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HUMORISTAS | GENTE
Columna
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Enseñando mi casa

-Joaquín, ¿nos dejarías hacer un reportaje de tu casa para la revista?

-Perdona.

-Estamos intentando renovarla, llegar a lectores más jóvenes y tú eres ideal para esto.

La llamada era de Olivia Betancourt, hija de la directora de una famosa revista de, digamos, crónica social y amiga mía. Efectivamente, lo que quería era que mostrase mi casa para un reportaje tal y como se deriva de la pregunta, y aunque yo quería decir no, lo que finalmente dije fue sí.

-El martes irá el fotógrafo y la redactora.

-Muy bien.

Ni que decir tiene que el día señalado lo tenía todo preparado y recogido, estaba la casa como nunca. Aun así no las tenía todas conmigo, en el fondo me daba pudor todo esto de enseñar la casa, hay que tener algo de exhibicionista, creo yo. Total, que me dijeron que estarían a las doce y a las doce en punto llamaron al timbre de la puerta.

-¿Qué pasa? ¿Qué, ya habéis venido?

-¿Cómo?

-Nada, era una broma manchega. Pasad, estáis en vuestra casa. Como veréis, el piso tiene 68 metros cuadrados útiles, es muy luminoso, pero da a poniente y en verano te cueces.

-Sí, hace calorcillo.

-Éste es el salón, el sofá es de Ikea y la estantería de obra estaba ya cuando lo compré. El cuadro de la cacería del zorro también era de la antigua inquilina, pero lo he dejado porque creo que es bueno.

-Sí, hace calorcillo.

-Por aquí está la cocina, que tiene una terraza donde tengo la lavadora, la tabla de la plancha, el tendedero, la bicicleta plegable y la escalera. ¡Ah!, y un balde para recoger la ropa.

-Muy bien aprovechado.

-La casa tiene tres habitaciones y un baño, pero no tiene trastero, con lo cual una la utilizo para almacenar cosas. Es ésta. Mirad mi colección de muñecos de Star Wars. El muñeco de Han Solo es el primero que sacaron, esto en eBay vale un pastón.

-¿Pero para eso no tenía que estar en su caja?

-Todo el piso tiene gotelé, se lo quise quitar pero pedí presupuesto a unos brasileños y me salía por un pico; lo que sí voy a hacer es acuchillar el parqué.

-Éste es el baño, el espejo lo compré en unos chinos, me costó dos euros y el mueble también es de Ikea. El modelo se llama Antonius, me parece, y tiene ruedas.

-Me encanta el portarrollos de punto de cruz.

-Lo hizo mi madre.

Entonces, el fotógrafo, que todavía no había dicho ni pío, ni tampoco había hecho muchas fotos, me dijo que quería utilizar el baño. Le dije que sí, pero que levantara la tapa de la taza.

-Bueno, sigamos. Las dos habitaciones que quedan tienen armario empotrado, pero los tengo sin vestir. Bueno, para uno compré unas cajoneras en un sitio de bricolaje y las monté con mi cuñado. Esta habitación la tengo para los invitados...

-¿Pero no hay cama?

-Tengo un colchón de gomaespuma detrás de la puerta. Es de los buenos, me costó 12 euros. Y éste es mi dormitorio, lo tengo decorado como si fuera la habitación de un seminarista.

-Un poquito austera, sí.

-Bueno, pues esto es todo.

-Muy bien.

-¿Para cuándo saldrá el reportaje?

-No lo sé.

-¿No queréis que pose en algún rincón de la casa?

-No va a hacer falta.

Por una extraña razón el artículo quedó inédito. En su lugar se publicó uno donde Alaska y Mario Vaquerizo enseñaban su ático de Gran Vía.

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