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Reportaje:arte

Pon tus cuadros en mi muro

La red social Independent Collectors se inspira en las aplicaciones de Facebook para facilitar el intercambio de información entre coleccionistas

Es el signo de los tiempos. En la telaraña cósmica de Internet, la teoría de que entre un individuo cualquiera y, pongamos, Barack Obama sólo existen seis pasos de separación, seguramente debería ser reformulada. Ya son menos de seis. Si no, que se lo pregunten a los 250 millones de usuarios de Facebook, la red social más popular del momento.

De ahí a las comunidades especializadas sólo había un paso, pensó Christian Schwarm, dueño de una agencia de marketing en Berlín y con pasión por el arte: ¿por qué no crear una red exclusivamente de coleccionistas? Schwarm lo echó de menos cuando empezó su colección de arte hace cinco años. "Tengo 37 años y la mayoría de los coleccionistas están entre los 50 ó 60 años. Lo que yo quería era conocer gente de mi generación que tuviera las mismas inquietudes a la hora de iniciar una colección. Investigué y no había ningún sitio web que me ofreciera esto". Así, a pesar de quienes trataron de desmoralizar a Schwarm y a sus cuatro socios -les advertían de que no funcionaría a causa del proverbial secretismo de que se rodean muchos coleccionistas-, en junio de 2008 nació www.independent-collectors.com. Los agoreros, a la vista de los últimos datos disponibles, no iban demasiado encaminados. Esta red cuenta ya con 1.932 cibercoleccionistas de 71 países. Alemania es el país dominante, con 554 miembros, seguida de Estados Unidos (357), Reino Unido (135), Italia (128) y Países Bajos (122). España ya aporta a la red 51.

La red cuenta ya con 1.932 'cibercoleccionistas' de 71 países
Los miembros definen la confidencialidad de su perfil
"Intentamos descubrir en la red nuevos artistas", dice una compradora
Es una vuelta a una relación más personal, dice la asesora de arte Sofía Barroso

Al igual que en Facebook, los miembros definen el grado de confidencialidad de su perfil, de forma que sólo los visitantes que ellos elijan puedan acceder. También pueden colgar sus obras y organizar sus propias exposiciones. "Puedes hacer una selección de tus obras y mandar una clave sólo a la persona que quieras que las vea", explica Tommi Brem, uno de los fundadores de la comunidad. "No sólo es una herramienta de contacto social, sino que muchos miembros la están utilizando para catalogar sus colecciones", añade. Laura E. Hernández, coleccionista de Girona, es un miembro reciente de la red: "Me ha permitido contrastar mi experiencia con la de otros coleccionistas, encontrar respuestas a las preguntas que nos hacemos todos: qué obras coleccionar, de qué artistas, el valor de tu colección, para qué y por qué coleccionas... Entro una vez por semana al sitio, busco otros coleccionistas que se interesen por el arte cubano contemporáneo, por ejemplo, le sigo la pista a los pintores españoles contemporáneos que me gustan a través de otras colecciones...".

Brem quiere dejar bien claro que Independent Collectors es sólo para coleccionistas. Por eso, los aspirantes deben aceptar un código ético que les compromete a no usar esta red para promocionar a sus artistas -si son galeristas- o sus propias obras -si son artistas-. Para la coleccionista Susana Escribano, la principal ventaja es la información que obtiene de otros miembros: "Intento descubrir nuevos artistas, casi todos ellos noveles y con gran potencial, por los que ya hayan apostado otros miembros y coleccionistas", asegura.

Sofía Barroso, presidenta de Around Art, compañía que presta servicios a coleccionistas y museos, aplaude la iniciativa como "una nueva forma de vivir el coleccionismo". En cierto modo, opina, es una vuelta al tipo de relaciones, más personales, que se establecían entre los coleccionistas en las décadas de los setenta y ochenta. "A partir de los noventa los galeristas se profesionalizaron y el contacto con el artista y con otros coleccionistas se hizo más difícil". Barroso cree que este tipo de herramientas será un éxito, sobre todo entre los coleccionistas más jóvenes, "los que tienen entre 30 y 40, que son los usuarios de Facebook".

La galerista Nerea Fernández apunta, como sugerencia, que estas redes se abran también a otro tipo de profesionales del arte: "Por ejemplo, un fiscalista especializado en arte, o un experto en la conservación de un determinado tipo de papel. Todo lo que pueda ayudar, porque cuando se empieza a coleccionar, no se tiene ni idea de nada".

SCIAMMARELLA

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