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Tentaciones
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Reportaje:EN PORTADA

El chiste más largo del rock

"Si habéis venido aquí a buscar soluciones para frenar el cambio climático", dice el guitarrista de KISS, Paul Stanley, de 57 años, sobre el escenario de Nueva Orleans, "os habéis equivocado de concierto". También os habéis equivocado de reportaje.

Si aún sigues ahí es porque quizá te interese la banda "más caliente del mundo". El grupo más excitante de rock and roll de los últimos 35 años. Pero también el más absurdo, grotesco y, en ocasiones, ridículo de todos los tiempos.

Ahí va una pequeña muestra. Son las cuatro de la tarde y algunas chicas, con decenas de collares al cuello, enseñan sus siliconados pechos por las calles de Nueva Orleans (EE UU). No estamos en el carnaval de Mardi Gras, donde el exhibicionismo es una tradición, sino en Halloween. Pero da igual: ésta sí que es la ciudad del pecado y no Las Vegas. A dos manzanas del curioso espectáculo, Gene Simmons jura y perjura que está muy interesado en la política. Nacido hace 59 años en Israel, el cantante, bajista y líder de KISS tiene la solución definitiva para arreglar el conflicto de Oriente Próximo: una invasión extraterrestre. Como suena. "A los extraterrestres no les interesan nuestros problemas", dice. "Cuando nos invadan se nos olvidará toda esa mierda religiosa y no habrá diferencias entre nosotros. Seremos simplemente hermanos terrícolas y dejaremos de lado nuestros conflictos para luchar contra ellos". Señor Simmons, ¿cree usted en los extraterrestres? "Todavía no", responde el bajista muy serio. "Pero matemáticamente es muy probable que existan". Toma castaña. Ahí queda eso.

"No quiero resultar arrogante, pero soy demasiado rico para que me importe lo que digan los críticos" (Gene Simmons)
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Lo que pocos dudan es que Gene Simmons es un espécimen curioso. Mide casi dos metros y su mirada tiene una mezcla de tío bonachón y asesino. A los ocho años llegó a EE UU junto a su familia judía perseguida por los nazis. Hoy es un peculiar icono de América. No sólo gracias a su grupo KISS. Hay más: actualmente tiene su propio reality show en televisión, Family jewels, donde, al estilo The Osbournes, exhibe su día a día y el de su familia. Incluso su encuentro con EP3 fue grabado para el programa.

Además, Gene ha sido actor secundario (apareció en un capítulo de Corrupción en Miami), descubrió a Van Halen, fue manager de Liza Minnelli y novio de Cher y Diana Ross, ha grabado con Dylan y Frank Zappa y asegura haberse acostado con más de 4.000 mujeres. "A veces, hasta con siete a la vez", explica orgulloso sin importarle que su esposa, la actriz erótica Shannon Tweed, y madre de sus dos hijos ande merodeando a pocos metros de él. El lema de Gene Simmons siempre ha sido: "Detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. Y detrás de esa mujer estoy yo". Pero luego hablaremos de este espinoso asunto y de su fama de machista.

Hoy está en Nueva Orleans para tocar en directo con su banda KISS, que acaba de publicar su vigésimo tercer disco, Sonic boom, y primero con temas nuevos desde hace 11 años. Once canciones pegadizas y deliciosamente pegajosas que recuperan el sonido rockero de sus comienzos. También la temática de brocha gorda: salir, ir con mujeres, montar fiestas y tocar rock. En Sonic boom se incluye un disco con sus grandes éxitos regrabados que transportan a los mejores años de la banda: los setenta, cuando Simmons creó KISS junto a su amigo de la infancia y guitarrista Paul Stanley. Desde el principio fue una banda distinta. Maquillados como monstruos diabólicos, su música se salía del rock progresivo imperante en la época, y sus conciertos eran una mezcla de teatro, circo y pasaje del terror.

Aparte de la música, durante estas tres décadas y media KISS ha funcionado como una franquicia de sí mismo. Gene es un genio del marketing. De hecho, practicamente lo inventó él en 1977. Aquel año, Kiss y una película recién estrenada titulada Star wars fueron las dos marcas más rentables del año. Existen cómics, tazas, chapas, camisetas, juguetes, un ejército de fans (la KISS Army), botellas de vino y, cómo no, condones lubricados marca KISS. "Los he probado personalmente y te puedo asegurar que son buenos", explica Gene mientras las cámaras de Family jewels no dejan de grabar. Un universo que ha reportado miles de dólares. "Más o menos sé el dinero que tengo", asegura Simmons. "El dinero es lo más importante del mundo. Pero lo más divertido no es tenerlo, sino la forma de ganarlo. Yo no uso joyas y esta ropa que llevo [una camisa y pantalones vaqueros del montón] es de propaganda".

