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Las privadas piden al Gobierno reducir la cobertura de la TDT

Llegar al 96% de la población previsto en el plan les costaría 10 millones de euros al año

Rosario G. Gómez

Las cadenas privadas han pedido al Gobierno que flexibilice la cobertura obligatoria de sus canales de televisión digital terrestre (TDT). Reclaman que el tope máximo en abril de 2010, cuando se produzca el apagón analógico, sea del 90% de la población en lugar del 96%. Las emisoras comerciales calculan que el calendario diseñado por Industria para la extensión de las señales supondrá a cada operador un sobrecoste de 9,7 millones de euros al año.

La televisión digital terrestre no termina de despegar. Alrededor de un 15% de los hogares han instalado los descodificadores necesarios para captar las señales. Pero los espectadores dan la espalda a un sistema que de momento no aporta contenidos novedosos. Los operadores se quejan de los altos costes que acarrea la producción y, especialmente, la distribución de la señal. Por eso, las seis cadenas agrupadas en la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca) han pedido a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información que se recorte al 90% de la población "la cobertura máxima obligatoria" de los canales de TDT de ámbito nacional. Éste es el caso de Antena 3, Tele 5, Sogecable, La Sexta, Net TV y Veo TV, las compañías que integran Uteca.

Los operadores privados proponen que si este 90% se amplía los gastos corran por cuenta de las administraciones públicas (autonómicas o locales) o del operador que quiera extender su cobertura. En todo caso, piden que las empresas sean compensadas económicamente por un importe equivalente al "coste neto de la prestación del servicio público".

Inicialmente, el plan técnico situaba la cobertura máxima en el 95% de la población para las televisiones privadas y el 98% para las públicas. Sin embargo, en 2006, un real decreto subió al 96% la cota que las primeras debían alcanzar en abril de 2010 y establecía plazos intermedios de expansión de la señal.

Desde que comenzó el periodo de transición a la TDT, los costes de las emisiones de los cuatro canales nacionales (Antena 3, Tele 5, Cuatro y La Sexta) son de 67 millones. A esta cifra se unen los que conlleva la difusión de otros 15 canales digitales: entre 45 y 75 millones, según la cobertura. Y todo sin que las televisiones obtengan ningún beneficio, porque la TDT tiene una audiencia residual.

Calendario

Uteca calcula que, según las tarifas de Abertis (la empresa que distribuye las señales), el coste de todo el sector privado se triplicaría si se mantiene la obligación de difundir las señales simultáneamente en dos sistemas (analógico y digital) hasta 2010. Por eso proponen que junto al calendario de ampliación de la TDT se establezca otro del cese progresivo de las emisiones analógicas.

También consideran que la obligación de llegar al 96% de la población les sitúa casi en el mismo plano que las públicas. Alegan que en 1988, cuando se adjudicaron las televisiones privadas,sólo se les exigió alcanzar una cobertura del 80%. "No se puede pretender que los operadores privados refuercen sus inversiones en contenidos de forma significativa si, mientras, el Estado regula unos incrementos de cobertura de servicio universal" que implicaría "unos gastos fortísimos y desproporcionados".

Dentro del entorno comunitario, las televisiones españolas son las que mayores exigencias de cobertura tienen. Uteca subraya que en otros países los operadores de red o los usuarios reciben ayudas económicas por extender la TDT.

El reto de los contenidos

Los canales privados han realizado una mínima inversión en programas. Sus parrillas se llenan con series de ficción mil veces vistas, productos de bajo coste o rescatados de los polvorientos archivos. Otros canales están confeccionados directamente por multinacionales, como el caso de Sony, que elabora uno de los canales de Veo TV.

El secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco Ros, ya cuestionó a finales de año la oferta de la TDT por carecer de una "suficiente diferenciación" de calidad con respecto a la analógica. Y adelantó que el Ministerio de Industria estaba examinando minuciosamente la parrilla de los operadores para comprobar quiénes cumplían con los compromisos adquiridos en 2005, cuando el Gobierno repartió los primeros canales.

Se trataba de poner en marcha una oferta "novedosa, innovadora y diferenciada", que incluía guías electrónicas de programación y un impulso a la interactividad. Pero el Gobierno sostiene que esos objetivos no se han cumplido y que de mantenerse esa tendencia podría replantearse la adjudicación definitiva de canales de TDT.

Inicialmente, el Ejecutivo se comprometió a conceder un múltiple completo (con capacidad para cuatro canales convencionales) a cada uno de los seis operadores privados. Esto ocurriría en 2010, coincidiendo con el apagón analógico. A finales de 2006, cerca del 4% de los espectadores veía la televisión por la TDT. Sin embargo, los canales más seguidos no eran los creados específicamente para este sistema sino los tradicionales: Tele 5, Antena 3 y TVE-1, por este orden. Entre los menos vistos aparecen Sony, Tele 5 Sport, Veo, Flymusic y Telehit.

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