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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La tragedia después de la tragedia

El francés Gilles Paquet-Brenner indaga en "La llave de Sarah" en el drama del colaboracionismo francés con los nazis

En París se referían a ese velódromo como el de Invierno. Pero era julio y concretamente ese día, el 16, fue especialmente caluroso. Las 13.000 personas apiñadas en ese espacio abierto no contribuían a olvidar el calor sofocante. Había tambiénmucho ruido y el olor era insoportable. Muchos niños miraban incrédulos a su alrededor. Todavía estaban al lado de sus padres, pero sería por poco tiempo. El 16 de julio de 1942, de noche, 12.844 judíos (4.000 de ellos niños) fueron arrestados en el barrio del Marais, de París, y trasladados al velódromo, primer paso en un viaje trágico que finalizó en los campos de exterminio alemanes. La redada, conocida como Viento Primaveral, fue realizada por la Policía francesa en connivencia con el Ejército nazi. Una de las páginas más oscuras de la historia reciente francesa ya fue retratada en la película La rafle (La redada), dirigida por Roselyne Bosch. Ahora, casi sesenta años después, la tragedia del conocido como Velódromo de la Vergüenza vuelve a la gran pantalla con el filme La llave de Sarah, estrenada el pasado miércoles, que dirige Gilles Paquet-Brenner e interpreta por Kristin Scott Thomas.

"Fue en los ochenta cuando en Francia se comenzó a revivir lo que quizás hoy se está haciendo en España con el tema de la memoria histórica"

La llave de Sarah es un conmovedor relato de los secretos que guarda una lujosa casa de París y los horrores que se vivieron en la época de la caza de judíos. Una periodista norteamericana (Kristin Scott Thomas) irá descubriendo los trágicos acontecimientos que se vivieron entre esas paredes, cuando una niña, Sarah, y su familia fueron arrestados por los gendarmes franceses y enviados al Velódromo de Invierno. El hermano pequeño, Michael, se esconde en un armario, quedándose Sarah con la llave del escondrijo. El filme, basado en el exitoso libro del mismo título de Tatiana de Rosnay, va intercalando el presente y el pasado, en un viaje estremecedor hacia los horrores del nazismo y el colaboracionismo de los franceses.

Gilles Paquet-Brenner sabe bien de lo que habla La llave de Sarah. Su abuelo materno era judío alemán y, tras la invasión de los nazis, no quiso huir de Francia, como muchos otros compatriotas hicieron, pensando que estaba en la patria de los derechos humanos y que nunca habría riesgos para ellos. Fue denunciado por los propios franceses y trasladado a un campo de concentración donde murió a los dos días, tras tragarse el veneno que escondía en su anillo. Esta historia del veneno solo la conoció por sumadre, unamujer educada en un ambiente de silencios y dureza, que se decidió a contarla cuando Paquet- Brenner comenzó el rodaje del filme. "No hice la película por mi historia personal, aunque no puedo negar que ha sido una manera de cerrar un capítulo en mi familia, sin hacer terapia pública, pero sí rindiendo homenaje a todos aquellos quemurieron en los campos de concentración. Siempre ha sido una historia que me ha perturbado mucho", confesaba este realizador francés de 37 años en el transcurso del último Festival de Cine de San Sebastián, donde su película clausuró la edición.

Más allá de los acontecimientos reales, a Paquet-Brenner le interesaba sobre todo la reflexión sobre lo que viene después del dolor. "Nosotros, los franceses, no estamos en la etapa de buscar responsabilidades. Ya sabemos de quién fue la culpa. Ahora estamos en el corazón del problema. ¿Por qué sucedió? ¿Qué pasa después? ¿Cuáles son las consecuencias personales? ¿Cómo se asume el pasado?", dice el director de La llave de Sarah, para quien la prioridad francesa después de la guerra fue la reconciliación en un país totalmente fragmentado. "Fue a partir de los años ochenta cuando en Francia se comenzó a revivir lo que quizás hoy se está haciendo en España con todo el tema de lamemoria histórica, es decir, se empezó a reevaluar la responsabilidad real del Estado francés y, sobre todo, a salir del esquema según el cual la culpa solo la tenían los nazis, en un intento de hacer comprender a la gente que los nazis fueron ayudados pormuchos franceses. Ahora mismo estamos en pleno debate sobre la identidad nacional. Tenemos un Gobierno muy de derechas que utiliza todos estos temas para sacar ventaja electoral, todo el tema de los gitanos, de la seguridad… Son momentos en los que es importante volver al pasado y recordar lo que pasó".

Aunque realizó una investigación profunda sobre los hechos sucedidos en el Marais parisiense y tuvo en el propio rodaje a Annete Muller, una niña superviviente detenida junto a su familia en el velódromo—" no quería distancia o reconstrucciones alejadas, sino poner a la gente en medio de lo que ocurrió de verdad; no me interesaba cómo era el velódromo, eso ya lo sabía yo, hay fotos, lo queme interesaba era saber cuáles eran sus recuerdos, que me hablaran del ruido, del calor, de los olores"—, Paquet-Brenner introdujo esa historia de ficción en torno a Sarah y su hermano. "¿Tenemos derecho a hacer ficción de un tema tan doloroso?", se pregunta el realizador. "Como artista, creo que es bueno hacerlo. La ficción fija la memoria, hace que la realidad sea tangible, además de conseguir, en este tema tan concreto de nuestro pasado, que niños y adolescentes se interesen por ello".

¿Cree que es posible el perdón?

"Mi abuela diría que no, mi madre no respondería y yo digo que sí, que hay que perdonar, que no tenemos otra elección". ¿Se sale indemne de un viaje así?

"La víspera del comienzo de la preparación de la película, mi mujer me anunció que estaba embarazada. He hecho esta película y he sido padre de una niña. Justo después de nacer mi hija, mi abuela murió. Tuve la impresión de volver a cerrar un libro. La llave de Sarah ha sido algo muy bueno. Mi madre está más en paz con ella".

La llave de Sarah, dirigida por Gilles Paquet-Brenner e interpretada por Kristin Scott Thomas, MélusineMayance y Niels Arestrup, se ha estrenado en España anteayer, 29 de diciembre.

Gilles Paquet-Brenner, fotografiado el pasado mes de septiembre en San Sebastián
Gilles Paquet-Brenner, fotografiado el pasado mes de septiembre en San SebastiánJESÚS URIARTE

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