El poder de los kilos
En los años cincuenta, el cómico Jackie Gleason ya paseó sin complejos su enorme figura por el clásico televisivo The Honeymooners. Del mismo modo que lo hacía el matrimonio formado por John Goodman y Roseanne Barr en Roseanne, la serie más vista en EE UU a comienzos de los noventa. Pero sus gags casi nunca hacían referencia al sobrepeso. En Mike & Molly, que la CBS estrenará el lunes 20, los protagonistas se conocen en una reunión de OA (Overeaters Anonymous, el programa de 12 pasos para tratar desórdenes alimentarios relacionados con la obesidad). Presumiblemente, las referencias a los kilos de más serán inevitables.
La tendencia ya ha sido bautizada por Los Angeles Times como "pound power" (que podríamos traducir como "el poder de los kilos"). Tras años de relegar a los obesos a brillantes secundarios, convertirlos en carne de talk shows o someterlos a dietas de cuartel en varios realities, la televisión explota las posibilidades reales que hay detrás de una historia con michelines. No solo en Mike & Molly; también en la comedia familiar Huge, sobre un campamento al que siete jóvenes son enviados a perder peso, y en Drop dead diva, en la que una brillante abogada con sobrepeso y una modelo guapa y cabeza hueca fallecen y vuelven a la vida con sus cuerpos intercambiados.
La verdadera novedad es, probablemente, que la obesidad afecta televisivamente esta vez a las mujeres. A los hombres siempre se les ha permitido la grasa. La enorme y redondísima cara de Hurley, de Perdidos, ya es un icono gracias a la portada del último disco de Weezer. Pero Kirstie Alley fue objeto de mofa cuando intentó hacer de su sobrepeso el tema principal de la serie de corta vida Fat actress. Curiosamente, los responsables de Mike & Molly rechazan esta teoría del "pound power" que tanta publicidad está dando a su serie antes de que se estrene diciendo que no es una serie sobre el sobrepeso, sino una historia de amor entre dos personajes que sencillamente están rellenitos. "No queremos que esta serie abra la puerta a otras 90 series sobre gente gorda. Pero si conseguimos que gente con diferentes imperfecciones salga en televisión, todos respiraremos aliviados", ha comentado Billy Gardel, que interpreta a Mike.
Algunos miembros de Overeaters Anony-mous no están contentos. Consideran que una terapia en la que millones de estadounidenses se rehabilitan de una adicción no debe ser el elemento central de una comedia. Pero el verdadero peligro está en los resultados de la terapia: siguiendo sus 12 pasos correctamente, los asistentes a OA suelen adquirir un peso normal en año y medio. Si Mike y Molly lo consiguen, la serie apenas durará dos temporadas.
