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Tentaciones
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Reportaje:TENDENCIAS

El verdadero triunfador de la era 2.0

Durante la pasada década, ser visto en el metro con los auriculares de Apple se convirtió en uno de los posicionamientos estéticos que definieron la época. Hoy, tener un iPod es casi retro. Y poseer un iPhone es tan común que quienes realmente reparan en estas cosas saben que no basta solo con exhibirlo en su formato de serie, los auriculares se han convertido en la única forma de expresar tu individualidad mediante tus gadgets y, ya de paso, de salvar la industria del disco. Ya no es un artefacto meramente útil, es el auténtico ganador del mercado del pop en la era 2.0.

Actualmente los cascos, cuando no son enormes, son de moda. Y cuando no son de moda, llegan con esos nombres capaces de venderlo todo: Lady Gaga, Dr. Dre, Justin Bieber o P. Diddy. Han caído irremediablemente en el universo de la tendencia, un monstruo enorme que durante la pasada década se ha ido zampando casi todos los elementos de nuestra cotidianidad. Si antes todo era política, hoy todo es moda. Los ciclos de consumo los marca la temporalidad de la tendencia, no la durabilidad del producto.

"El público ha salido en busca de un auricular de moda que suene bien"

"En el último año, el público ha salido en busca de un auricular que sea de moda y suene bien. También hemos visto una tendencia hacia los cascos cada vez más grandes, lo que significa que el creador tiene más opciones de introducir color, estilo de vida y moda en el producto", declaraba recientemente Linda Irvin, product manager de Sennheiser, firma especializada en audio que acaba de lanzar una gama de cascos junto a Adidas.

La marca alemana se une así a la carrera en la que llevan ya años enfrascadas marcas de moda de calle, como la sueca Wesc, acaso pionera en producir cascos de amplio pantone y hechuras ochenteras, lo que nos podría llevar a concluir que de alguna manera todo esto no es más que otra pata del eterno revival de aquella década. O no.

"Nuestra marca llega con la idea de reparar el ecosistema actual de la industria musical", declaraba el año pasado Jimmy Iovine, capo del sello Interscope y socio de Dr. Dre en su nueva aventura comercial, Beats, una compañía que comercializa cascos de alta gama, algunos de ellos con la firma de Lady Gaga o Justin Biener. Su idea es crear un cambio de paradigma en la industria del entretenimiento del calibre de la llegada del compacto o el iPod. Las cifras que manejan -un aumento de un 10% en la venta de estos trastos en E EU el pasado año- convierten a estos chalados ambiciosos en visionarios. "El mal sonido está acabando con la industria musical. Queremos devolver a la gente la posibilidad de escuchar los discos como fueron grabados", insistía Dr. Dre al respecto de las intenciones benévolas, mucho más allá de la paratendencia o el branding de estrella el pop que puede llevar a gastarte a partir de 150 euros en un par de auriculares de su marca.

Un año después de la profética declaración de intenciones de Dr. Dre y Iovine, la cadena de tiendas de música británica HMV, una de las pocas supervivientes entre las franquicias de venta de discos, anunciaba que iba a variar ostensiblemente su modelo de negocio. En vez de concentrarse en sus productos habituales, básicamente compactos musicales y DVD de estreno, sus principales objetivos iban a ser las entradas de conciertos y, claro, los auriculares. En el Reino Unido, este mercado factura más de 170 millones de euros al año. "Cuando las estrellas como Lady Gaga vienen a nuestras tiendas, ya no lo hacen para promocionar sus discos, sino para anunciar su gama de auriculares", declaraba Simon Cox, CEO del grupo HMV.

Los artistas ya no venden discos, las firmas de electrónica prácticamente han dejado de fabricar reproductores de compactos y los teléfonos móviles ya llegan todos con reproductor de MP3. Así, tal vez lo único que pueda venderse para bajar la música de la nube en la que se ha aposentado sean un par de auriculares, grandes y de colores.

Los cascos, la nueva expresión de personalidad.
Los cascos, la nueva expresión de personalidad.

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