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Reportaje:MÚSICA

Apadrina a un artista

En la página apadrinaunartista.com, los visitantes pueden invertir un poco de dinero (cómo mínimo 10 dólares) en nuevas bandas - Cuando la inversión popular alcanza los 50.000 dólares, el grupo graba un disco

Patricia Gosálvez

¿Cuántos amigos necesitas para sacar un disco? La pregunta se le ocurrió a Javier León, harto de la falta de inversiones por parte de las compañías discográficas. "Los sellos no quieren invertir a ciegas en grupos nuevos, hay que buscar en otro sitio", dice León, socio fundador de la página www.apadrinaunartista.com.

En ese sitio, los visitantes, el público (los padrinos), pueden invertir pequeñas cantidades de dinero (cómo mínimo 10 dólares) en nuevas bandas. Cuando la inversión popular alcanza los 50.000 dólares, el grupo graba un disco.

Así que, respondiendo a la pregunta del principio, hacen falta 5.000 amigos. Inaugurada en octubre del año pasado, la web tiene registradas 950 bandas y unos 4.000 padrinos. Lleva recaudados 180.000 dólares en España y Suramérica.

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Gremio DC, a punto

El grupo con más inversores, Gremio DC, va por los 42.000 euros. Esperan llegar a la cifra dorada en mayo. "Estamos ansiosos por empezar a grabar. Ahora somos una plataforma de inversión en nuevos talentos, cuando grabemos el primer disco seremos un sello, con la particularidad de que nos financiamos en la web con un sistema totalmente democrático: es la gente quien decide, con su aportación, qué artista sale al mercado". Otro grupo que está en el proyecto es Íntima.

En la jerga, este sistema se denomina crowd sourcing, un juego de palabras de crowd (multitud) y outsourcing (externalización) acuñado por primera vez en la revista Wired y utilizado por empresas tan importantes como Procter & Gamble. La idea es repartir el trabajo o la inversión entre una amplia red de personas anónimas que no se conocen entre sí y con las que se ha contactado mayoritariamente en Internet.

Apadrinaunartista ficha grupos en MySpace o Facebook. "Al principio ninguno cree que alguien vaya a apostar por él, no me extraña, yo tampoco me lo creía", confiesa León, que recuerda que la primera vez que un grupo recibió una inversión gorda de un padrino anónimo (la mayor ronda los 9.000 euros) en la oficina, se echaron a llorar.

En el peor de los casos, si un artista nunca recauda los 50.000 euros, los padrinos siempre pueden cambiar de apadrinado o retirar su dinero de la web.

Si todo va bien, se editan 5.000 copias que se reparten, en función de sus participaciones, entre los inversores. "Hoy en día, tener de salida 5.000 copias ya colocadas en el mercado es todo un lujo", dice León.

A partir de la copia 5.001, los beneficios se distribuyen a partes iguales entre inversores (que empiezan a recuperar su aportación), bandas y gestores de apadrinaunartista.com.

A partir de la copia 10.000, los inversores tendrán algún margen de beneficio. "La gente invierte porque le gusta la música, y sólo en segundo lugar por un interés económico, que ahora es prácticamente inexistente", admite León. Más que de dinero, habla de "devolver la fe en el rock and roll: cuando un grupo recibe la primera inversión anónima, no te imaginas el subidón... inmediatamente se ponen a componer".

Íntima.
Íntima.

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Sobre la firma

Patricia Gosálvez
Escribe en EL PAÍS desde 2003, donde también ha ejercido como subjefa del Lab de nuevas narrativas y la sección de Sociedad. Actualmente forma parte del equipo de Fin de semana. Es máster de EL PAÍS, estudió Periodismo en la Complutense y cine en la universidad de Glasgow. Ha pasado por medios como Efe o la Cadena Ser.

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