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El rostro del jefe más despiadado de ETA

La imagen de un melenudo Txeroki, repartida en carteles de la policía por media España, tenía poco que ver con la del etarra que fue capturado el lunes en Francia. Según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el número uno de ETA estaba obsesionado con la seguridad. Por eso, entre los efectos que se le incautaron había pelucas. Y por eso ahora iba casi rapado, como aparece en la imagen, tomada tras su detención en la madrugada del pasado martes.

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