El mejor Chejov
Es difícil traer la literatura de Anton Chejov al cine. Mientras se lee al gran escritor ruso parece todo lo contrario: que la inmediatez y la transparencia de sus hermosos relatos tiene facilísima tradución a imágenes. Pero es este un espejismo engañoso. Esa su inmediatez esconde infinidad de corrientes subterráneas difíciles de visualizar; y sus transparencias, cuando uno cierra los ojos, se convierten en una compleja y enmarañada visión del mundo ruso finisecular y de sus pobladores.Ojos negros, aunque es un filme de producción italiana, está escrito y dirigido por un cíneasta ruso -Nikita Mijalkov- que conoce al dedillo los sutilísimos entresijos de la literatura narrativa y dramática de Chejov, entre otras razones porque este cineasta es también actor -un excepcional actor- y como tal ha recreado en la escena personajes chejovianos, a los que literalmente adora. Y esta adoración se percibe materialmente en este filme apasionado y casi reverencial.
Es Ojos negros un filme de amor y de amores. Aparte del triste y divertidísimo amor de la ficción -compuesta con tres cuentos de Chejov maravillosamente entrelazados en el guión- hay en la película ese amor del director por el mundo que visualiza y la pasión del actor protagonista -Marcello Mastroianni- por trabajar con este director, ante el que quedó -según confesión propia- literalmente hechizado al ver su filme Oblomov. Todos estos amores impregnan la pantalla con una sensación de alegría, de comodidad y de identificación de los creadores con su tarea, que el espectador se contagia casi físicamente de su euforia, dejando pasar por alto algunos apresuramientos de algunas secuencias del filme y disfrutando sin riendas con el delicado, inefable, tierno, atravesado de humor y de patetismo, relato chejoviano.
Dos atractivos que añadir a los ya dichos: la presencia de la bella actriz rusa Helena Sofonova y de la italiana Silvana Mangano, en la que fue su última aparición en la pantalla. De esta manera, Ojos negros acumula bellezas junto a pasiones y el resultado es una gozosa película, que quien no haya visto en la pantalla grande tiene obligación, si ama el cine y a Chejov, de ver en la pequeña, aunque en esta resulta una sombra de aquella.
Ojos negros se emite a las 22.20 por TVE 1.