El cine casero del 'cónsul de la poesía'

Cuando en 1925 la Pathé-Baby se empezó a comercializar en España, Juan Guerrero Ruiz, gran aficionado a la fotografía, corrió a comprarla. "Amigo de gastarse en lo ajeno", según palabras de Juan Ramón Jiménez, y "cónsul general de la poesía", según Lorca, Guerrero fue una figura fundamental para la Generación del 27 y su archivo documental es probablemente la mayor fuente de información sobre sus poetas.

Fundador de las revistas literarias Índice y Verso y prosa, Guerrero apoyó a los jóvenes poetas, a los que además seguía siempre los pasos con alguna de sus cámaras fotográficas. Secretario de Juan Ramón, Guerrero solía organizar en su casa sesiones para ver las películas que rodaba de sus hijos y de sus amigos escritores. Aunque el grueso de su archivo fue entregado a numerosas instituciones, las películas Pathé permanecieron ocultas en la casa familiar sin que nadie recordara que en ellas estaba encapsulado un glorioso tiempo que no había sufrido los estragos de la Guerra Civil.

Muchos miembros de la Generación del 27 vieron en vida las películas de Guerrero. Luego, llegó el largo olvido y ya nadie recordaba aquel momento de felicidad filmado. En el documental que ahora se estrena han participado doblando a los poetas del 27 poetas de hoy como Luis Antonio de Villena o Luis Muñoz, que ponen voz, entre otros, a esos protagonistas mudos. Guerrero guardó de todo, libros, fotografías, cartas, manuscritos, películas. Ésa era su obra, su magnífico archivo, pieza clave para estudiar y entender hoy a aquellos jóvenes poetas que años más tarde, en boca de uno de ellos, reconocerían: "Yo le escribí a Juan Guerrero, pero ignoraba que le estaba escribiendo a la posteridad".