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La ciencia cuestiona que la vitamina C prevenga el catarro

65 años de estudios no logran confirmar la idea difundida por el Nobel Linus Pauling

La idea de que la vitamina C previene y puede incluso ayudar a curar un resfriado común está muy extendida pero, hoy por hoy, carece de las suficientes pruebas científicas. El origen de esta creencia es conocido: el libro La vitamina C y el catarro común, del dos veces premio Nobel Linus Pauling, publicado en 1970, que fue un éxito de ventas y llevó a mucha gente a creer en el valor de las vitaminas para la prevención y tratamiento del resfriado. Ahora, 35 años después, la revisión de los principales trabajos científicos sobre el tema indica que el entusiasmo de la población por la vitamina podría ser injustificado.

Esta revisión, publicada en el último número de la revista médica PLoS Medicine de junio, ha analizado los mejores estudios sobre la vitamina C y el resfriado común realizados durante los últimos 65 años. En todos ellos se comparaba el efecto de una dosis diaria de al menos 200 miligramos de vitamina C con el efecto de una pastilla inocua (placebo). ¿Y cuál es la conclusión conjunta de todos estos estudios? En cuanto a la capacidad de prevenir un catarro, los mejores 23 trabajos realizados en la población general indican que tomar dosis diarias de hasta dos gramos de vitamina C no reducían el riesgo de catarro.

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La vitamina C parece proteger en algunas situaciones de frío o estrés físico notable

Los autores (Robert M. Douglas, de la Universidad Nacional Australiana, en Canberra, y Harri Hemilä, de la Universidad de Helsinki, en Finlandia) determinaron que "la falta de efecto de un complemento profiláctico de vitamina C en la incidencia del resfriado común en poblaciones normales plantea dudas sobre la utilidad de esta práctica generalizada".

En estos estudios de prevención, las personas a las que se administró vitamina C y que luego padecieron un resfriado experimentaron una ligera reducción del curso del resfriado, en comparación con las que tomaron placebo. Los autores afirman que la importancia clínica de esta reducción menor "es cuestionable, aunque la consistencia de estos hallazgos indica un efecto biológico legítimo". Pero los autores no encontraron pruebas de que la vitamina contribuyera a evitar el resfriado en individuos expuestos a una actividad física extrema o a climas fríos.

Sin embargo, encontraron seis estudios en los que se administró la vitamina o placebo a corredores de maratón, esquiadores y soldados expuestos a un frío o un estrés físico notable. Quienes tomaron la vitamina experimentaron una reducción media del 50% en la incidencia del resfriado común. Con todo, los autores instan a ser "muy precavidos" a la hora de generalizar sobre este hallazgo, basado en seis estudios realizados principalmente con corredores de maratón.

¿Y qué ocurre con la vitamina C como posible tratamiento para un resfriado que ya ha empezado a manifestarse? Los autores encontraron varios ensayos (todos realizados con adultos) que evaluaron si la vitamina C administrada cuando los síntomas hicieron aparición acortaba el curso del resfriado. Al estudiar las seis investigaciones de forma conjunta, no observaron ningún beneficio derivado del consumo de esta vitamina. Pero en uno de los siete ensayos, los pacientes ingirieron una dosis única muy elevada de vitamina (8 gramos) el día en que comenzaron los síntomas, y experimentaron una enfermedad más breve en comparación con los pacientes que ingirieron una pastilla de placebo. Los autores señalan que los resultados de este único ensayo son "tentadores y requieren una mayor evaluación".

Bar en Japón que sirve bebidas con vitamina C.
Bar en Japón que sirve bebidas con vitamina C.RODOBLO-HARA

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