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Tentaciones
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Reportaje:CINE

El futuro es corto

Mientras compañeros de generación como Nacho Vigalondo, Borja Cobeaga y David Planell daban el salto al largo, eufemismo con el que se conoce abandonar la etiqueta de "cortometrajista" para abrazar la de "realizador", Eduardo Chapero-Jackson se recuperaba del egotrip que supuso el éxito mundial de Alumbramiento, su segundo corto, y rodaba su obra más ambiciosa: el mediometraje The end. Hoy, este realizador de origen estadounidense es noticia por estrenar sus tres producciones realizadas hasta la fecha en salas comerciales. Bajo el título de A contraluz, en contadas salas y a precio reducido, podremos disfrutar de la obra de este autor con mayúsculas en una pantalla que, paradójicamente, es la quimera del cortometrajista español: la sala de cine.

Porque ser cortometrajista en España es, en la actualidad, captar dinero público, endeudarse, rodar en condiciones precarias, sacrificar el hígado en pro del networking, recorrer el circuito de festivales para recuperar la inversión y... vuelta a empezar. A nivel institucional, según datos del Ministerio de Cultura, de los 329 proyectos presentados en 2008 sólo 61 recibieron subvención. La iniciativa de Chapero-Jackson puede devolver un poco de dignidad al cine en corto al romper esta espiral y mostrar otras rentables vías de distribución y exhibición. "Si te das la hostia, te la das por algo", dice al ser preguntado sobre el riesgo de la operación. Y lo dice con su timidez marca de fábrica que rompe en muy contadas ocasiones. Como cuando critica la actual tendencia a colgar los cortos en Internet, "la calidad se resiente", afirma, o cuando se le pregunta qué haría si no fuera director. "Si no lo fuera, sería jardinero en un botánico", comenta entre risas.

Y es que viendo los coletazos arty de Contracuerpo, la fisura emocional en su Alumbramiento y la apocalíptica vuelta de tuerca al western en The end, muchas son las esperanzas fundamentadas que hacen pensar que no sólo se trata del eslabón perdido entre Steven Spielberg y Victor Erice. También podría ser la semilla que termine por hacer crecer el mundo del corto lejos de su ostracismo y dentro de los límites de nuestra industria. Buena suerte.

Eduardo Chapero-Jackson, cortometrajista y realizador de origen estadounidense
Eduardo Chapero-Jackson, cortometrajista y realizador de origen estadounidense
Fotograma del corto <i>Contracuerpo</i>, de Eduardo Chapero-Jackson
Fotograma del corto Contracuerpo, de Eduardo Chapero-Jackson
Fotograma del corto <i>The end.</i>, de Eduardo Chapero-Jackson
Fotograma del corto The end., de Eduardo Chapero-Jackson
Vídeo: J. MINGUELL / L. ALMODÓVAR

LO BUENO, SI BREVE...

El futuro del cine español podría estar en estos cortometrajistas. Su trabajo merece verse en pantalla grande.

Lucas Figueroa

Best of:Boletos por favor (2008), Porque hay cosas que nunca se olvidan (2008).

C. V.: Su último corto rivaliza con Mar adentro, de Alejando Amenábar, como la obra más premiada del cine español.

Un argentino con desorbitado talento para los cortos mastodónticos. El último, Porque hay cosas que nunca se olvidan (en la foto), tiene como guest star al futbolista Fabio Cannavaro, 189 premios y está a la espera de que el Libro Guinness lo certifique como la producción más premiada de la historia del cine español. Eso sí, el comité de expertos del Ministerio de Cultura, ICAA, valoró el corto con 0 puntos de valor artístico y 0 puntos de valor económico, sin derecho a subvención. Lo dicho: hay cosas que nunca se olvidan.

Isabel de Ocampo

Best of: Espermato Zotoides (2005), Miente (2008).

C. V.: Goya 2009 al Mejor Cortometraje de Ficción por Miente (en la foto inferior). Descubrió a su protagonista en un bar: era la camarera.

Hasta Bulgaria se fue Isabel de Ocampo a rodar su corto. Un duro relato sobre el tráfico ilegal de mujeres del Este que le valió el Goya 2009 al Mejor Corto de Ficción. Un reconocimiento que no le impide ser crítica con la situación actual del corto. La mayoría de la gente trabaja en ellos por amor al arte y sin eso nunca hubiera llegado el corto español donde ha llegado, pero ya es hora de un cambio, dice esta ex periodista. También afirma sin reparos que sin cortometrajistas no hay cine que valga, en referencia a la actual cantera de creativos.

Vicente Villanueva

Best of: El futuro está en el porno (2005), Mariquita con perro (2007), Heterosexuales y casados (2008)

C. V.: Sus tres primeros cortos acumulan más de 100 premios.

Este valenciano compagina su trabajo en un parque de bomberos de Madrid con su verdadera vocación: el cine. Con la mala leche resultante del cruce entre el Pedro Almodóvar más cafre y un Todd Solondz bajo ansiolíticos, Villanueva se financia con los premios de los festivales. No tiene problema en colgar su obra en Internet ni siente la presión del largo: Con los cortos no piensas en el público ni en la taquilla, y eso no se paga con nada. Su próximo opus, La rubia de Pino Puente (abajo), versa sobre una improbable figura ibérica: los triunfitos.

César Velasco Broca

Best of: La costra láctea (2002), Kinki Hoodoo Voodoo (2004).

C. V.: Avant pétalos grillados (2006) fue el primer corto español seleccionado en 36 años en la Quincena de Realizadores de Cannes 2007.

Retrofuturismo y surrealismo pop son las etiquetas con las que se asocia a este realizador vasco y culo inquieto que tan lubricado hace el tránsito entre David Lynch y Jess Franco. La distribuidora Cameo publicó en 2007 su obra completa en el DVD Echos der Buchrücken, que incluye la alucinada Avant pétalos grillados (abajo). Llegó hasta la Quincena de Realizadores de Cannes, y en el festival de cine Slamdance (el contra-Sundance) ganó el Gran Premio del Jurado. Aquí lucha contra la estupefacción que provocan sus robots, culturistas y alienígenas.

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