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COCA-COLA | Laboratorio de ideas | BREAKINGVIEWS REUTERS

Brusco golpe de timón

Muhtar Kent no superó el último reto de Pepsi. El presidente de Coca-Cola lanzó una Dasani fría sobre la decisión de su rival en el sector de los refrescos de adquirir su filial embotelladora el año pasado. Ahora -sorpresa- Coke está copiando la operación con la absorción de las operaciones de embotellado en Norteamérica de Coca-Cola Enterprises, valorándolas en cerca de 13.000 millones de dólares.

El cambio radical de opinión no significa que la decisión no sea sensata desde un punto de vista financiero y estratégico. El ardid de los años ochenta de escindir negocios de capital intensivo para centrarse exclusivamente en su concentrado de fórmula secreta ya no funciona. No obstante, Kent parece un charlatán por descartar tan recientemente la idea después de que Pepsi se le adelantara.

Parece que los números cuadran tanto para Coke como para su embotelladora. Es un poco sorprendente, ya que también cuadraban cuando Coke se separó de ella en 1986. Coke evita inteligentemente el pago en efectivo de los bienes que está adquiriendo. En vez de ello, cancelará su participación del 34% en Enterprises, valorada en 3.400 millones de dólares, asumirá una deuda de 8.900 millones de dólares sobre la que puede obtener un escudo fiscal y absorberá unos 600 millones de seguros de pensiones sin respaldo financiero.

A cambio, Coke obtiene el control de un sistema de embotellado que necesita una adaptación. Wall Street aplaudió en su día la separación entre el embotellador y el concentrado, cuando las bebidas gaseosas estaban de moda y los Wal-Mart del mundo no tenían una cuota de mercado tan grande.

Pero el comportamiento del consumidor ha cambiado. Los consumidores estadounidenses quieren un abanico más amplio de bebidas no carbonizadas, de las que no se ocupan los embotelladores. Y los compradores adquieren las bebidas en los supermercados, a los que se suministran más eficientemente mediante unos cuantos camiones grandes desde unos almacenes que los 55.000 más pequeños que Enterprises envía desde sus plantas embotelladoras. Aunque esto requerirá una actualización, Coke sigue afirmando que puede conseguir 350 millones de dólares en sinergias mediante el acuerdo.

Aunque el cambio de estrategia de la empresa después de décadas parezca razonable, sorprendió por lo repentino. Kent y su predecesor, Neville Isdell, desdeñaron el acuerdo de

Pepsi. Un consejero delegado que cambia de parecer demuestra o bien una gran flexibilidad intelectual o bien una tendencia a la palabrería. -

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