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Reportaje:

El fútbol se queda fuera de juego

Las retransmisiones de la Liga española han perdido un millón de espectadores en las últimas dos temporadas

Rosario G. Gómez

La ficción gana por goleada al fútbol: Aída tiene más tirón que Ronaldinho y House triunfa tanto como el Real Madrid. Los datos de audiencia ponen de manifiesto cómo las series -nacionales o estadounidenses - han desplazado a la Liga de fútbol de las preferencias de los telespectadores. El deporte rey pierde aficionados no sólo por la decadencia de la Liga de las estrellas, sino por la deficiente cobertura de las televisiones que este año se han repartido los derechos audiovisuales: La Sexta y las cadenas autonómicas de Cataluña (TV-3) y la Comunidad Valenciana (Canal 9), a las que se ha unido en el tramo final del campeonato Televisión de Galicia.

El fin de la 'Liga de las estrellas' y la deficiente cobertura causan una pérdida de audiencia
El Barça-Madrid de este curso cosechó dos millones menos de aficionados que en 2004

En lo que va de la actual temporada, los partidos de Primera División han cosechado una media de audiencia de 3.289.000 espectadores (22,4% de cuota de pantalla), casi la mitad de lo que consigue cada semana la serie forense CSI en Tele 5. Ese 22,4% representa 5,5 puntos menos que hace dos temporadas. En este tiempo se han dado de baja de la televisión casi un millón de aficionados (uno de cada cuatro). Pero si se compara sólo la primera parte del curso 2006-2007, la cuota desciende al 21%, según los datos de los audímetros.

La gran paradoja del fútbol televisado es que cada temporada cuesta más dinero y cada año se ve menos. El precipicio por el que se deslizan las audiencias ha llevado a algunos directivos (especialmente a los de TV-3) a reconsiderar la retransmisión de la Liga.

Históricamente, el fútbol y la televisión han formado un equipo bien avenido. Pero el balompié ya no mueve las mismas masas. Sobre todo, cuando se trata de la Liga española, donde la tendencia a la baja se presume irrefrenable.

A su paso por la pequeña pantalla, la temporada 2004-2005 registró una audiencia media de 4.150.000 espectadores (27,9%), una cifra que en la competición del curso siguiente bajó a 3.957.000 (26,2%). En lo que va de la actual campaña, la media por partido es de 3.289.000 aficionados (22,4%).

Los choques entre los eternos rivales, el Real Madrid y el Barcelona, son la estrella de cada temporada. Pese a la exaltación que despiertan, estos partidos de máxima rivalidad también se han visto contagiados por la caída de la audiencia. En tres temporadas han perdido dos millones de hinchas. En la Liga 2004-2005, el Barça-Madrid sentó ante el televisor a 9.290.000 de espectadores. En la temporada siguiente se citaron sólo 8.842.000 fieles y en la actual sintonizaron el encuentro 7.251.000 aficionados (44,8%) durante su difusión en abierto, sólo por La Sexta.

Desde siempre, los eternos rivales son los que más público arrastran, pero ante las cámaras no sólo juegan el Real Madrid y el Barcelona. Todos los equipos tienen sus 90 minutos de gloria. Aunque a veces no sea precisamente de masas. Algunos partidos de la Liga 2006-2007 no han llegado siquiera a los dos millones de espectadores. A título de ejemplo: el Sevilla-Recreativo fue visto por 1.862.000 (14%) sumando la audiencia de La Sexta, TV-3 y Canal 9, y el Deportivo-Villarreal se quedó en 1.966.000 (16%) en las mismas cadenas. En la cadena privada, algunos partidos superan a duras penas el 10% de la audiencia.

Los expertos opinan que a la hora de analizar esta tendencia descendente y buscar responsabilidades existe un empate entre fútbol y televisión. Por un lado, el apagón progresivo de la Liga de las estrellas está contribuyendo a un menor consumo. Por otro, las cadenas que esta temporada retransmiten el campeonato no llegan a toda la población, pese a que el fútbol es un bien de "interés general", según la ley.

Hasta la temporada actual, la Liga estaba en manos de las televisiones autonómicas y La 2. La cadena estatal ofrecía el partido en aquellas comunidades no cubiertas por los operadores de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos. Este matrimonio entre la FORTA y La 2 se rompió este año, cuando entró en juego La Sexta. Esta cadena privada comparte la mayor parte de los partidos con TV-3 y Canal 9. A falta de cuatro jornadas para el final de la competición saltó al campo Televisión de Galicia (TVG). El canal gallego alcanzó el pasado marzo un acuerdo después de que un auto judicial obligara a la cadena privada a negociar para que la Liga pudiera ser narrada también en el idioma gallego.

A la hora de reclamar la emisión de estos partidos, TVG argumentó la deficiente cobertura de La Sexta. Éste ha sido precisamente el gran problema de la cadena privada. Debido a la saturación del espectro radioeléctrico, el Gobierno sólo le garantizó en su día una cobertura del 70% de la población en analógico (la forma de emisión tradicional).

La Sexta sostiene que las dificultades que tiene para llevar la señal convencional a toda la población queda subsanada por las emisiones que realiza en el sistema de televisión digital terrestre (TDT). Pero esta tecnología apenas llega al 17,6% de los hogares, según datos recogidos por Impulsa TDT. En abril de 2010 (cuando llegue el apagón analógico), todos los hogares deberán estar en disposición de recibir las señales digitales. Pero ése es otro partido.

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