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Amy Winehouse ya es de cera

La cantante entra en el museo Madame Tussauds de Londres y prepara un disco

Admiradores y turistas con sentido del humor pueden retratarse desde ayer junto a la figura de cera de Amy Winehouse y enviar la fotografía a sus amigos haciéndola pasar por la mismísima cantante en carne y hueso. Tal es el sorprendente parecido de la réplica que acaba de estrenar el museo londinense Madame Tussauds, con los padres de la artista ejerciendo de maestros de ceremonias.

La Amy de cera, ubicada en la sala dedicada a estrellas de la música como Madonna, Beatles o Justin Timberlake, aparece ataviada con el mismo modelo que lució cuando fue proclamada mejor artista femenina británica en los premios Brits de 2007: un vestido amarillo de impresionante escote, acompañado de una minifalda y el abultado peinado que ha convertido en seña de identidad, junto a sus tatuajes y la gruesa raya negra que delinea los ojos.

"Está exactamente igual", sentenció su progenitor, Mitch, visiblemente satisfecho al facilitar por primera vez en mucho tiempo excelentes noticias sobre su hija, que en los últimos meses ha acaparado titulares debido a sus problemas con las drogas. Winehouse, de 24 años, cumple fielmente su programa de rehabilitación, su físico parece menos demacrado y está preparando un nuevo álbum, del que ya ha escrito varias canciones.

El padre de la artista, retratado por la prensa en múltiples ocasiones abroncándola por sus excesos, incluso sorprendió al aludir a su yerno en tono conciliador. Blake Fielder-Civil cumple una condena de 27 meses por agredir al propietario de un pub y luego intentar sobornarle para que cambiara su testimonio. Mitch Winehouse siempre le ha culpado de ser el causante de la adicción de su hija, pero ayer se mostró esperanzado de que la experiencia carcelaria le ayude a regenerarse y a reanudar su vida con Amy, "que quiere tener muchos hijos, probablemente con él". Ello sólo será posible si los padres de Fielder-Civil retiran la petición al juez para que mantenga separada a la pareja cuando éste recobre la libertad porque temen que "juntos volverán a las drogas en cuestión de días". El último capítulo de ese entuerto familiar todavía no está escrito, pero hasta entonces los seguidores de la cantante de voz portentosa pueden consolarse con el anuncio de que, hoy por hoy, vive volcada en su mundo creativo.

A la izquierda, Winehouse, en su actuación en Madrid. A la derecha, su réplica de cera.
A la izquierda, Winehouse, en su actuación en Madrid. A la derecha, su réplica de cera.REUTERS

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