_
_
_
_
_
Crítica:Jorge Volpi - Días de ira
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

A medio camino

Los tres relatos reunidos por Jorge Volpi en Días de ira vienen precedidos de un 'Elogio de la media distancia' donde, halagos aparte, se aborda el espinoso asunto de qué es, dónde empieza y dónde termina ese género a mitad de camino entre la novela y el cuento que solemos llamar nouvelle, novella, relato largo y también novela corta. El escritor no llega a una definición de su ser ni de sus fronteras. Ya se sabe: si diez granos de arena no son montón y un millón lo es, ¿dónde está el límite? Sin embargo, sí se vale de algunas analogías para mostrarnos lo que entiende por este género del que admite que sabe reconocerlo cuando lo ve, aunque en una breve lista incluya Crónica de una muerte anunciada o El retrato de Dorian Gray, que en mi opinión son novelas en toda regla.

Días de ira

Jorge Volpi

Páginas de Espuma. Madrid, 2011

212 páginas. 17 euros

Como sucede con frecuencia en la obra de Volpi, en cada uno de estos tres relatos -ya publicados- un protagonista y narrador masculino cuenta los avatares que dan al traste con su relación sentimental. En los tres la existencia parece girar en torno a la vida en pareja que, como la civilización a ojos de Freud, resulta tan agobiante como necesaria para tolerar lo que hay fuera de ella. Por un lado, el agobio obliga a los personajes a desarrollar estrategias conscientes o inconscientes de boicot a la relación. Por otro, las presiones del medio, la inercia y el miedo lo empujan a conservarla.

'A pesar del oscuro silencio', el primer relato, narra la obsesión de un letraherido llamado Jorge por su tocayo el poeta, químico y crítico literario mexicano Jorge Cuesta. La presencia de este "doble siniestro" que, según se afirma, se suicidó -incomprensiblemente- "amarrando unas sábanas al cabecero de la cama", sirve de motivo principal a una historia más prolija que atinada. El segundo relato, 'Días de ira', aunque también juega morosamente con las identidades del narrador, sube el tono psicosexual y se adentra en el terreno de lo fantástico para, ya al final, ofrecernos una sorpresa lograda.

'El juego del Apocalipsis', por fin, es un gran relato, comparable por su ritmo, por el engarce de la historia y por la precisión en el lenguaje con otras obras del mejor Volpi. Un joven gana un viaje para dos personas a la isla de Patmos, donde san Juan escribió el Apocalipsis, y allí irá con su novia a pasar la última noche del milenio. El impulso milenarista, la aparición de unos personajes oscuros y las tensiones del viaje en pareja se conjuran para generar un poderoso ambiente de incertidumbre.

Iglesia en la isla griega de Patmos.
Iglesia en la isla griega de Patmos.CORBIS / STEFANO AMANTINI

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_