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A favor del turismo

El turismo vuelve a crecer. Los últimos datos de la OMT confirman la tendencia de recuperación iniciada en el último trimestre de 2009. Las llegadas de turistas internacionales se incrementaron en un 7% en los cuatro primeros meses de 2010. Después de un año de constante declive, el pasado abril fue el séptimo mes consecutivo con resultados al alza mundialmente. Las señales positivas llegan, a pesar de las dificultades de los últimos meses. De hecho, el ritmo mundial de recuperación del turismo es más rápido de lo inicialmente previsto, impulsado en gran medida por los mercados emergentes, especialmente los asiáticos.

Recuperación con crecimiento desigual. Lógicamente, hay diferencias entre las distintas regiones del mundo, con una horquilla desde el +12% de Asia y el Pacífico hasta el +6% en las Américas. Europa se sitúa en el otro extremo. Los mercados del continente han sufrido una volatilidad significativa, la tasa de desempleo es mayor que en otras regiones y la recuperación económica es más lenta. Con un crecimiento de tan solo un +0,3% en 2010, el comportamiento del turismo europeo guarda una relación directa con la renqueante recuperación económica. Los resultados se han visto lastrados, además, por el cierre durante una semana del espacio aéreo europeo, debido a las cenizas volcánicas generadas por la erupción de un volcán en Islandia.

La OMT insta a los Gobiernos e instancias decisorias para que apoyen al turismo: no con subsidios, sino con políticas favorables
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Centrándonos en España, los resultados hasta mayo (-3%) indican una recuperación gradual tras las serias dificultades de 2009. De hecho, la cifra de llegadas de turistas internacionales era positiva hasta el mes de abril.

Con este telón de fondo mixto, la OMT prevé que las llegadas de turistas internacionales crecerán entre un 3% y un 4% en 2010. Empujadas en gran medida por la dinámica de los mercados emergentes, las tasas de crecimiento actuales sugieren que los resultados a finales de año podrían estar más cerca del 4%, e incluso, superarlo. Dependerá en gran parte de los resultados de la próxima temporada alta estival en el hemisferio Norte, especialmente en Europa.

Retos persistentes. Debemos, no obstante, permanecer atentos, ya que la recuperación es aún frágil y sigue habiendo muchos retos. El desempleo creciente, en particular, sigue siendo causa de gran preocupación. Además, como anticipó la OMT, no cabe duda que los déficits públicos suponen un serio desafío para la economía en general y para el turismo en particular. Esto es especialmente relevante para las economías avanzadas y podría afectar a los principales mercados emisores.

La retirada de los paquetes de estímulo, unida a las medidas de austeridad y al alza de los impuestos promovida por muchos Gobiernos, se han convertido en factores importantes a tomar en cuenta. El propio sector turístico puede enfrentarse a un aumento de los impuestos, ya que el Reino Unido prevé elevar la tasa de salida del país (noviembre de 2010) y Alemania ha anunciado su intención de introducir un nuevo impuesto aéreo como parte de sus planes de ajuste. La OMT advierte de los posibles efectos adversos de unas decisiones unilaterales en materia de fiscalidad sobre el turismo, que podrían perjudicar al sector y constituir un importante riesgo de deterioro para una industria en vías de recuperación.

Es hora de apoyar al sector turístico. Cuando muchos países se ven ante las restricciones del déficit público y el descenso del consumo interno, el turismo puede ofrecer puestos de trabajo claramente necesarios, así como ingresos por exportaciones y, por supuesto, ingresos fiscales. Es hora de apoyar la actividad.

Los números hablan por sí mismos. Como sector de servicios, el turismo es uno de los principales creadores de empleo. Da trabajo, directa e indirectamente, a entre el 6% y el 7% de la población activa mundial. Es también un sector clave de exportación (el 30% de las exportaciones de servicios del mundo) y puede ayudar a los países a avanzar por la senda de la consolidación económica. Sin embrago, a pesar del papel que ha demostrado como estímulo de la economía mundial y del desarrollo, el turismo todavía no está lo suficientemente considerado en la toma de decisiones globales. Maximizar todo su potencial socioeconómico requiere unas políticas públicas propicias.

Nos enfrentamos a un reto político: defender la causa del turismo. Hablar con una sola voz. De hecho, se observan señales alentadoras. La reciente decisión de China de elevar su estrategia turística a política de Estado sirve de ejemplo, mientras que el Tratado de Lisboa ha abierto explícitamente nuevas puertas a la política turística de la Unión Europea. Nos congratulamos también de la reciente iniciativa del T-20, liderada por los miembros de la OMT, que reúne a ministros de Turismo de las principales economías para debatir la contribución del sector a la recuperación económica mundial y a una transformación a más largo plazo hacia una economía "verde". En el mismo sentido, Argentina ha reconocido precisamente esta semana el valor del turismo para su desarrollo socioeconómico con la creación de su primer Ministerio de Turismo.

Sin duda, la naturaleza horizontal del turismo hace difícil para nuestro sector hablar con una sola voz. Al mismo tiempo, este hecho refleja su amplitud inigualada y su relevancia mundial. Aun así, hablar con una sola voz es crucial para situar el turismo entre los primeros puntos de la agenda mundial. La OMT insta a los Gobiernos y a las instancias decisorias para que apoyen al turismo (no con subsidios, sino con políticas favorables), dada la valiosa contribución del sector a la creación de empleo y un crecimiento económico que se hacen absolutamente necesarios.

Taleb Rifai es secretario general de la Organización Mundial del Turismo.

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