"Las noticias se comen las unas a las otras"

Montserrat Domínguez (Madrid, 1963) entra "con mucho cuidado y mucho respeto" en la radio, el medio donde empezó a dar sus primeros pasos en la profesión. Ayer se estrenó en A vivir que son dos días, el magacín que dirige Ángels Barceló en los fines de semana de la SER, cadena que la ha fichado como "colaboradora especial". Y la próxima semana se incorpora al micrófono de Hoy por hoy, el programa de Carles Francino, con un "enfoque complementario" a los grandes asuntos de la actualidad. Domínguez es una de las profesionales más respetadas por los compañeros del gremio. Primero en La mirada crítica (Tele 5) y los tres últimos años en Ruedo ibérico (Antena 3), ha practicado un periodismo reposado, de parar y mandar. El viernes, desde el coche que la conducía a Mérida junto al equipo de A vivir..., pedía un "hueco para cultivar la idea y la reflexión".

"Es muy interesante que desde fuera te aporten una mirada desacomplejada"

Pregunta. ¿La radio está menos contaminada que la televisión?

Respuesta. Un buen amigo me dijo que era uno de los lugares donde mejor se puede practicar el periodismo ahora mismo, y disfrutar de él. La televisión tiene otro ritmo, otras exigencias, y en general es un medio muy frenético fruto de la mayor competencia y de los índices de audiencia. Una tiranía tremenda que no deja prácticamente crecer ninguna idea, ninguna aventura. Es todo muy tiránico. Tengo la sensación de que en la radio, el ritmo es otro, y por lo menos hay horizonte. Uno mira más allá del resultado de la semana, del día a día, con perspectiva. Y eso, para un periodista es muy estimulante.

P. ¿Pero la inmediatez no resta reflexión a la radio?

R. Hay sitio para todo. En la tele he intentado jugar siempre a radiofonizarla, para poder ofrecer inmediatez, que es una tendencia cada vez mayor en todos los programas informativos de televisión. Pero el espacio para la reflexión es fundamental. Sigo considerando que tanto en la televisión como, especialmente, en la radio, tiene que haber hueco para cultivar la idea, la reflexión, y pararse un poco ante lo que ocurre.

P. ¿Sobra opinión? ¿Falta análisis?

R. Clarísimamente falta análisis y sobra opinión. En algunas radios más que en otras. Hay algunas que han hecho de la opinión pura y dura su bandera. Tengo la impresión de que en la SER no es exactamente así. Que se prima que haya opinión, pero con el valor añadido del análisis. Eso es un plus en una emisora.

P. ¿En qué va a consistir su "colaboración especial" con la cadena SER?

R. Estamos todavía trabajando en ello. Hay que ir modelándolo y dándole forma. Empiezo mañana [por ayer] en A vivir que son dos días desde Mérida. Los sábados y los domingos voy a hacer una revista de prensa internacional que quiero ampliar a otros medios. Sui géneris, porque no sólo vamos a entrar en los grandes titulares, sino en grandes reportajes, de fondo, artículos de opinión, no sólo de la actualidad política, sino de temas sociales en los que todos nos sentimos concernidos. Está bien cotillear un poco con qué mirada ven los demás los problemas que compartimos todos y saber cómo nos ven a nosotros.

P. Y esa mirada extraña, ¿nos va a sacar los colores?

R. Espero que no. Es divertido bucear en la prensa porque cada uno asimila la realidad de acuerdo a sus propios prejuicios, su educación, su manera de ser. Y también hay prejuicios nacionales. Por eso resulta muy interesante -y esta experiencia ya la tuve hace años en La mirada crítica (Tele 5), cuando puse en marcha la primera tertulia que hubo en televisión con corresponsales extranjeros- que desde fuera te aporten una mirada desacomplejada y diferente. Eso, posiblemente, ayuda a entendernos mejor. A veces es crítica, y a veces lo contrario. En ocasiones nos pondrán las orejas coloradas, y en otras sentiremos motivos de orgullo.

P. Con Carles Francino, a quien conoció en 1991, en los inicios de Canal +, se vuelve a encontrar en Hoy por hoy. ¿Qué va a hacer?

R. Escogeremos uno de los temas de actualidad al que se pueda dar una vuelta de tuerca, en el que yo crea que puedo aportar algo a través de entrevistas, de debates. Que pueda poner sobre la mesa de Hoy por hoy un enfoque complementario. Profundizar un poco, buscar un ángulo que no haya sido tan explotado por los medios de comunicación. Las noticias van a velocidad de vértigo, y a veces no está mal echar marcha atrás o pararse un poquito. Ésa es la mirada que voy a intentar aportar.

P. ¿Pero es que los periodistas hacemos una selección equivocada de lo que es realmente importante?

R. No, no. La realidad nos arrolla a todos. Como espectadores y oyentes, pero también como periodistas. Hay temas que en otro tiempo nos hubieran obligado a fijar la mirada durante más tiempo. Pero hay muchos focos de interés, tenemos un acceso mucho más rápido a lo que nos está ocurriendo... Al final, las noticias se comen las unas a las otras, hay un poco de canibalismo. A veces pasamos por alto cosas que son interesantes y que merecen un mínimo de análisis, pero es que sencillamente no da tiempo. La realidad te empuja, te obliga a tratar otros asuntos.

P. ¿Cuál es su diagnóstico sobre el estado de la profesión periodística? ¿Tan pesimista como algunos sostienen?

R. No. Sigue habiendo enormes profesionales, y jóvenes buenísimos, así que no es un problema generacional. Los periodistas, los que amamos esta profesión, tenemos que tratar de seguir luchando por ofrecer un buen periodismo. Veo buenos periodistas, buenos editores y buen criterio en muchos sitios.

P. ¿Se arrepiente de haber dejado La mirada crítica (Tele 5) para fichar por Antena 3, en septiembre de 2004?

R. En absoluto. Tengo mi mejor recuerdo y el mayor bagaje por La mirada, y a partir de ahí he ido creciendo como profesional. Cada día que pasa siento que he crecido. Los últimos años los recuerdo como una época muy especial.