"El semáforo es algo que nunca me he atrevido a hacer", dice Chicho Ibáñez
Un ama de casa convencida de su habilidad para atravesar globos con una aguja de coser recibe un apoteósico abucheo del público que asiste a El semáforo. La supuesta maga no ha dejado ni un globo sano. Este es el riesgo que corren los participantes en el nuevo programa de Chicho Ibáñez Serrador que se estrena mañana en TVE-"Con tal de salir en televisión, los españoles se arriesgan a cualquier cosa, incluso a ser abucheados", asegura el realizador.El semáforo es "un experimento nuevo que no me he atrevido a hacer hasta ahora", dice Ibáñez Serrador. La clave es el público que asiste al plató. "Por primera vez, no estará teledirigido ni manipulado. En muchos espacios el público es de figuración, va pagado y hace lo que le ordena el regidor. Aqui es completamente libre". Los espectadores serán quienes premien con aplausos o censuren con silbidos, pataleos, y caceroladas las actuaciones de nueve artistas anónimos. En el de mañana abundarán los silbidos. Uno de los más sonados se lo llevará una recitadora de versos de Machado. "Es realmente pésima", dice Ibáñez Serrador, "pero salió muy contenta del estudio". No corre mejor suerte el trío de amas de casa cuando cantan Ellas las prefieren gordas.
Los participantes son tipos peculiares "que llevan a cabo la teoría de Andy Warhol de que todo el mundo persigue cinco minutos de gloria en televisión", apunta Ibáñez Serrador.
En El semáforo participa gente de la calle, que actúa como lo hace en las fiestas de pueblo. Es la antítesis de espacios como Trampolín o Salto a la fama. Sigue la tradición de los teatros de variedades norteamericanos de principios de siglo".
Acostumbrado a los macroespectáculos televisivos, Ibáñez Serrador afirma que El semáforo es "un programa barato. No tiene grandes decorados ni gigantescos premios". El ganador se llevará un millón de pesetas. El presentador, Jordi Estadella, tiene orden de permanecer impasible ante las delirantes actuaciones. También entrevistará a un famoso, sometido al veredicto del público. La actriz Aurora Redondo es la invitada del viernes.
