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Ensayo

El mundo bajo los párpados

En el complejísimo "espíritu del tiempo" de hoy se percibe claramente una vanguardia intelectual, a la que claramente también pertenece este libro. Un ambiente general cada vez más sólido del espíritu en busca de una nueva cosmovisión que tenga en cuenta la dimensión psíquica junto con las demás, espaciotemporales o virtuales. Si no, difícil hablar de una "fórmula del todo". Hay hechos sin porqué, como la rosa de Silesius, pero que son hechos o fenómenos reales, universales y repetidos a lo largo de toda la historia de la humanidad, como los sueños, que sólo son sin porqué para las pretensiones de claridad y certeza de las viejas fórmulas ilustradas, rudimentarias ya en un universo devenido demasiado complejo, bien dice Jacobo Siruela. Extraño que sigamos apegados a la idea de reducir toda nuestra realidad a las cuatro dimensiones espaciotemporales del cuerpo visible, cuando las desconcertantes teorías y virtualidades de hoy -cuerdas, agujeros negros, antimateria, multiverso, pluridimensiones, etcétera- pulverizan el materialismo decimonónico. "La materia misma se ha convertido en un misterio tan insondable y metafísico como fue Dios para los teólogos". La única evidencia está en los hechos, las interpretaciones son coyunturales. El motto que guía este libro podían ser las palabras de Goethe, que recoge: "No se busque nada detrás de los fenómenos: ellos mismos son la teoría". En este sentido, no presenta más que hechos, fenómenos universales y siempre recurrentes, decíamos, enmarcados en la imagen apacible del sueño biológico, que "siempre oculta un misterio bajo los párpados: la posibilidad de poder experimentar una explosión de vida interior más allá de la existencia concreta". Sin mezclarse en "ninguna de las tortuosas miserias humanas que normalmente se escuchan en las sesiones de psicoanálisis", ni en otras oscuras ambigüedades, el libro describe fenomenológicamente, con tanta erudición como dominio literario, los sueños que han pasado a la historia e influyeron en ella, comprueba la veracidad de sus fuentes, recurre a la ciencia para justificar su hecho, con un mensaje constante: recuperar la realidad psíquica olvidada. "El caudal de la mente es uno y nunca cesa... no podemos permitir que la inmensa riqueza que atesora la noche se pierda en la intempestiva sombra del olvido". El autor, sereno explorador de mundos interiores, se muestra en todo ello más racional que los racionalistas y más empírico que los empiristas, y con gracia, a diferencia, en general, de ellos. ("Preguntar por el tiempo de los sueños sería como hacerlo por la longitud del pensamiento". Entre concisas dosis de teoría, ordena su inquietante, emocionante, convincente, amena descripción abordando los sueños desde la historia, lo sagrado, el espacio, el tiempo y la muerte. Sueños mensajes de los dioses o del destino, sueños curativos asclépicos, sueños en que la mente se desliza aquí y allá, onironauta, por una línea de tiempo donde toda escisión se diluye

El mundo bajo los párpados

Jacobo Siruela

Atalanta. Vilaür (Girona), 2010

352 páginas. 23 euros

... Analizando cuestiones como: ¿Dónde estamos cuando soñamos? ¿Qué es ese presente absoluto del sueño? ¿Cómo es posible ser consciente de que se está soñando, qué entender consecuentemente por consciencia e inconsciente? ¿Cómo es posible soñar teniendo encefalograma plano? ¿Qué órgano produce entonces los sueños? ¿Está sujeto a la muerte física?

... Cuestiones y hechos tan turbadores como fácticos. Sí, sorprende que el ser humano, tras tanta experiencia onírica acumulada, no asuma su importancia general, "insista en seguir siendo ciego a todo ello, y permanezca voluntariamente sometido al burdo convencimiento de que la roma planicie de cada día es la única realidad posible de todo cuanto somos y puede acontecer en el mundo".

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