_
_
_
_
_
Reportaje:ARTE

Inédito Leonardo

Bruselas celebra el 50º aniversario del Tratado de Roma con una exposición que retrata al genio del Renacimiento en todas sus facetas. Al humanista, al pintor, pero también al ingeniero, al urbanista y al filósofo

Andreu Missé

Escribía de izquierda a derecha y con las letras invertidas. Leonardo da Vinci, el humanista, pintor, escultor, ingeniero, geómetra, urbanista, filósofo y una apabullante lista de actividades más, había ingeniado este sistema para no emborronar con la tinta fresca sus textos y a la vez guardar mejor sus secretos, que exigían un espejo para su lectura. Todo un reflejo del sentido práctico y enigmático del hombre que revolucionó el pensamiento y el arte europeo hacia 1500.

Siempre con un cuaderno a mano, escribió y dibujó miles de páginas, esbozos de anatomía, bocetos arquitectónicos, proyectos urbanísticos, notas científicas sobre física y geología, conservadas a través de los conocidos códices, que constituyen el testamento de un sabio vitalista que desarrolló una anticipada visión del espíritu y conocimiento europeo.

"Lo que he buscado toda mi vida es comprender el misterio de la naturaleza", escribió Da Vinci
Siempre con un cuaderno a mano, dibujó miles de páginas, esbozos de anatomía y bocetos arquitectónicos

Una significativa selección de su apabullante producción, con importantes obras inéditas, se presenta en Leonado da Vinci, el genio europeo, la exposición que ayer abrió sus puertas en Bruselas para celebrar el 50 aniversario del Tratado de Roma. Un laberinto de salones distribuidos sobre la planta de la Basílica de Koekelberg, el quinto templo católico más grande del mundo, que permite aproximarse a la vida y obras de este genio del Renacimiento.

La exposición con un fuerte instinto pedagógico proporciona, no obstante, una descripción bastante completa del compromiso humanista de Leonardo y de su incalculable aportación científica.

La Maria Magdalena, una tercera versión de la Virgen de las Rocas y el códice de El vuelo de los pájaros son las joyas que iluminan la muestra que por sí solas ya justificarían la visita. La exposición recoge una treintena de trabajos originales y unas doscientas reproducciones y facsímiles, pertenecientes a colecciones privadas y museos como el del Louvre.

La cesión de las obras por parte de los coleccionistas privados ha sido posible gracias a la activa intervención de Carlo Pedretti, de 83 años, director del Centro Armand Hammer de Los Ángeles, el estudioso del genio del Renacimiento. Fue precisamente Pedretti, quien hace dos años y tras un meticuloso examen, atribuyó la autoría de esta Maria Magdalena, a Leonardo. La tela descubierta a principios del siglo pasado se consideraba hasta entonces una obra de uno de sus alumnos, conocido como Il Giampetrino. Pedretti, que asegura "sentir" los trabajos de Leonardo tras haber consagrado su vida a su estudio, celebró "el concepto con que se ha diseñado la exposición porque pone claramente de manifiesto que Leonardo era un hombre europeo". La adjudicación de esta tela, pintada hacia 1515, revoluciona el conocimiento de la obra del autor, que según algunos especialistas podría rivalizar con La Gioconda, la pintura de referencia del pintor florentino.

Esta percepción de hombre europeo es compartida también por el director artístico del certamen, Jean-Christophe Hubert, quien subraya que "Leonardo era un hombre que trabajó y ejerció una gran influencia en Italia y Francia y conocía a fondo el arte flamenco y español. Era un artista con un visión europea". Para él la obra más valiosa de la exposición es La virgen de las rocas.

El recorrido de la exposición, a modo de un viaje sobre la vida del autor, está estructurada en cuatro temas: el hombre, el artista, el ingeniero y el humanista. A través de obras y documentos originales realizados por otros artistas (Miguel Ángel, Durero, Vasari, Donatello, Verrochio, y Rafael, entre otros) se pasa revista a la vida del autor nacido en 1452, Anciano, (Florencia) que acabó sus días en el Castillo de Clos -Luce a los 67 años, bajo la protección del Rey de Francia, Francisco I, que le concedió absoluta libertad: "Tu eres libre aquí Leonardo, para soñar, pensar y trabajar", le había dicho el monarca.

Antes había gozado de la protección de los Médicis de Florencia y los Sforza de Milán, con varias estancias en Roma y Venecia.

El espacio dedicado al artista, incluye además de las obras citadas, el conocido Hombre de Vitrubio, dibujo sobre las proporciones del cuerpo humano, inspirado en estatuas de la antigüedad clásica, enmarcado en un círculo y un cuadrado. También figura la reproducción de un gran mural de La última cena, de ocho por cuatro metros, realizado por uno de sus discípulos, y cuyo original está en la Abadía de Tongerlo en Bélgica. En el espacio dedicado al Leonardo, ingeniero destacan unas cincuenta maquetas que ilustran los diseños y proyectos del genio visionario como los puentes giratorios, las máquinas volantes, el helicóptero, los barcos, instrumentos de medida, el paracaídas, el automóvil y la bicicleta, muchas de ellas provenientes del Château du Clos Lucé. También planos urbanísticos de Milán o proyectos del Domo de Milán, aunque luego este no se materializó.

El Leonardo humanista está representado por numerosos códices, escritos, anotaciones, algunas auténticos jeroglíficos e incontables reflexiones. "Lo que he buscado en toda mi vida", escribía Leonardo, "es comprender el misterio de la naturaleza". Entre los códices destaca el original de El vuelo de los pájaros, un estudio mecánico del vuelo que le inspira numerosos proyectos, redactado en 1505 y conservado en la Biblioteca Real de Turín. Todo puede verse en Bruselas hasta el 15 de marzo de 2008.

<i>María Magdalena</i>.
María Magdalena.

La fuerza de la sociedad civil

A primera vista todo parecía indicar que la exposición Leonardo da Vinci, el genio Europeo, era una iniciativa de

las instituciones comunitarias. Pero, aunque cuenta con el patrocinio del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso; el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, y de las máximas autoridades belgas, el rey, los presidentes

de la Cámara de Representantes, el primer ministro en funciones y el comisario europeo Louis Michel, la iniciativa ha sido absolutamente privada.

La muestra fue ideada por René Schyns, comisario de la exposición y presidente de la Asociación Collections & Patrimoines, una entidad sin afán de lucro y promotora del evento. "La idea se me ocurrió el verano pasado en un viaje con mi mujer a Roma", explica Schyns. Presenté la propuesta al rey y al presidente de la Comisión Europea, y se mostraron encantados". En octubre hizo el encargo de la dirección artística a Jean Christophe Hubert

y consiguió la colaboración del principal experto internacional Carlo Pedretti, que resultó providencial para convencer a los coleccionistas privados y al presidente de Château du Clos Lucé, François Saint Bris, para lograr

la cesión de las piezas.

La obra costará entre cinco y seis millones de euros, que la asociación piensa obtener de las entradas. Esperan unos 300.000 visitantes, y las subvenciones de empresas e instituciones públicas como el Comité de regiones belgas. "Nuestro objetivo es el equilibrio, no ganar ni perder dinero", señala Schyns. Collections & Patrimoines, fundada

en 1989 cuenta con importantes muestras, como Tout Hergé, Tout Simenon y Made in Belgium.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_