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Reportaje:

Conflicto general en la educación

La protesta contra los recortes se extiende a todos los ciclos al movilizarse una veintena de universidades - Las asambleas marcan el paso a los sindicatos

Si la crisis la paga la educación pública en forma de recortes y de decisiones que la deterioren, miles de personas la van a defender. A tres días de las elecciones, ese es el mensaje que ayer lanzaron miles de universitarios con una jornada de movilización en una veintena de campus de todo el país, que coincidió con la octava huelga de docentes en la Comunidad de Madrid en lo que va de curso.

Desde anteayer ha habido encierros en universidades, huelgas y manifestaciones en una decena de ciudades y algunos incidentes (los estudiantes cortaron autopistas en Barcelona y Madrid) bajo el lema "la educación no se vende, se defiende". Con la entrada en escena de los campus -que a los recortes añaden entre sus protestas lo que consideran la ofensiva neoliberal encarnada en el proceso de Bolonia y la estrategia 2015 impulsada por el Gobierno-, todo el sector educativo se acaba de movilizar, tras la multitudinaria manifestación del pasado 22 de octubre en Madrid de profesores, padres y alumnos de colegios e institutos de toda España. Y lo hace además con esos nuevos mecanismos asamblearios propios del 15-M que, apoyados en las redes sociales, están tirando en muchas ocasiones desde abajo de las estructuras clásicas como los sindicatos. Esa es "una riqueza" del movimiento, dice el profesor de Filosofía de la Autónoma de Madrid Jorge Riechmann.

Los universitarios se manifiestan junto a los maestros en Madrid
Protesta masiva en Cataluña, que ha sido la avanzadilla de los ajustes

El profesor habla de una crisis del sistema que se viene fraguando desde hace mucho tiempo, desde los años ochenta del siglo pasado, y vincula las protestas universitarias al apoyo a las movilizaciones en la enseñanza primaria y secundaria que estalló por los recortes que ya se han llevado por delante los contratos de unos 12.000 docentes interinos en cinco comunidades: Madrid, Galicia, Cataluña, Navarra y Castilla-La Mancha: "El sistema educativo público está amenazado en su conjunto", asegura.

De hecho, en Madrid, la manifestación de universitarios hizo ayer una parte del recorrido en solitario (de Nuevos Ministerios a la plaza de Cibeles, en el centro de Madrid) para unirse después con la de los profesores de enseñanzas no universitarias: sumaron más de 26.000 manifestantes, según los cálculos de EL PAÍS.

Los docentes de instituto madrileños ya acumulan ocho huelgas contra los recortes en lo que va de curso, con el consiguiente desgaste: cada día de paro supone para los profesores entre 100 y 120 euros de rebaja en su sueldo. Sin embargo, el pulso se mantuvo con un seguimiento del 42,5% en secundaria, según las estimaciones de El PAÍS (los sindicatos dicen 59,5%, la consejería, 18%), dos puntos más que en la del pasado día 3. Ayer se unieron además los maestros de infantil y primaria (hasta 12 años), con un seguimiento menor. Sin duda, el apoyo fue mayor entre los alumnos de secundaria. En algunos colegios también se notó ese apoyo: en el Pi i Margall, en el centro de Madrid, la mitad los padres no llevaron a sus hijos a la escuela.

Aunque Riechmann asegura que la movilización no está directamente relacionada con las elecciones -"La política va mucho más allá de unas elecciones"; esta movilización es un proceso a más "a largo plazo", dice-, lo cierto es que hubo numerosos mensajes para el futuro Ejecutivo. "Lo que pedimos a este Gobierno y al que entre después del 20 de noviembre es que garanticen una educación pública, gratuita y de calidad ante los recortes anunciados contra las universidades, y que ahora también amenazan a la enseñanza en los colegios e institutos", dijo Álvaro Justo, portavoz de los manifestantes en la Universidad de Valladolid, informa Efe.

Muchos consideran que el daño ya está hecho y, por lo tanto, que las quejas no han hecho más que empezar. La protesta de ayer fue "punto de inflexión" para movilizar a toda la comunidad universitaria, y que los sindicatos convoquen una huelga general docente "gane quien gane, PP o PSOE", advertía Anina Tarrasó, de la Asamblea Interuniversitaria de Valencia.

En aquella ciudad se manifestaron unas 2.000 personas. En Sevilla, unas 6.000. En la capital andaluza las protestas, de hecho, lograron paralizar las clases para los 70.000 universitarios de la ciudad; en el resto de campus andaluces también hubo protestas pero mucho más pequeñas. También fueron menores en Valladolid, León, Salamanca, Alicante, Vigo, Lugo, Girona, Oviedo y Murcia, entre otras.

Sin duda, los centros de la protesta fueron Madrid y Cataluña (en Barcelona se manifestaron unas 10.000 personas). En la primera, por la enconada lucha que siguen manteniendo viva los profesores con el Gobierno autónomo. Y en la segunda, porque Cataluña ha hecho hasta ahora de avanzadilla de lo que ha ocurrido en el resto de comunidades. Ya el curso pasado, la Generalitat comenzó los recortes en colegios e institutos y el aumento de horas lectivas para los profesores funcionarios que tienen como resultado la disminución de plantillas, al prescindir de docentes interinos; entonces ya hubo protestas. Durante el verano y con el arranque de este curso, Galicia, Madrid, Navarra y Castilla-La Mancha hicieron recortes parecidos y estalló también la contestación.

Ahora, está pasando algo parecido con la Universidad. La aportación de la Generalitat a las universidades públicas ha bajado un 16% este curso (además de aplicar el máximo permitido de subida a las matrículas, un 7,6%) y se teme que para el año próximo el recorte sea aún mayor. Así, ayer estaban convocados a la huelga todos los alumnos y profesores universitarios, aunque el seguimiento fue mucho mayor entre los primeros.

En cada comunidad, las protestas tienen características propias (por ejemplo, a los protestantes andaluces no les gusta la reforma de ley universitaria que prepara la Junta), pero en universidades, la subida del precio de las matrículas es un miedo común. Y, en general, que descienda el gasto público en la educación. Este año, los presupuestos educativos de todas las comunidades se han reducido en más de 2.200 millones de euros; de ellos, más de 300 corresponden a los campus.

Con información de Pilar Álvarez, Carolina García, Neus Caballer, Manuel Planelles y Cristina Delgado.

Pintadas en el suelo del patio del instituto Las Musas, en Madrid, comunidad que lleva ya ocho huelgas de profesores.
Pintadas en el suelo del patio del instituto Las Musas, en Madrid, comunidad que lleva ya ocho huelgas de profesores.LUIS SEVILLANO

Día de protestas

- Una veintena de campus. Unas 20 universidades se movilizaron ayer en defensa de la educación pública. En numerosos campus la protesta arrancó el miércoles con encierros de alumnos.

- Corte de carreteras. Los estudiantes barceloneses cortaron la autopista AP-7 y la B-30 durante 15 minutos por la mañana. También la Diagonal y la Gran Vía durante una hora. Los madrileños hicieron lo mismo por la tarde en la A-6.

- Octava huelga en Madrid. Los profesores de secundaria madrileños volvieron ayer a la huelga por octava vez en lo que va de curso: la secundó el 42,5%, según la estimación de EL PAÍS. El seguimiento fue menor entre los maestros de las etapas de infantil y primaria. Hay otro paro el próximo día 23.

- Manifestaciones. Miles de personas salieron ayer a las calles. En Madrid, donde se unió toda la comunidad educativa, de infantil a la universidad, fueron decenas de miles. En Barcelona, la protesta universitaria reunió a unas 10.000 personas.

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