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Mi vida con Asus

Cansada de esperar una fecha oficial que nunca llegaba, de leer blogs con múltiples especulaciones y de encontrar fotos de gente que ya lo tenía en otros países, decidí que tenía que hacerme con un ASUS Eee como fuese.

Tras unas vueltas por la tienda virtual eBay, el 28 de diciembre, casi podría ser una broma, me hice mi autorregalo navideño. El vendedor tenía un buen puñado de estrellas que acreditaban que no me iba a timar. Enviarle tu dinero por Paypal es una cuestión de confianza, de creer que si a otros les fue bien, ¿por qué a ti no?

Procedí con la transferencia de 349 euros más otros 49 de gastos de envío a gooddealz-com, vendedor taiwanés del ASUS Eee PC 701 Series 4GB/1G RAM que ahora poseo. Había más colores: azul, verde, rosa... El blanco, quizá por su similitud con los deseados Macbook, fue mi elección.

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Pedí que me lo pusiera con el sistema operativo en español y cumplió. Hasta mediados de enero no hizo su aparición en la aduana de Barajas. Tocó pagar 24 euros con los que no contaba en concepto de impuestos por importación, pero la impaciencia por tenerlo en mis manos atenuó el golpe en la cartera.

Nada más sacarlo de la caja me sorprendió su escaso peso y un cargador que se parecía más al de un teléfono móvil que a las habituales fuentes de alimentación de los ordenadores portátiles. En poco más de una hora su batería estaba totalmente cargada y se podía empezar a trastear con un ordenador en el que al escribir apenas caben las dos manos.

Su arranque es casi inmediato. Sólo hacen falta 26 segundos para que cargue el sistema operativo Xandros. Esta distribución de Linux resulta muy sencilla e intuitiva para cualquiera, aunque nunca antes la haya usado. El sistema operativo permite ir de pestaña en pestaña ya sea para la configuración, navegar, trabajar, utilizar elementos multimedia o jugar.

Viene con abundantes programas preinstalados: Skype, Firefox, acceso directo a GMail, posibilidad de colocar fotos directamente en Flickr, Open Office y aplicaciones de gestión de vídeo, audio e imágenes. No tiene Bluetooth, pero sí una capacidad endiablada para conectarse con redes Wi-Fi.

La pantalla de siete pulgadas es muy justita; no así los altavoces, que suenan mejor de lo esperado, ni su webcam camuflada en la propia estructura. Cuatro gigas de memoria podrían saber a poco, pero la ranura de expasión por SD y tres USB permiten añadir almacenamiento auxiliar en cuestión de segundos.

El teclado QWERTY venía, además, con los símbolos chinos debajo de cada letra occidental; daba un toque muy snob, aunque no sirven de nada, sobre todo cuando lo que necesitas es una ñ, una ç o poner una tilde. Bastó con seguir las instrucciones de apuf! (http://apuf.com/blog/acentos-y-n-en-el-asus-eee/ ) para escribir en nuestro idioma sin hacer saltar las alarmas del corrector ortográfico.

Aquellos a quienes les gusta hurgar en las tripas pueden ponerlo en modo consola. Por la red proliferan los tuneos con otros sistemas operativos y modificaciones a placer.

Ligero, rápido y con actualizaciones frecuentes, no encontré nada mejor por un precio más bajo. Por no hablar de la cantidad de miradas que roba... Resulta ideal para ir de viaje y para llevarlo en el bolso.

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