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'Al filo' recorre 5.000 kilómetros de la legendaria Ruta de la Seda

La travesía es la 'etapa reina' de la vuelta al mundo en moto

Rosario G. Gómez

Islamabad es el punto de partida. Un equipo de Al filo de lo imposible inicia en la capital paquistaní la etapa reina de una carrera poco común: la vuelta al mundo en moto. La expedición sigue la Ruta de la Seda, una vasta red comercial que hace 2.000 años unió Oriente y Occidente. La diferencia es que "esta vez, en vez de camellos llevamos monturas modernas", dice Sebastián Álvaro, director del programa de TVE.

La expedición discurrirá por algunos de los lugares míticos de Al filo de lo imposible: desde las gigantescas montañas del Himalaya y del Karakorum hasta el abrasador desierto de Taklamakán. Los viajeros bordearán el imponente Nanga Parba (cumbre de 8.126 metros), se adentrarán en el valle del Indo y sortearán la depresión de Turfán. Una parada especial será la que realicen en la pequeña aldea paquistaní de Hushe, epicentro del programa de ayuda humanitaria liderado por Álvaro.

Por la Ruta de la Seda han transitado mercancías y piedras preciosas, pero también ideas, culturas y religiones, desde los tiempos del general chino Zhang Qian, en el siglo II antes de Cristo. Ahora, Al filo de lo imposible ha trazado en este legendario territorio una etapa de 5.000 kilómetros que se enmarca dentro de la vuelta al mundo en moto. Para el director del programa de TVE, esta aventura no tiene nada que ver con carreras deportivas como el famoso París-Dakar. "Representa una ocasión de comparar esta ruta con la de los antiguos viajeros y mostrar cómo eran los paisajes hace 2.000 años", comenta Sebastián Álvaro desde Islamabab, donde espera la llegada de los vehículos para emprender el trayecto. "Es un viaje a la antigua usanza. No vamos a tratar de llegar los primeros".

Aventura y cultura

La ruta de esta caravana motera discurrirá por territorios, en algunos tramos, a casi 5.000 metros de altura y, en otros, a 130 metros bajo el nivel del mar. Es un itinerario que "no ha hecho nadie", afirma Álvaro, quien estará acompañado por el experimentado camarógrafo Antonio Perezgrueso, que viajará en coche, y el catedrático Eduardo Martínez de Pisón, que ha recorrido medio mundo realizando estudios de geografía física. Su misión tendrá una vertiente científica para ayudar a descifrar, por ejemplo, los petroglifos budistas, inscripciones sobre roca que salpican las enormes moles del Karakorum.

La expedición visitará Kashgar (en el oeste de China), considerada la perla de la Ruta de la Seda, y observará de cerca el Taklamakán (que significa "si entras, no saldrás") siete años después de haber atravesado sus ardientes dunas, para parar la moto en la ciudad sagrada de Dunghuang. Álvaro admite que el trayecto no está exento de riesgos, especialmente la zona de Nanga Parba, "donde los bandidos están a la caza". En la travesía se embarcan también Javier Pérez Monreal, Gustavo Cuervo y Ricard Tomàs, que han participado en la vuelta al mundo en moto. La carrera, que lleva un año sobre ruedas, ha celebrado su última etapa en Australia.

Caravana de <i>Al filo de lo imposible</i> en el desierto de Taklamakán.
Caravana de Al filo de lo imposible en el desierto de Taklamakán.

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