Putin veranea con Van Damme

El hombre fuerte de Rusia, Vladímir Putin, es, físicamente hablando, realmente fuerte, fanático de los deportes y en especial, de las artes marciales. Y, como cualquier ruso, es también un admirador de Jean-Claude van Damme, cuyas películas son famosas en la antigua Unión Soviética. Ambos tienen en común al menos una cosa: son cinturón negro. Putin, en yudo y Van Damme, en kárate.

Putin, que hace unos años cambió el sillón de presidente por el de primer ministro, ha huido estos días del inusitado calor que hace en Moscú -unos siete grados más de lo habitual- a Sochi, a orillas de mar Negro.

Balneario amado por Putin, que en sus tiempos de jefe de Estado usó como residencia presidencial, Sochi es hoy un lugar de moda, capital veraniega de Rusia y centro cultural del sur del país, donde anualmente transcurre el principal festival de cine nacional aprovechando que los influyentes del país pasan allí sus vacaciones. Putin trata por todos los medios de potenciar Sochi y sus alrededores, que visita no solo en verano, también lo hace en invierno para esquiar. Fue él quien consiguió para Sochi y Krásnaya Poliana la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014.

Pero estos días lo que se celebra allí es el Campeonato de Europa de Artes Marciales Mixtas, y Putin no podía dejar de asistir a estos combates donde prácticamente todo vale, salvo los mordiscos. Pero a Sochi no solo ha ido Putin, sino también otros muchos famosos, entre los que destaca Van Damme. Como excelso karateca y kickboxeador, el actor ha sido invitado en calidad de huésped de honor. Putin no ha desperdiciado la oportunidad de encontrarse con este ídolo de millones de rusos que es, desde hace ya bastantes años, su amigo personal. Hay quien incluso se atreve a hacer comparaciones entre los músculos de uno y otro.