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Crítica:MÚSICA / Discos
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Las felices casualidades

Julio Bustamante lleva más de treinta años convertido a su pesar en plato excelso para minorías, lo que se conoce como un "artista de culto". Sus canciones sinceras y originales pasman a músicos de diferentes generaciones y escenas. Como sucede con los integrantes de Ciudadano, grupo indie valenciano, cuyos componentes bien podrían ser sus hijos treintañeros y quienes hace ya unos años que descubrieron la obra de este vitalista patriarca del pop de la ciudad de Valencia. Tras coincidir en algunos escenarios, el año pasado, y gracias a las Fallas, se dio la feliz coincidencia de que tres componentes de Ciudadano (Xema Fuertes, Cayo Bellveser y Jorge Pérez; este último también integrante del dúo Tórtel) y Julio Bustamante comenzaran a rasgar juntos sus guitarras: huyendo del ruido de los petardos, se encontraron en la localidad residencial de El Vedat y de la forma más natural comenzaron a tocar, a mostrarse canciones inéditas, a tocarlas entre todos

... Vieron que aquello funcionaba y conectaron la grabadora. En dos días tuvieron cuatro temas listos. Decidieron probar qué pasaba si seguían armando temas y en el local de ensayo de Ciudadano, en Lliria, y en casa de Xema Fuertes, en el valenciano barrio de Patraix, Maderita fue tomando forma como grupo al tiempo que iban grabando, de forma casera, su primer disco, Vivir para creer. Una obra preciosa, dominada por las guitarras acústicas, los juegos vocales y por un delicioso espíritu folk algo hippy. "Es un disco premeditadamente campestre, con canciones muy desnudas", explica Xema Fuertes. "No nos hemos mirado en ningún espejo, nos queríamos centrar en la música tradicional en general, por eso han salido habaneras, rancheras, country, folk norteamericano

... todo a nuestra manera", añade Bustamante. "Suena a grupo un poco raro porque cantamos todos", razona Pérez; "en cuanto a textos, lo mismo, suena compacto. No parecen diferentes personas componiendo, nos podríamos intercambiar las canciones. Suena a grupo". Y tiene razón, Maderita tiene una sonoridad propia, en la que se une la tradición del folk anglosajón con la mediterránea bajo un prisma netamente pop. Prueba de ellos son las dos únicas versiones que han grabado: No te equivoques, lectura del It ain't me, babe de Bob Dylan, y Cims i abismes, del valenciano Pep Laguarda, miembro como Bustamante de aquel rock mediterrani de finales de los años setenta.

¿Pero músicos de diferentes generaciones se entienden bien? "Haciendo música no hay edad", responde rápido Bustamante, mientras Fuertes explica: "Tiene más marcha que nosotros, cuando vamos a tocar, Julio es el trasnochador". De lo que no cabe duda es de que en la mirada de Julio Bustamante se refleja la ilusión de verse implicado en un proyecto que sabe tiene mucha magia. Tanto que finalizan la charla contando que el segundo disco ya está orientado. -

Vivir para creer. Maderita. El Volcán.

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