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EL RINCÓN

La luz interior de Joan Guinjoan

"Me moriré en la mesa escribiendo música", afirma el compositor, que ultima su tercera sinfonía

Apenas se cuela un rayo de luz a las once de la mañana, pero a Joan Guinjoan (Riudoms, Tarragona, 1931), a quien le encanta el sol y el color, no le importa que su rincón, como él llama a la habitación de su casa barcelonesa donde compone, sea un lugar oscuro desde que edificaron un bloque de pisos frente a su ventana. "La luz debe estar en el interior de cada uno y yo tengo la mía", advierte, y pone como ejemplo de que el entorno no le influye el haber compuesto la escena de la tormenta tarraconense de su ópera Gaudí en pleno Empordà gerundense. Y es que siente un cariño especial por este pequeño rincón en el que ha escrito tantas partituras y donde papeles, libros y discos se amontonan por los rincones y sobre la vieja pianola con la que estudió esa carrera de piano que tras una década de conciertos y recitales abandonó, en 1960, por la composición. Aunque el tiempo haya pasado, el rincón apenas ha mutado. Aparte del muro frente a la ventana y de un moderno piano digital, con el que engaña a su pianola para no molestar a los vecinos cuando lo toca, lo único que va cambiando es el volumen de papeles. Cuando hay demasiados, su hijo carga el excedente en el coche y lo traslada al estudio de su casa ampurdanesa, que ya frecuenta poco. "Es que en Barcelona es donde están los médicos", apostilla resignado, pero exhibiendo esa pícara sonrisa que Guinjoan prodiga entre los amigos. En una esquina está su mesa de trabajo. Sobre ella, 6 de las 60 pipas que colecciona. Siempre frente a sus ojos, aunque haga casi una década que no se las lleve a la boca -"después de 40 años fumando, tras el infarto que sufrí en 2000 no me costó nada dejarlo"-. También hay cartas, contratos, bolígrafos, lápices, gomas y, en el centro, abierta, su última partitura, Sincrotón-Alba. Sinfonía número 3, que está repasando para su estreno el próximo mayo por la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya. Es un encargo de la Residencia de Investigadores del CSIC y el Consorcio del Sincrotón, que se inaugurará en marzo en la comarca del Vallès, en Barcelona. Y luego empezará una nueva obra para clarinete solo, una que le ha pedido Paloma O'Shea para la Escuela Superior de Música Reina Sofía, un concierto para percusión para la Orquesta de Cadaqués y un réquiem que le ha encargado la Orquesta Nacional de España para la temporada 2011-2012. "Josep Pons me ha pedido una obra sinfónico-coral y le haré un réquiem, que igual acaba siendo el mío", ironiza. "Y es que con el trabajo que tengo sé que no me moriré de aburrimiento, aunque seguro que moriré en la mesa escribiendo música".

Joan Guinjoan compone en su casa de Barcelona. <b><i>Sincrotón-Alba. Sinfonía número 3</b></i> es su última pieza.
Joan Guinjoan compone en su casa de Barcelona. Sincrotón-Alba. Sinfonía número 3 es su última pieza.CONSUELO BAUTISTA

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