_
_
_
_
_
Reportaje:danza

La anhelada película de Nijinski en YouTube era un montaje

Las secuencias de baile se crearon a partir de fotografías antiguas utilizando sofisticadas técnicas informáticas

Todo el siglo XX estuvo esperando este hallazgo: películas del mito del vuelo suspendido en el aire, el bailarín Vaslav Nijinski. Y ha sido Joan Acocella -una de las más reputadas especialistas del mundo sobre los Ballets Russes de Serguei de Diaghilev- quien ha cortado las alas al supuesto descubrimiento en The New Yorker Literary Review.

Los fragmentos mudos de filmaciones de Nijinski, que aparecieron en YouTube hace apenas tres semanas, son un montaje. Ingenios mecánicos generados por ordenador y realizados por Christian Comte, un especialista que tiene un sofisticado estudio en Cannes con la infraestructura tecnológica necesaria para crear secuencias de baile a partir de fotografías antiguas.

El mítico bailarín enloqueció a los 28 años y murió encerrado a los 50
Las imágenes del montaje las realizó hace un siglo Adolph de Meyer

Comte colgó unos deshilachados fragmentos mudos bajo el epígrafe de La siesta del fauno, y escribió al margen que procedían de 1912. Poco a poco, el mismo usuario, agregó otros fragmentos más de Nijinski bailando El espectro de la rosa, Scherezade y El Dios azul. En total, ocho fragmentos colgados que llegan a los tres minutos de metraje, y que resumen prácticamente todos los ballets en los que intervino en su etapa parisiense como primer bailarín a las órdenes de Diaghilev, su jefe y amante.

Las fotografías las había realizado en París un fotógrafo artístico de origen alemán, que se autocalificaba como barón, Adolph de Meyer (París, 1868-Los Ángeles, 1946), que hizo, con la anuencia de Diaghilev, una detallada serie de fotografías de La siesta del fauno que, paso a paso, recorría toda la danza de la obra.

Todas las obras de Nijinski fueron, en su tiempo, éxitos controvertidos, pero ninguno como La siesta del fauno, que en realidad es lo único que sobrevive en verdad de su labor creativa. El resto, como La consagración de la primavera, Jeux o el Till Eulenspiegel, son aproximaciones o reconstrucciones en la medida que lo facilita la arqueología coréutica.

Pero, hasta el montaje de Comte en YouTube, no había ningún fragmento de Nijinski, que es (o puede ser) el mayor bailarín del siglo XX. El hecho de que su carrera fuera tan corta (enloqueció a los 28 años y murió prácticamente encerrado a los 50) propone un hueco más dramático.

Además, todos los bailarines y coreógrafos desconfiaban del cinematógrafo, como señala Acocella, en los albores del siglo XX, (menos Anna Pavlova, que era una enferma de la publicidad). Los clásicos problemas de acople entre la velocidad real del baile y la que aportaban gráficamente los rudimentarios fotogramas daban unos resultados poco convincentes. Hasta Diaghilev mandó a destruir las placas de una sesión de fotos en el Patio de los Leones del Alhambra de Granada por consideran que eran vulgares.

Comte ha reconocido la autoría de lo colgado en la red, y de paso, en sus declaraciones, aprovecha para hacerse publicidad acerca de un método de animación que ha inventado. Como justificación ha dicho: "Esto no difiere básicamente de la manera en que Steven Spielberg logra que los dinosaurios corran en Parque jurásico". Asimismo, afirma que no intentó "pasar" los fragmentos como auténticos, y que el equívoco se acentúa al fechar al margen los estrenos de los ballets: 1910, 1911, 1912, sin datar la fecha del vídeo como tal.

Joan Acocella dice que ver el filme en Youtube fue para ella "como ver a la Atlántida resurgir del mar". Pero la magia y la fascinación duraron poco, sobre todo al ojo de esta especialista que conoce al dedillo las fotografías. Para ella, lo colgado en YouTube se parecía demasiado a la estética de esfumados postizos de Adolpd de Meyer. Este fotógrafo que luego se convertiría en el jefe de fotografía de Harper?s Bazaar y su estilo marcó hasta al mismo Cecil Beaton. (Su archivo europeo se perdió casi completamente en la II Guerra Mundial, pero esa es otra historia).

Las reacciones en YouTube se han dividido entre la admiración y el reproche puro y duro. Entre estas dos posturas hay quienes sostienen que Comte simplemente "juega con su propia magia de pericia técnica" o que "se trata de una forma de arte personal".

Acocella, que ha desvelado el entuerto, dice que Nijinski, para muchos, no es un bailarín, sino un icono con un historial de artista incomprendido, de genio loco y homosexual sacrificado por las circunstancias. Por eso considera que lo realizado por Comte no es un asunto banal. Va mucho más allá de unos segundos de falsa poesía de la danza.

Nijinski en <i>La siesta del fauno</i>, en París (1912).
Nijinski en La siesta del fauno, en París (1912).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_