_
_
_
_
_
Reportaje:NACIONAL

Los inmigrantes llaman a la puerta

Un millón de extranjeros en situación irregular. Ésa fue la herencia que José María Aznar dejó a José Luis Rodríguez Zapatero. La desactivación de semejante bomba social -un millón de personas sin derechos y explotadas- y económica -otros tantos empleos en la economía sumergida- marcó la política de inmigración en 2005.

La fórmula diseñada para acabar con esa lacra fue el proceso de "normalización" de inmigrantes, que convirtió en contribuyentes a 550.000 extranjeros sin papeles. Todos se hallaban en España antes de agosto de 2004, carecían de antecedentes penales y aportaron un contrato de trabajo con el alta correspondiente en la Seguridad Social. Ha sido la mayor regularización de extranjeros de la historia de España y la mayor operación de afloramiento de economía sumergida realizada en Europa.

El blindaje electrónico de las costas y la colaboración marroquí generaron una bolsa de miles de subsaharianos a las puertas de Ceuta y Melilla

Pero mientras el Gobierno ponía orden en casa, nuevos inmigrantes seguían llegando a las fronteras. El blindaje electrónico de las costas españolas y la colaboración de las autoridades marroquíes en la lucha contra el tráfico de personas provocaron un descenso drástico del número de pateras que llegaban a Andalucía y a Canarias, pero tuvieron efectos secundarios: generaron una bolsa de miles de subsaharianos a las puertas de Ceuta y Melilla.

Al ver frustrado su propósito de alcanzar en pateras las costas andaluzas, los inmigrantes trataron de entrar al asalto en las dos ciudades autónomas. Los intentos se saldaron con 11 muertos y decenas de heridos por balas, golpes, bolas de goma y cortes de las alambradas fronterizas.

Las autoridades de Marruecos apresaron a miles de inmigrantes que se refugiaban en los bosques cercanos a Ceuta y Melilla, repatriaron en aviones a la mayoría y abandonaron a varios centenares más, sin agua ni víveres, en una zona del Sáhara Occidental plagada de minas antipersonas. Naciones Unidas tuvo que rastrear el territorio para rescatarlos.Las imágenes de la tragedia dieron la vuelta al mundo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_