_
_
_
_
_
Desde el Pacífico
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Fragilidad y potencial económico de 'web' 2.0

LA EXPO Web 2.0, celebrada en San Francisco a finales de abril, marca una etapa de maduración en el desarrollo de este movimiento. Atrajo más de 15.000 participantes y muestra que la tendencia se extiende más allá del círculo restringido de los early adopters dispuestos a probar cualquier cosa con el sello de nuevo. También es, y por las mimas razones, una ocasión para preguntarse lo que va a pasar en términos económicos.

La primera angustiosa duda (y recurrente) tiene que ver con la posibilidad de que se trate de una nueva burbuja. Bajo el título La web 2.0 ya está mostrando señales de burbuja 2.0, el célebre cronista John Dvorak contó que la Expo se caracterizó "por sesiones que no hicieron otra cosa que discutir estrategias de salida", las que prevén una venta de la empresa más que su desarrollo. "El dinero está sobrevolando nuevamente sobre Silicon Valley, pero esta preocupación prematura con salir antes de que las cosas empiecen a ser divertidas no presagia nada bueno en cuanto a ganadores a largo plazo".

"Los inversores han aprendido a diversificar y las start-ups se lanzan con mucho menos dinero que hace diez años", dice Anderson.
"El dinero sobrevuela Silicon Valley, pero la preocupación con salir antes de que las cosas sean divertidas no presagia nada bueno en cuanto a ganadores", según John Dvorak.

Nada de eso escribe el previsionista Mark Anderson, muy crítico con lo que denomina web 0.0. Los inversores de capital riesgo ha aprendido a diversificar y las start-ups se lanzan con mucho menos dinero que hace diez años. Está convencido de que la mayoría de los millares de empresas que surgen a diario desaparecerán, como suele pasar después de una fase de expansión desenfrenada, pero Wall Street no está en peligro.

El problema de fondo es que "el dinero de la publicidad es el único dinero nuevo desde el 2000", escribió Anderson en su newsletter Strategic News Service del 20 de abril. Google, descrita en la exposición como el "oxígeno" del movimiento, tiene en lo esencial una sola fuente de entradas: el dinero de la publicidad. "En otras palabras, la gente no está pagando para todas esas cosas nuevas y brillantes: lo hace la publicidad". De lo cual se desprende que apenas hay dos estrategias para los emprendedores: "monetizar tráfico (eyeballs) o vender a aquellos que pueden". Esta visión de conjunto, sin embargo, no lo dice todo y, consciente de ello, Anderson invitó a Patrick Scaglia, responsable técnico del Imaging and Printing Group de HP para que se expresara en su newsletter.

Scaglia encuentra cuatro modelos económicos (y no uno solo) en la web 2.0. La publicidad, por supuesto, cuyos campeones son Google, Yahoo! y Microsoft Live. A lo cual agrega los transaction brokers, agentes transaccionales como eBay y las suscripciones, nueva forma de monetización de las aplicaciones conocida como SaaS (Software as a Service). Las referencias son Microsoft Office Live y Google Apps. La cuarta pata de esta silla un poco más estable de lo que parece es el modelo "de los bits a los objetos" que se aprovecha de la información digital para lograr mejores transacciones en el mundo físico. Amazon.com sigue siendo el modelo. De ahí la doble estrategia de HP.

Parte de que, en los últimos 25 años, la impresión digital apenas ganó un 5% del mercado de todo lo que se imprime. "Lo que falta es algo como una cadena de suministro electrónica para el contenido digital", algo que solo puede dar el contenido generado por los usuarios. La segunda generación del web está dándonos herramientas, infraestructura y prácticas capaces de resolver ese problema. HP lo consigue con Snapfish.com un sitio de almacenamiento en línea, impresión e intercambio en red de fotos. Logró casi mil millones de impresiones en 2006, la venta de libros de fotos en el mismo sitio aumentó en un 500% y la de calendarios en un 400%.

Por otra parte, "la web permite establecer un puente entre el contenido de los usuarios y capacidades de producción a escala global", estima Scaglia. De ahí la idea de crear "amplias fábricas automatizadas de impresión". Lo piensa conseguir con la reciente compra de Tabblo y la ejecución de una estrategia para adaptarse a la escala de la web. Tabblo permite reunir imágenes y palabras (personales y de grupos) para componer sitios y libros. Se trata de proponer una "plataforma abierta" que se vuelva "el motor de impresión" de la web que permita a cualquiera imprimir su contenido de manera sencilla.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_