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Crítica:LIBROS | Biografía
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un prodigio de escritura y mezquindad

Más de veinte libros que incluyen al menos una media docena de indiscutidas obras maestras justificaron para los más el Premio Nobel atribuido en 2001 a V. S. Naipaul. Su prosa meticulosamente exquisita, su visión siempre oblicua de la realidad política e individual, la fluidez con la que pasa de la crónica histórica y viajera a la ficción, y otra vez a la crónica, inventando al hacerlo un género literario casi inédito, son sólidas razones para considerar a Naipaul uno de los escritores más importantes de la literatura de lengua inglesa contemporánea. Como escritor, Naipaul ha sido un ser afortunado, incluso en la elección de su historiador, Patrick French. Autor de esta monumental biografía, French es un lector apasionado, sensato e inteligente que ha logrado crear un retrato cabal del escritor y del hombre, de una verosimilitud apabullante. Creemos fielmente en este Naipaul, autor de Una casa para el señor Biswas y de El enigma de la llegada, de En un Estado libre y Un recodo en el río. Creemos y desesperamos. El responsable de estas obras espléndidas es un misántropo insoportable, misógino y amargo, engreído, caprichoso y mezquino. Todas las sutilezas psicológicas que se revelan en su escritura, aun en la descripción de los actos más violentos, todas implícitas sabidurías, aun en el relato de los gestos más triviales, todas aquellas riquezas que los lectores de Naipaul advierten en los personajes y argumentos de sus mejores libros, desaparecen en el carácter del monstruoso autor que French nos presenta -con la expresa autorización del mismo Naipaul-.

Naipaul acepta desnudarse ante Patrick French para sacar a la luz toda su desagradable y banal mezquindad
Aquí, vida y obra pertenecen a dos anaqueles separados, sin que pueda decirse cuál es más "literaria o reveladora"

Este último dato es en sí asombroso. Pocos de los lectores que han intentado indagar en las vidas de sus escritores de cabecera han concluido amando al autor como aman a su obra. Los lectores de Shakespeare descubren que el creador de Hamlet acabó siendo poco menos que un desalmado usurero, los de Verlaine que el delicado poeta molía a palos a su mujer encinta, los de Chesterton que el autor del buen Padre Brown era antisemita y racista... Pero ninguno de estos escritores, que sepamos, se ufanó de aquellos aspectos menos gloriosos de sus carreras. Naipaul, en cambio, se regocija de estas revelaciones y, bajo el pretexto sin duda noble de contar, como en los tribunales, "la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad", acepta desnudarse ante Patrick French para sacar a la luz toda su desagradable y banal mezquindad.

Esta arrogancia (que los franceses llaman provocation y que por lo general irrita más de lo que provoca) parece nacer de un temprano esnobismo, cuando los abuelos de Naipaul llegaron a Trinidad de la India y enseñaron a sus hijos a sentirse superiores a sus vecinos, pobres inmigrantes como ellos. Si bien los Naipaul no eran brahmanes (miembros de la casta superior), la familia, sobre todo la poderosa matriarca Soogee, se comportaba como si lo fuesen. French fielmente anota que Naipaul "prefirió apuntarse al 'sentido de casta' de la familia de su madre" y relegar la de su padre a orígenes míticamente confusos.

La cultura inglesa que el padre (frustrado escritor) admiraba se convirtió en modelo de civilización para Naipaul niño. Su padre le leía páginas de Somerset Maugham, de Dickens y de Conrad; de ellas, Naipaul extrajo una visión despectiva de su patria caribe pintada por los aristocráticos blancos como tierra de "inevitables negros" según el novelista Alec Waugh. "Uno aprendía esas cuestiones a temprana edad", confesó Naipaul más tarde. "La intención (de mi padre) era presentarme la idea romántica del mundo exterior, así como la idea romántica de la escritura". Cuando en 1950, poco antes de cumplir los dieciocho años, Naipaul logró partir hacia su amada Inglaterra, se imaginó a sí mismo no como el ambicioso hijo de pobres inmigrantes indios al Caribe, sino como un puro representante de la estirpe británica, gracias a la reciente Acta de Nacionalidad Británica que permitía a todo ciudadano del ex imperio residir en Gran Bretaña. "¿Usted nació en Trinidad?", le preguntó un periodista en 1983. "Nací allí, sí", contestó Naipaul, "pero creo que fue un gran error". "Haz constar que soy un graduado de Oxford", le dijo a French al aceptar la colaboración, "no un negro que ha ido a Londres a hacer el gilipollas".

Enamoradizo y corredor de faldas, y al mismo tiempo desleal y despectivo hacia las mujeres que compartieron su vida; ansioso de no permanecer solo y al mismo tiempo capaz de decir "es importante no confiar demasiado en las personas... la amistad nunca ha sido algo importante para mí"; preocupado explorador del sufrimiento humano y también desaforado imperialista que opinó, durante la guerra de las Malvinas, que el Gobierno de Thatcher hubiera debido bombardear Buenos Aires de inmediato y que "ahora ya es demasiado tarde": todos estos aspectos intolerables del personaje son revelados, con el consentimiento del protagonista, en esta magistral investigación de Patrick French. Acabamos la lectura exhaustos de tanta pequeña infamia.

"La vida de los escritores", dijo Naipaul en 1994, "es un tema legítimo de investigación, y la verdad no debería ocultarse. De hecho, es muy posible que el relato completo de la vida de un escritor acabe siendo una obra más literaria y reveladora -de un momento cultural o histórico- que los propios libros del escritor en cuestión".

Al menos en el caso de esta biografía, vida y obra pertenecen a dos anaqueles separados, sin que pueda decirse cuál es más "literaria o reveladora": si las magníficas novelas y estilizadas crónicas o la espantosa vida de un prodigio de egoísmo.

El mundo es así. La biografía autorizada del premio Nobel V. S. Naipaul. Patrick French. Traducción de Ramón de España. Duomo Ediciones. Barcelona, 2009. 798 páginas. 29,80 euros

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