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LA NOTICIA EN LA RED

La venta de tabaco por Internet elude los fuertes impuestos que tiene este comercio

EE UU dejó de ingresar mil millones por culpa de las tabaqueras.com - En Letonia el rubio cuesta 1,30 euros y en otros países europeos, seis - Un juzgado multó con 12.000 euros a una expendeduría por vender en red

La venta de cigarrillos por Internet crece al mismo ritmo que sube el precio de las cajetillas y los impuestos indirectos. Adquirir tabaco por la Red puede suponer un ahorro para el consumidor de hasta el 50 % respecto a lo que paga en los estancos. Es un negocio que está causando serias pérdidas a las arcas de los Estados y dificultando la lucha contra el tabaquismo.

Gracias a esta fórmula, un paquete de Marlboro, gastos de envío incluidos, puede llegar a costar 1,10 euros, frente a los 2,60 euros que se pagan en la calle. Las webs que se dedican a estas prácticas van en aumento.

Esta nueva forma de venta está causando importantes pérdidas a los Estados. En EE UU, donde la cruzada contra las tabaqueras.com comenzó ya en el año 2000, las pérdidas para las Administracion son cercanas al billón de dólares anual, según Blumenthal Herald.

Más información
UNIÓN DE ESTANQUEROS:
COMERCIO DE CIGARRILLOS:

Los vendedores de tabaco on-line alojan sus páginas en terceros países donde el producto es sensiblemente más barato que en el lugar de destino. Si es de la Unión Europea, alegan que el producto ya ha pagado los impuestos en el país de origen y, por tanto, no debe pagar las tasas del país de destino. Comprar tabaco en Letonia, Lituania o Polonia, donde un paquete de cigarrillos rubios no supera los 1,30 euros, y venderlo por Internet en países como Francia y Reino Unido -donde el paquete de tabaco alcanza los 6 euros- puede suponer unos ingresos millonarios. Los envíos se realizan a través de empresas de mensajería con un máximo de dos cartones por envío, lo que hacen muy difícil el control por parte de las Agencias Tributarias de los destinos.

En muchos casos, las tabaqueras.com se presentan a sí mismas como asociaciones o clubes de fumadores, encubriendo de esta manera el negocio real. En otros casos, los estanqueros on-line aseguran que su papel en la venta es de meros intermediarios y que lo único que hacen es poner en contacto al consumidor directamente con las empresas mayoristas.

La venta por red supone un problema añadido para la lucha contra el tabaquismo, ya que podría estar falseando los datos reales de consumo. Estos datos no tienen en cuenta la cantidad de fumadores que podrían estar recurriendo a Internet para sortear el encarecimiento del producto. ¿Y si ese 4% de reducción en el consumo que muestran los estudios fuera en realidad un cambio en la manera de adquirir el tabaco?

Fumadores menores

Los detractores de las tabaqueras.com añaden que este tipo de venta podría facilitar el acceso de los menores al tabaco, ya que en Internet es muy difícil comprobar la edad real de los compradores. La mayoría de las páginas simplemente avisan: "Si eres menor, debes abandonar esta página".

Para controlar que las compras de tabaco en lugares fronterizos con desigual fiscalidad encubrieran el contrabando, las autoridades europeas propusieron unas cantidades que marcaban el máximo de cigarrillos que se podían transportar lícitamente de un Estado a otro. Las cantidades se establecieron en 800 cigarrillos, 400 cigarritos, 200 cigarros y un kilogramo de tabaco de liar.

Gracias a estos parámetros, los vendedores on-line han conseguido burlar la prohibición de vender tabaco fuera de las fronteras de un país determinado. Los envíos no superan nunca los 800 cigarrillos por paquete postal, independientemente de que se pueda recibir un número ilimitado de paquetes.

La UE recurre a la directiva 92/EE de impuestos especiales, por la que los productos adquiridos por particulares y transportados por ellos deben pagar los impuestos especiales en el país en que se hayan adquirido. Sin embargo, cuando un producto sujeto a impuestos especiales como el tabaco es transportado directa o indirectamente por un vendedor, los impuestos se deben pagar en el país de destino.

En el Ulster (Irlanda del Norte), una anciana fumadora no podía creer que, al recibir su paquete marrón con 200 cigarrillos, la Agencia Tributaria inglesa le conminara a pagar 36,15 libras en impuestos.

En EE UU, algunos estados, como Oregón, New Jersey y Nueva York, han anunciado que comenzarán a cobrar a los compradores el impuesto que pretendían eludir con la compra en Internet. Las autoridades pretenden con esta medida recuperar parte de los 20 millones de dólares que pierden al año con la venta por Internet.

Debido al bajo coste de los cigarrillos, España es en este momento un país más exportador que importador. El Juzgado Central de lo Contencioso de Madrid dictó recientemente una sentencia que confirma la sanción de 12.000 euros a una expendeduría por promocionar sus ventas en Internet. Por otra parte, en agosto, el Comisionado del Mercado del Tabaco recibió una "comunicación" de la Unión de Estanqueros sobre una página española. La Guardia Civil investiga en estos momentos la actuación de este sitio, que se presenta como un club de fumadores.

Un estanquero en Yakarta (Indonesia).
Un estanquero en Yakarta (Indonesia).REUTERS

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