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Reportaje:CINE

Una actriz en el lado oscuro

Sarah Polley, la actriz fetiche de Isabel Coixet en 'Mi vida sin mí' y 'La vida secreta de las palabras', se pasa a la dirección. Estrena 'Lejos de ella'.

Por dónde empezar? ¿Por el momento en que la conocí hace siete años , un invierno en Nueva York? ¿Cuando la vi por primera vez en una pantalla de niña, tomándole el pelo al Barón de Munchaussen en la película de Terry Gilliam? ¿Cuando la vi a través del visor de una cámara en Mi vida sin mí y me puso la carne de gallina y sobrepasó todas mis expectativas? ¿Cuando escribí el personaje de Hanna pensando que ella era la única actriz del mundo que podría interpretarlo?

Sarah Polley, como afirman todos los directores que han trabajado con ella -entre los que se encuentran Atom Egoyan, Wim Wenders y Michael Winterbottom-, es una actriz única, probablemente la más dotada de su generación, la menos predecible, el equivalente contemporáneo a Liv Ullman o Vanessa Redgrave: luminosa, inteligente, inconformista, sabia.

Away from her es su primera película como directora, y aún recuerdo aquel momento en Copenhague, cuando me pasó el cuento de Alice Munro The bear came over the mountain y me preguntó si pensaba que allí había una película.

Le contesté: "Sarah, si tú ves en esta historia una película, es que hay una película". La verdad es que fue su determinación la que me llevó a pensar eso, porque por dentro me decía: ¡madre de Dios, dónde se va a meter esta mujer! Estaba asustada por ella. Pensaba que se metía en algo demasiado ambicioso, que le iban a crucificar por hacer una película con la enfermedad del alzhéimer como telón de fondo, cuando ella aún no ha cumplido los 30…

Sin embargo, tú lo tenías muy claro, y desde luego eres una de las personas más maduras que he conocido. Tú sabes todo el proceso que pasó el primer guión que yo había escrito, Itchy. Todos los rechazos, problemas, inconvenientes; los falsos arranques; las marchas atrás de diversos productores que se comprometían a apoyarla y luego inexplicablemente desaparecían. Fueron casi tres años de frustraciones. En cambio, cuando compré los derechos del cuento de Alice Munro, todo fue sobre ruedas, todas las puertas se abrieron: producción, distribución… Fue increí­blemente fácil…

Que es justamente lo contrario de lo que yo esperaba. A mí me parecía que 'Itchy' era algo más cercano a ti, que contaba cosas que te pertenecían. En cambio, el relato de Alice Munro, siendo maravilloso, me parecía… ¿Alejado de mí?

No, ajeno… Pero, como casi siempre, el tiempo ha demostrado que me equivoco… Afortunadamente. Al leer el guión acabado, recuerdo que me dijiste: por favor, evita que estén todo el rato besándose y sobándose, no hay nada más molesto que ver a gente que se quiere estar todo el rato uno encima del otro.

Sí, como 'script doctor' soy impagable. Tenías razón, corté casi todas esas escenas de la película, ¡pero no todas!

Están rodadas con increíble delicadeza, consiguen ser reales y púdicas al mismo tiempo… ¿Qué te dijo Alice Munro cuando la conociste? Que contara la historia de amor de Fiona y Grant, que no los redujera a arquetipos, que recordara la auténtica tragedia del alzhéimer: que aparentemente nada cambia y todo ha cambiado, y que conciliar esos dos aspectos de la enfermedad es lo realmente difícil.

Y lo has hecho. Me imagino que Alice Munro también ha visto la película. Sí, y le ha gustado muchísimo. Le hicimos un pase privado y a mí me sudaban las manos de nervios, lo pasé casi tan mal como cuando le enseñamos la película a ¡Julie Christie!

Estoy convencida de que Julie tendrá el Oscar por la película, estoy completamente segura, y ¡si no se lo dan es que no hay justicia! Ese momento en que le dice a su marido que quiere hacer el amor por última vez y que luego quiere que se vaya es de lo más emocionante que recuerdo. ¿Cómo convenciste a Julie para que aceptara el papel? ¡Como tú! Siendo muy, muy pesada. Ya sabes que Julie tiene un montón de intereses y actividades ajenas al cine, alguien que tan pronto está en una conferencia en Palestina como criando cabras en Escocia; pero yo no cejé porque sabía, desde el primer momento que leí el relato, que era ella o nadie.

Es el mejor papel de su vida. Bueno, en Doctor Zhivago no lo hace tan mal…

En 'Doctor Zhivago' tenía 18 años, y, como ella misma dice, no le hacía falta actuar… ¿Recuerdas que en La vida secreta de las palabras juraba y perjuraba que nunca se podría aprender el parlamento final, y luego lo sabía mejor que nadie? En mi película era igual: se empeñaba en que jamás podría memorizar el diálogo y luego corregía a la script constantemente. Julie, que es un mito del cine, un icono, se ha resistido siempre a representar ese papel…

Como tantas mujeres hermosísimas, ha vivido su belleza como una especie de maldición, pero es que en tu película está más guapa que nunca. Es increíble cómo su cara recibe la luz. Tiene el rostro más bello que he visto nunca, y la cámara se sigue enamorando de ella como la primera vez. 'Away from her' la pone otra vez de plena actualidad. ¿Cómo lo está llevando? Bien, vino a Toronto cuando presentamos la película, aunque no quiso dar entrevistas, ya la conoces; pero está orgullosa de la película y está participando en debates sobre las condiciones de los enfermos de alzhéimer en Inglaterra.

