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ARTE

Los arqueólogos descubren una estatua de Adriano en Turquía

Un equipo de arqueólogos belgas ha descubierto una estatua gigante del emperador romano Adriano, después de más de 17 años de excavaciones en Sagalassos, al sur de Turquía. La estatua de mármol, que mide entre cuatro y cinco metros, "es uno de los más bellos retratos de Adriano encontrado hasta el momento", según Marc Waelkens, arqueólogo de la Universidad Católica de Lovaina que dirige los trabajos.

Los arqueólogos de Sagalassos se habían concentrado en el último mes en la excavación de las termas de la ciudad, cuando hace dos semanas se toparon con un gigantesco pie de 80 centímetros de largo; descubrieron que el pie se unía por el tobillo a una pierna que llegaba hasta la rodilla. El conjunto medía 1,5 metros. La ornamentada sandalia que envolvía el pie hizo pensar en seguida a los arqueólogos que se trataba de una estatua de un emperador. Al día siguiente, los exploradores encontraron la cabeza, prácticamente intacta -tiene la nariz rota- del emperador Adriano. A partir del siglo primero de nuestra era, Sagalassos se convirtió en la más próspera ciudad de la región. Un ágora, un senado, un templo dórico en honor al dios Zeus y una biblioteca -hoy parcialmente reconstruida- dan fe del esplendor que vivió Sagalassos, ajena al cataclismo que se avecinaba.

En el siglo séptimo, un temblor de tierra dejó enterrada la ciudad a varios metros bajo tierra. Hubo que esperar hasta principios del siglo XVIII, cuando el explorador francés Paul Lucas, enviado por el rey Luis XIV descubrió Sagalassos. Fue a partir de 1990 cuando el equipo dirigido por el belga Waelkens se instaló en lo que un día fuera la próspera ciudad romana. Hoy, 120 científicos trabajan en el lugar, convertido en la mayor excavación del Mediterráneo oriental.

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