_
_
_
_
_
CIENCIA

Algunas iniciativas en Internet de lectura libre cobran la edición del artículo al autor

Más de 1.400 publicaciones especializadas son de acceso abierto - El sitio arXiv almacena más de 260.000 artículos - El material en Red tiene un 336% más de citaciones que el publicado sólo en papel

Los precios de las suscripciones a las revistas aumentaron en EE UU un 226% entre 1986 y el año 2000, según datos de la Asociación de Bibliotecas de Investigación, mientras el presupuesto de las instituciones para pagar revistas se estiró un 192% en el mismo periodo.

Instituciones como la Universidad de California gastan unos 30 millones de euros anuales en pagar todas las suscripciones a revistas de sus centros. "El problema principal es que, aunque se gastan entre 5.000 y 10.000 millones al año en comprar suscripciones a publicaciones científicas, muy poca gente puede leerlas, la mayor parte de los profesores, estudiantes, doctores, científicos no tienen acceso a esos contenidos", explica en un correo electrónico Michael B. Eisen, co-fundador de la Public Library of Science e investigador de la Universidad de Berkeley. "Es un escándalo", concluye.

Más información
E-revistas:
PubMed Central:
Directory of Open Access Journals:
PLOS:

Par subvertir el sistema actual desde sus cimientos ha germinado a lo largo del último lustro un movimiento informal que abandera la idea de lo que llaman acceso abierto a la ciencia (open access): que los materiales que se publican en las revistas especializadas sean de acceso gratuito y que los lectores y usuarios puedan descargar, copiar, distribuir e imprimir libremente esos artículos, según un documento de la Budapest Open Access Initiative (BOAI).

"El acceso abierto está completamente relacionado con Internet. Se trata de aprovechar las posibilidades que ofrece esta tecnología para cambiar completamente la manera como se comunican los científicos", señala Michael B. Eisen.

Bibliotecas Públicas

Ante esta situación los científicos han decidido tomar las riendas de sus publicaciones. La Public Library of Science (PLoS) es el paradigma del nuevo modelo de publicación electrónica que abanderan. El acceso a la publicación es gratuito y son los científicos que publican en la PLoS quienes deben pagar. PLoS mantiene un sistema de arbitraje y análisis de los artículos propuestos, ante de decidir su publicación, similar al de las publicaciones de pago. La PLoS ha conseguido editar cinco títulos hasta ahora, los tres últimos lanzados en enero.

El modelo de BioMed Central es similar aunque más flexible en la aceptación de los contenidos. BioMed Central aglutina 129 revistas y los artículos que publica se descargan 1,3 millones de veces de su sitio en Internet.

Tanto la PLoS como BioMed Central defienden la idea de que sean las instituciones públicas las que paguen porque sus científicos publiquen, y que de esa forma se mantenga el conocimiento en abierto.

Actualmente hay más de 1.426 revistas que publican sus contenidos en abierto, según el Directorio de revistas de acceso abierto (DOAJ).

"La ciencia es para quien la trabaja", dice Alfonso Martínez Arias, biólogo que investiga en Cambridge y forma parte del consejo editorial de PloS Biology. El mundo editorial de la ciencia "se ha revolucionado y cambiará más todavía; en biología estamos dispuestos a una revolución completa".

Para Martínez la virtud de las nuevas publicaciones como PLoS no es sólo la apertura de sus contenidos, sino que estén administradas por científicos en activo y no por ex científicos, como ocurre con muchas publicaciones comerciales.

Otra de las alternativas en auge es la creación de repositorios institucionales donde los científicos dejan copias de los artículos que han publicado en otras revistas, señala Remedios Merelo, de la Asociación Europea de Editores Científicos y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Los físicos hacen esto desde principios de los 90 en el sitio arXiv, donde actualmente se almacenan más de 260.000 artículos que han sido enviados o publicados en revistas. Para otras áreas es sin duda un modelo a seguir, señala Alfonso Martínez. Si se usa este tipo de repositorios se acelera la difusión de la información, puesto que en muchas revistas tradicionales puede pasar hasta un año y medio hasta que el artículo aparece publicado.

La idea, en el fondo, es "que haya una mayor flexibilidad para que la información sea más accesible y se aumente su difusión", señala Merelo, y para esto no hay nada como Internet.

Un estudio de 2001 señalaba que los artículos en Red tienen un 336% más de referencias que los artículos publicados sólo en papel.

La rebelión está servida y Michael B. Eisen hace una predicción de lo que ocurrirá: "Primero, los científicos verán que el Open Acess les conviene como autores y lectores; segundo, las instituciones públicas verán que les resulta más barato y efectivo para difundir el conocimiento, y tercero los editores verán que el Open Access es económicamente viable".

Tendencia imparable

La tendencia hacia la publicación electrónica es imparable. Hace unos años las revistas electrónicas puras se miraban con recelo, hoy su número no para de crecer. Los datos del ULRICH'S, un directorio de revistas seriadas, recogen 48.873 revistas científicas en 2003, de las cuales el 20% tenían edición electrónica. Un total de 1.153 revistas, un 2,3%, eran revistas electrónicas puras, sin edición impresa. Prescindir del papel permite ahorrar al menos un 30% en costes de producción, según datos publicados en First Monday hace años.

"La gente del siglo pasado, de la era Gutenberg, ponía problemas a las revistas electrónicas", señala Francisco Aliaga, editor de Relieve, una de las primeras revistas electrónicas de España que se publica en abierto, pero "con las revistas electrónicas uno consigue más impacto".

PLOS: www.plos.org

Proyectos abiertos

Al margen de las iniciativas internacionales de subscripción o abono, también existen algunas que pueden consultarse en Internet gratuitamente. Algunas de ellas son:

E-revistas

Una iniciativa española, auspiciada por el CSIC, que echó a andar a finales del año pasado. Agrupa actualmente más de 42 títulos de revistas españolas y latinoamericanas que dan acceso abierto a sus contenidos, entre otros Athenea Digital, Ars Pharmaceutica o Archivos de Zootecnia.

www.tecnociencia.es/e-revistas

PubMed Central

Se trata de un repositorio fundado por los Institutos Nacionales de Salud de EE UU que pretende convertirse en una "biblioteca mundial en la época digital" en el campo de la medicina y biología. Las revistas que se suman a la iniciativa ponen su contenido en el repositorio, accesible a todo el público.

www.pubmedcentral.com

Directory of Open Access Journals (DOAJ)

Se trata de un repositorio donde se recogen los títulos de las revistas que publican sus contenidos en abierto, algunas de las cuales publican también en el sitio del DOAJ sus contenidos. Hay actualmente más de 1.400 revistas en abierto catalogadas en el DOAJ.

www.doaj.org

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_