Los serbios expulsan a miles de refugiados hacia la zona bajo control del Gobierno bosnio
Bosnia oriental se convirtió ayer en tierra de éxodo y de limpieza étnica. Decenas de miles de bosnios, casi en exclusiva musulmanes, fueron arrojados por sus vencedores serbios de Srebrenica y alrededores hacia Tuzla, en la tierra bosnia que aún controla el Gobierno de Sarajevo. Eran ancianos, mujeres y niños. No había hombres mayores de 16 años capaces para el combate, hechos prisioneros y encerrados en un campo de fútbol de Bratunac. Radovan Karadzic, el caudillo serbobosnio, estaba desafiante. "Si nos atacan, aquí nos encontrarán", dijo, tras asegurar que Srebrenica jamás volverá a ser zona protegida. En eso coincidió Willy Claes, secretario general de la OTAN. Bill Clinton auguró que la misión de la ONU en Bosnia tiene sus días contados.