Pero si algo distingue a KISS del resto de los mortales es su maquillaje. Desde el principio de su carrera, los cuatro miembros del grupo salían a tocar caracterizados como personajes de ficción. Gene Simmons es El Diablo. "Tiene mucho que ver con lo que tengo dentro", asegura. Paul Stanley, con una estrella dibujada en su cara, es El Chico Estrella. El guitarrista Ace Frehley fue El Hombre del Espacio y el batería Peter Criss, El Gato. Los dos últimos ya no están en el grupo. Sus problemas con las drogas y el alcohol les costó la expulsión, y sus puestos los ocupan ahora dos entrañables mercenarios.

Quizá por este aspecto entre lo diabólico y lo cómico, de la banda se han contado miles de leyendas. La mayoría, falsas. En los setenta se decía que robaban niños ("ésa es, evidentemente, falsa", confirma Gene); o que la lengua de Gene era un injerto de una de vaca ("también es falso"). Lo único que parece cierto es que Gene no bebe alcohol ni ha tomado nunca drogas. "Sí me he tomado alguna cerveza y he ido al dentista a que me drogue", precisa Gene, "pero nunca me he emborrachado. El tabaco, el alcohol y las drogas no están hechos para mí". Aunque sí el sexo.

Otra leyenda que se cuenta sobre Simmons es que aún conserva un álbum fotográfico de las más de 4.000 mujeres con las que asegura haberse acostado. "Ese álbum existe, aunque sólo tengo fotos de 480 mujeres", reconoce. "Sí me he acostado con 4.000 mujeres desde 1974 [un año después de montar el grupo]. Te lo juro. Es el poder del maquillaje", asegura. "Viene de muy lejos. El hombre siempre se ha maquillado. Lo hacían los chamanes para las ceremonias religiosas. Luego se pintaban para la guerra. Años después, las mujeres se dieron cuenta del poder del maquillaje. Pregúntales a ellas. Por el día, cuando no llevan maquillaje, nadie les hace caso. Cuando se lo ponen por la noche son irresistibles". Ya, eso está muy bien, pero... ¿4.000 mujeres en 35 años? ¿Una mujer cada tres días de media, incluido festivos? "Algunas noches he estado con dos mujeres y otras, con siete a la vez. Una vez fue jugando a Ponle la cola al burro". ¿Perdón? "Es un juego infantil en el que, con los ojos tapados, hay que pinchar con una aguja en el dibujo de un burro para ponerle la cola. Aquella noche yo tenía los ojos vendados, como en el juego, pero enfrente no tenía un dibujo, sino siete mujeres. Tampoco jugaba con una aguja".

Son las diez de la noche en el parque central de Nueva Orleans donde se celebra el festival Voodoo Experience. Jane's Addiction termina su actuación. Gene, Paul y sus compinches llevan dos horas maquillándose en los camerinos. "¿Queréis lo mejor? Tendréis lo mejor", anuncia una voz. El directo en 2009 de KISS es tal y como lo imaginas: explosiones, disparos de fuego desde el mástil de las guitarras, espadas en llamas, tirolinas que hacen que Gene y Paul vuelen sobre las cabezas del público. Y una sucesión de clásicos apabullantes: Hotter than hell, Doctor Love, Rock and roll all night (con miles de confetis), Love gun, Detroit rock city. Y para acabar, unos fuegos artificiales que ya querrían muchas ciudades para sus fiestas patronales.

"En este punto ya sólo competimos contra nosotros mismos", nos decía días antes del concierto Paul Stanley. Una pirotecnia que no ensombrece las dotes musicales de estos cuatro showmen que son mucho más que una banda de broma. Cosa que piensa mucha gente. "No sé cómo decirlo para que no suene arrogante...", piensa Gene en voz alta. "Soy demasiado rico para que me importe lo que digan los críticos". Una prueba más de que KISS son como un chiste de esos largos que cuenta Chiquito de la Calzada. Si le pillas la gracia a la primera, llorarás de la risa. Si no, todo resultará ridículo y patético. Las dos opciones son válidas y acertadas. n

Sonic boom está publicado en Roadrunner.

kissonline.com

Sonic boom está publicado en Roadrunner. kissonline.com

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