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Análisis:A la parrilla
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Homogeneidad

Exprimir la fórmula de éxito es el signo de los tiempos. Tengo una pregunta para usted (TVE-1) no escapa a esa ley. El martes, por partida doble, el presidente de Andalucía, 62 años, y el de la Generalitat de Cataluña, 52 años, se mostraron como dos socialistas casi clónicos en sus respuestas y actitudes: ni uno ni otro son la alegría de la huerta. Y quienes preguntaron —28 a Chaves, 31 a Montilla, a una media de tres minutos por pregunta— parecían perfectamente intercambiables. Otro tanto ocurrió con Ana Blanco y Lorenzo Milá, eficaces, atentos a que no hubiera una palabra de más. La homogeneidad de andaluces y catalanes fue manifiesta. Podía haber sido un solo debate: la horma social funciona, España no se rompe por ese lado.

Unos hablaron en catalán, los otros en castellano. Normal. Jubilados, estudiantes, parados, amas de casa, administrativos a partes iguales, pero, ¡sorpresa!, más albañiles en Cataluña, más empresarios en Andalucía: una nueva realidad. Temas comunes: "¿Qué hay de lo mío?", educación, sanidad, el botellón, pensiones; el desencanto de la política, que quedó patente. El centralismo de Sevilla y de Barcelona no gusta. Los mayores expresaron su necesidad de dignidad. Los jóvenes indagaron, sin contemplaciones, en los privilegios de Chaves y Montilla. El primero dio su sueldo —5.000 euros brutos—, el segundo puntualizó que dos cargos en política no implican dos sueldos. Ambos tienen hipotecas que pagar.

Uno nació en Ceuta y hoy es andaluz, otro nació en Andalucía y "eligió ser catalán". Uno se enfrenta a elecciones, y, claro, Andalucía es Jauja, la herencia de sus 17 años en el cargo. El otro brega con los socavones de la herencia ajena. Chaves se quita de encima la Operación Malaya con retórica; tiene mal enfado. Montilla es tímido, imperturbable, no le va la demagogia. Los dos coincidieron en invitar a palacio a quienes se quedaron sin preguntar. No hay programa sin premio.

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