Hay algo que me gustaría preguntarte. Yo te he visto como actriz siempre llevándote muy bien con el equipo, desde el últimao ayudante hasta el primero. ¿Qué pasó en el plató de 'Away from her'? Ser actriz es ocuparse de una cosa, de un personaje, de una tarea; es algo en realidad muy limitado, te queda tiempo de tomar copas, bromear…

… Flirtear… OK, ¡flirtear tambien! Pero ser director es ocuparse de cuatrocientas cosas al mismo tiempo. Cuando he sido actriz, siempre he dormido por las noches, excepto una noche antes de rodar la escena de la confesión de Hanna en La vida secreta de las palabras; pero ha sido la única noche en todas las películas que he hecho… Pero como directora no he dormido ninguna noche durante el rodaje. Es una responsabilidad maravillosa, pero agotadora; todo el mundo quiere algo de ti, y debes fingir que lo tienes todo controlado cuando en realidad no sabes lo que vas a hacer en el próximo minuto. Creo que eso también lo hablamos hace tiempo. Tú me dijiste que nunca olvidara que la película pertenece al director, y que aunque todo el equipo le deteste, al final el que se va a encontrar con sus errores y con sus debilidades en la sala de montaje va a ser él, y allí, delante de los planos que has rodado, va a dar igual que el equipo te quiera o no. Algo que recordaba a menudo en el rodaje era eso que tú repites siempre como un mantra: "La cámara es tu amiga, la cámara es tu amiga". Debieron de pensar que estaba loca porque a veces lo decía en voz alta en medio del rodaje… ¿Sabes que mucha gente me ha dicho que se nota tu influencia en mi película? Tú, en cambio, cuando la viste en Berlín en febrero me dijiste que notabas cierta influencia de Atom Egoyan.

Yo no vi mi influencia por ningún lado; creo que la película te pertenecce a ti absolutamente, hay cosas que sólo podías haber rodado tú y que yo he visto antes en tus cortos. Y por supuesto, la coincidencia con Atom viene por algo bastante obvio: el productor de la película y que rodaste en la nieve, en el mismo lugar donde se hizo 'The sweet thereafter'. Hay algo cercano en la atmósfera de esas dos películas; pero ahí acaba todo, creo que no se pueden comparar… Yo creo que sí hay algo de influencia tuya, aprendí mucho contigo en las dos películas que hemos hecho juntas.

Tú tienes la obsesión de ocuparte siempre de las personas a tu alrededor, de tu familia, tu padre, tus hermanos… ¿No crees que ser director es una prolongación de eso? Supongo que sí, pero cuando uno dirige, la familia puede tener demasiados miembros. ¡Imagínate con 20 cuñados!

Prefiero no imaginármelo… Una de las cosas que más me gustan de tu película es el personaje de Olimpia Dukakis; creo que es mucho más real y amargo que en el cuento. Ella también está sensacional. Adoro a Olimpia. Una de mis secuencias favoritas es cuando le da a él galletas y café en la cocina, con ese mantel de plástico. Creo que con ese detalle sabemos qué clase de mujer es, cómo ha sido su vida en los últimos años, todas las ilusiones rotas.

Y, sin embargo, está viva, y sus ilusiones permanecen intactas, a pesar de todo. Ésa es la tragedia real de 'Away from her'. Que tu cuerpo y tu cerebro envejecen, pero hay una parte de ti que sigue teniendo 16 años. Sí, por eso es una historia que sentía tan cercana; eso y el enigma de una pareja que ha compartido 40 años de vida, que ha madurado junta, pero que en realidad continúan siendo un misterio el uno para el otro…

"¿Crees que sabes más ahora del matrimonio, ahora que estás casada y has dirigido una película que es básicamente una reflexión sobre una pareja después de 40 años de vida en común? No… ¡Yo creo que sé menos! ¿Qué hace que las personas estén juntas tantos años; que pasen por altibajos, problemas, enfermedades, infidelidades, y que, a pesar de todo, sigan queriendo hacer el amor, o yendo al teatro, o paseando en la nieve? No lo sé, es un gran misterio… Igual que es un misterio las parejas que, tras años de noviazgo, se casan y no aguantan ni un año.

Vas a dirigir más películas, ¿verdad? ¡Las que me dejen! Es curioso, pensé que me costaría volver a ser actriz, pero he encadenado tres películas y estoy disfrutando mucho. Es un privilegio poder hacer las dos cosas. Me siento afortunada.

La película 'Lejos de ella' ('Away from her') se estrena en España el próximo 21 de diciembre.

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