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turismo

El guateque veraniego de los 'frikis del Tourmalet'

Queme el sol o raspe el granizo, igual da, los frikis del Tourmalet se encaraman cada año al rey de los Pirineos ciclistas para hacer lo que mejor saben: colorear las faldas y los riscos de la montaña para apoyar a sus héroes sobre ruedas. O dicho en otras palabras: dar el cante.

De momento, ni los organizadores de la ronda francesa, ni los ciclistas, ni los aficionados más formales -o normales- que cada verano deciden establecer el calendario de sus vacaciones en función de las fechas del paso del Tour por el Tourmalet, han logrado solventar este cáncer de la escalada ciclista... el cáncer llamado el guateque de los frikis del Tourmalet.

Observe el lector las fotografías con detenimiento. No. Estos señores y estas señoras no se han escapado de ningún frenopático ni de ninguna kermesse a la vieja usanza. Simplemente se han vestido con hábitos que llevan meses preparando concienzudamente como si de una loca fiesta de disfraces de tratara, han cogido los bártulos y se han subido a los Pirineos (antes fueron los Alpes).

Problema: no existe, a día de hoy, freno alguno contra estos profesionales de la escalada disfrazada. Es decir, que campan a sus anchas (nunca mejor dicho: algunos acampan tres o cuatro días al borde de la carretera y esperan ahí, entre salchichas y cervezas, y entre banderas y barbacoas, a que llegue la serpiente multicolor). Es decir, que se acercan tan peligrosamente a los ciclistas escapados (y exhaustos). Es decir, que cualquier día un tipo travestido en demonio cojuelo o en lagarterana feliz, se acercará tanto que tirará a un escapado. Y el escapado perderá la etapa, y quién sabe si el Tour entero...

Banderas de multitud de lugares pero sobre todo de España y de Euskadi, tangas, culos al aire, chillidos, carreras, pelucas, locura colectiva... todo vale en el gran guateque. Los locos del Tourmalet, anteayer, volvieron a coronar, junto a Contador y Schleck, su montaña sagrada.

Tres pintorescos modelos inspirados en la película <i>Borat</i>, persiguiendo a Schleck y Contador en las rampas del Tourmalet.
Tres pintorescos modelos inspirados en la película Borat, persiguiendo a Schleck y Contador en las rampas del Tourmalet.EFE
Gritos de apoyo a a Lance Armstrong.
Gritos de apoyo a a Lance Armstrong.AFP

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