de su partido en comunidades bilingües han aceptado la actual legislación autonómica en materia de lenguas.

R. Pues ésa no es mi posición. El problema es que hay sitios donde el castellano no existe, y todos los españoles tienen garantizado el derecho constitucional de conocer y usar el castellano.

P. ¿Realmente cree que hay sitios donde el castellano no existe? ¿Usted cree que el castellano está amenazado en Cataluña?

R. No, no. Yo no hablo de que esté amenazado. Yo hablo de derechos fundamentales y no quiero que se me prive del derecho a estudiar el castellano. Busquemos una fórmula razonable.

P. ¿Obama o McCain?

R. Me gustan cosas de Obama y cosas de McCain. Lo único que digo es que nosotros tenemos que llevarnos bien con cualquiera de los dos.

P. No se moja.

R. No, es que me gustan cosas de los dos.

P. Ha planteado la necesidad de un acuerdo en política exterior, pero usted siempre ha sido muy duro con la política exterior de Zapatero.

R. Le pondré un ejemplo. En el tema de Georgia, España ha estado ausente. Por lo menos podía haber ido un ministro a la reunión de la OTAN que hubo en agosto. Ahora, el señor Sarkozy ha convocado una reunión el 1 de septiembre, a la que espero que vaya el señor Zapatero, porque esto ya pasa de castaño oscuro. Rusia ha incumplido sus acuerdos con la UE, sigue instalada en Georgia y ha reconocido la independencia de los dos territorios georgianos. Por tanto, yo espero del Gobierno español que plantee esto y que esto tenga consecuencias. La UE no puede mirar hacia otro lado. Rusia ha dejado en una situación desairada la mediación de Sarkozy.

P. Le voy a hacer una pregunta que no le va a gustar sobre política internacional.

R. Ya sé por dónde va. ¡No me la haga!

P. ¿Qué le parece la afirmación de Aznar de que la foto de las Azores es el momento más importante en la historia de España de los últimos 200 años?

R. Que no, oiga, mire... punto. No quiero opinar. Creo que es su legítima opinión sobre un asunto que ocurrió hace cinco años y que a nadie puede sorprenderle.

P. ¿Qué piensan hacer para remontar en Cataluña?

R. Voy a hacer un esfuerzo esta legislatura. Ha habido un intento de aislar al PP y de transmitir que su posición en el Estatuto de autonomía era contraria a los intereses de Cataluña. Yo no lo veo así. Como diputado nacional voy a defender los intereses de Cataluña. Voy a estar más allí y hablar más con la gente. Yo les entiendo y espero conseguir que los ciudadanos de esa comunidad también nos entiendan mejor.

P. ¿Por qué cree usted que el PP de Madrid ha hecho todo lo posible para echarle de la presidencia del partido?

R. ...

P. El debate en el Congreso sobre el accidente de Spanair fue de guante blanco. ¿Ha indicado usted a los dirigentes de su partido que no deben hacer del accidente de Spanair un instrumento de confrontación política?

R. Yo he dicho que no quiero que sea un instrumento de confrontación política.

P. ¿Tiene algún dato que plantee dudas sobre la seguridad aérea en España?

R. Me cuidaría muy mucho de hacer afirmaciones de ese tipo si no tengo el 100% de las pruebas. No estaría de más hacer una subcomisión.

P. En la pasada legislatura hemos visto muchos casos de corrupción. Algunos afectaban a su partido; otros, al PSOE. No parece que sea un tema prioritario para ninguno de los dos partidos.

R. Yo llevo mucho tiempo en política y he conocido a mucha gente. Lo que sale en los medios de comunicación son casos de corrupción, no las actuaciones honorables de la inmensa mayoría de los que se dedican a la política. Ha habido casos, y hay que aplicar la ley y endurecerla, y tiene que ser más rápida y ágil.

P. En ocasiones, su partido ha dado la sensación de ser complaciente con personas inmersas en procesos por corrupción. Hay nombres...

R. Ni demos nombres, ni presuntos. Es muy difícil erigirse en juez de conductas ajenas sin tener las pruebas. Es que ahora eres imputado para que puedas defenderte. Las cosas no son tan fáciles...

P. Hay casos y casos. Ustedes mantienen a un presidente de Diputación

[Carlos Fabra, en Castellón] pese a estar imputado por múltiples delitos graves de corrupción. La Agencia Tributaria ha acreditado un presunto delito fiscal ¿Por qué le mantienen en el PP?

R. La expresión 'acreditado'...

P. Lo dice la Agencia Tributaria de España.

R. A mí no me gusta erigirme en juez y creo que es muy arriesgado imputarle a alguien algo porque luego puede ser absuelto.

P. El debate sobre la energía nuclear está cada vez más presente debido a las tensiones internacionales sobre el precio del petróleo y las energías renovables. ¿Cuál es la posición de su partido respecto al cierre de centrales o la construcción de nuevas?

R. Lo que no podemos hacer es quejarnos permanentemente de la subida del petróleo y tomar como única medida regalar una bombilla a cada ciudadano. Marruecos va a construir centrales nucleares, en Francia están en el 80% y también se están construyendo en Finlandia y en el Reino Unido. A mí me parecen bien las energías renovables, y además van a ser útiles, pero no van a servir para abastecernos. Hay que hacer ese debate. Cerrar las centrales nucleares que están abiertas sería un disparate.

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, el pasado viernes delante de la sede de la delegación de Hacienda, en la plaza de la Herrería, en el centro de Pontevedra.
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, el pasado viernes delante de la sede de la delegación de Hacienda, en la plaza de la Herrería, en el centro de Pontevedra.LALO R. VILLAR
Mariano Rajoy, durante la entrevista.
Mariano Rajoy, durante la entrevista.LALO R. VILLAR
Rajoy se deja fotografíar con una admiradora en la plaza de la Herrería de Pontevedra.
Rajoy se deja fotografíar con una admiradora en la plaza de la Herrería de Pontevedra.LALO R. VILLAR

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