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Crítica:Cine
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Inocencia burlada

Miniatura de alta precisión, película empeñada en aparentar modestia mientras esconde su verdadera grandeza, Convención en Cedar Rapids tiene algo de comedia de Preston Sturges poblada por personajes de Frank Capra, o de extraño cruce entre la mirada sobre la pureza estadounidense de Fargo (1996) y las comedias de enredos viriles e inmaduros de la era Apatow. Es importante dejarlo claro: en esta pequeña película hay una gran película; la piel de comedia de la crueldad de última generación protege un poderoso relato sobre la pérdida de la inocencia en un universo donde los valores ideológicos (religiosos, empresariales) no son más que la cortina de humo de una mediocridad corrupta. Eso sí, el matiz es importante: corrupta a una escala casi minúscula y, por tanto, tremendamente mezquina. En este nuevo largometraje de Miguel Arteta, la escala lo es todo: Cedar Rapids, población con algo más de 126.000 habitantes, es contemplada como inabarcable megalópolis babilónica por el personaje central, un agente de seguros de Brown Valley (Wisconsin) que nunca había abandonado su uterino lugar de origen.

CONVENCIÓN EN CEDAR RAPIDS

Dirección: Miguel Arteta.

Intérpretes: Ed Helms, John C. Reilly, Isiah Witlock, Anne Heche, Sigourney Weaver, Thomas Lennon.

Género: comedia. EE UU, 2011.

Duración: 87 minutos.

Cuando el mejor agente de seguros de su compañía -interpretado por Thomas Lennon, la respuesta americana a Carlos Areces: su presencia también electriza la reciente Bad teacher- muere de manera inesperada e infamante, el cándido antihéroe (Ed Helms) carga con la responsabilidad de acudir a la convención anual donde se otorga un premio de reconocido prestigio en el sector. El primer tramo de Convención en Cedar Rapids parece anunciar un sostenido recital de humillaciones infligidas sobre el personaje: la mala bestia encarnada por John C. Reilly, un actor cada vez más poderoso en sus registros cómicos, levanta unas expectativas que Arteta va desarticulando con implacable eficacia.

Y, al final, junto al doloroso aprendizaje que vive el personaje de Ed Helms, Convención en Cedar Rapids también logra un preciso retrato de grupo con el trío formado por Reilly, Isiah Witlock y Anne Heche, tres declinaciones de un mismo fracaso que encuentran su particular Edén en el no-lugar del hotel de paso.

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