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Caffarel pide fondos para salvar los archivos históricos de TVE

200.000 horas grabadas desde los años sesenta pueden desaparecer

La directora general de Radiotelevisión Española, Carmen Caffarel, aseguró ayer que los archivos de televisión de la cadena pública guardan 200.000 horas de grabaciones correspondientes a las décadas de los sesenta y los setenta en peligro de destrucción, por lo que pidió más apoyos económicos y de equipamiento para su conservación. En 2002 se presupuestaron para esta partida 64 millones de euros, de los que se han desembolsado 17 millones. Francia destinó 150 millones para su archivo audiovisual.

Caffarel admitió que, en esta "carrera contra el reloj", el convenio firmado con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en 2002 -en el que se estableció un presupuesto de 64 millones de euros- "no es suficiente" para rescatar grabaciones históricas. "Con el plan de 2002 no llegamos", dijo Caffarel en una rueda de prensa en la que estuvo acompañada del presidente del Instituto Audiovisual Francés, Emmanuel Hoog, al término de la 30ª Conferencia Mundial de la Federación Internacional de Fondos de Archivos Audiovisuales (FIAT), celebrada desde el pasado viernes en Madrid y que ha reunido a representantes de 180 instituciones de 70 países.

Además del material de las televisiones autonómicas y privadas, sólo el archivo de la cadena pública atesora 1,7 millones de horas de grabaciones desde 1962 -año en que se comenzaron a guardar-, en formatos obsoletos como el cine, el sistema U-Matic o las cintas de vídeo analógico, que están amenazadas por diversos factores. Caffarel advirtió de que los fondos documentales del Ente Público, "los más importantes del país y su memoria colectiva", corren peligro de desaparecer para siempre, lo que supondría una "pérdida impagable" para los españoles, precisamente el año que TVE celebra el 50º aniversario de su nacimiento.

"Éste es un proceso lento, arduo, costoso", dijo la directora general, que insistió en la necesidad de "más fondos", porque los documentalistas de la casa -80 personas trabajan en la digitalización desde 2002- "ni siquiera saben qué hay, ni cuántas horas, ni de cuándo son". "Hasta que no se abran las latas no se sabrá, pero el tiempo corre en nuestra contra y abrir cada lata cuesta dinero", advirtió. La primera fase de transformación de los archivos en los actuales estándares, previa a su digitalización, está previsto que acabe antes de 2008.

En los archivos de la cadena pública hay hasta 240.000 latas de material filmado, entre ellas cintas de celuloide -formato cine-, empleadas para conservar la emisión de TVE hasta mediados de los ochenta, un formato vulnerable a una bacteria (conocida como el síndrome del vinagre) y a la degradación del soporte. También se apilan documentos en sistema U-Matic -pronto desaparecerán los equipos que pueden reproducirlos-, mientras las cintas tradicionales magnéticas tienen un tiempo de conservación muy corto y sus cualidades se alteran con facilidad. El vídeo se transforma antes que el cine porque el material fílmico, más degradado, debe ser tratado con más cuidado, según explicaron los responsables.

Mientras, los archivos sonoros de la radio pública, desde su creación en 1937, han sido completamente digitalizados, en un proceso que comenzó en 1999 con cinco millones de euros de presupuesto, una cantidad que "se queda pequeña ante el reto de digitalizar los fondos de TVE".

La directora general ya reclamó hace un año, en comparecencia parlamentaria, un "plan de choque" que ayude a abrir las más de 240.000 latas de material filmado y los diversos documentos que atesora el grupo público: desde los archivos fotográficos del diario Pueblo, del retratista Frantzen y de la Casa Real, a los fondos históricos de finales del siglo XIX y comienzos del XX, el NO-DO, o los sonoros anteriores a la Guerra Civil española, conservados en rollos de cera.

La experiencia francesa en la materia comenzó en 2001 y prevé su término en 2015, cuando se habrán invertido más de 150 millones de euros para crear el archivo audiovisual más grande del mundo, con 2,1 millones de horas de documentos. Según su director, Emmanuel Hoog, los archivos que en esa fecha no estén digitalizados "estarán en peligro de desaparecer para siempre". Hogg explicó que, según la Unesco, en el mundo hay más de 200 millones de horas de imágenes que están en peligro de extinción, y que más del 80% habrá desaparecido antes de 15 años.

Caffarel dijo sentir "envidia" del proyecto francés, que además ha abierto el libre acceso a los contenidos tanto a la industria audiovisual como a los ciudadanos a través de una página web, y ha puesto en marcha convenios para estudiosos y proyectos del ámbito académico.

"La digitalización no sólo permite la conservación de la memoria, sino que facilita el recuerdo y la labor de búsqueda de información para profesionales", señaló Hoog. El "problema acuciante", según RTVE, "es el presupuestario".

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