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"El éxito nos mató", dice el creador de Mobuzz.tv

Es uno de los episodios más tristes del Internet español. En junio de 2008, Mobuzz TV anunciaba su cierre por falta de inversores. Detrás de ese proyecto estaba el suizo Anil de Melo. Este emprendedor de 39 años lo ha vivido todo: los logros y los fracasos. Pero sigue levantándose.

En Red Innova presentó su proyecto. "Juega con la televisión online y offline e integra las redes sociales". Su contenido, gastronómico. De Melo estudió dos años de hostelería, "pero me cansé y me metí en Internet", dice.

En 1994 fundó Swiss Web para montar webs a bancos suizos, y justo antes de la crisis de las puntocom se hizo de oro. "Establecí una filial en Palo Alto y unas semanas más tarde ya me quisieron comprar la empresa. Acepté". No específica la cifra, pero admite que era de seis dígitos. "Me quedé en Santa Bárbara pensando en no trabajar más, pero me aburría e ideé proyectos parecidos al Google Maps". Hasta que le picó la curiosidad. "Sun Microsystems me contrató en un proyecto de videojuegos para móviles. Y me mandaron a España a cerrar un acuerdo con Telefónica. No entendía nada: en España hay que tomar el café, comer durante dos horas... Después de cuatro meses, todavía no habíamos cerrado el trato. Abandoné el proyecto, pero me quedé con mi novia en España".

Eterno culo inquieto, se lanzó a crear contenidos audiovisuales para el móvil. Sony, al acecho, se lo quitó de las manos. "Antes del lanzamiento de la PSP en España, conseguí una de Japón... me encantan los gadgets. Llevaba tiempo grabando en casa contenidos para plataformas móviles. Con una cámara y dos focos comprados en la FNAC solía colgar en la Red el resultado. Un día Sony me llamó: querían comprar mi trabajo, al parecer éramos el único contenido en español compatible para la PSP".

Y de ahí a Mobuzz.tv, la televisión online pionera en España. Con programas de unos cinco minutos en tres idiomas, Mobuzz fue un referente de la televisión online en Europa, con 6,5 millones de visitas al mes. Tras cuatro años, cerró en noviembre.

"El éxito nos mató. Con tanto tráfico, los costes eran altísimos; éramos 20 en el equipo. No pudimos aguantar la siguiente ronda de financiación". ¿Lecciones aprendidas? "Muchas: conoce bien a tus inversores, asegúrate de que tienes capital suficiente, aprende a gestionar el éxito, cuando el crecimiento empiece a ser exagerado, frénalo. Mejor un crecimiento constante que radical, porque luego te la pegas".

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