_
_
_
_
_
Reportaje:Primer plano

A Merkel no le gusta nada este plan

La coalición rechaza la propuesta de Bruselas y aprueba un plan nacional de 50.000 millones

Los planes de Bruselas cayeron mal en Berlín. El portavoz Thomas Steg lo dijo bien claro: Alemania no pondrá más dinero para financiar el paquete de medidas anunciado por José Manuel Durao Barroso. Otra medida rechazada de plano por la canciller federal, la cristianodemócrata Angela Merkel (CDU), es la reducción del IVA. Steg sostiene que, con los 32.000 millones de euros de su paquete de reactivación económica, Alemania cumple con creces las directrices de Bruselas. Es un 1,2% del producto interior bruto (PIB) alemán.

Hace hoy una semana que Merkel reconocía las malas expectativas para el año que viene, que será "al menos en los primeros meses, un año de malas noticias". Un año en el que se aplicarán las medidas de reactivación económica para las que el Gobierno de coalición entre socialdemócratas y democristianos pretenden movilizar 50.000 millones de euros de inversión. El desembolso público, que se repartirá entre el presupuesto federal, el de los Estados y los municipios, es discreto en comparación con las medidas adoptadas por otros países industrializados. Bastó, sin embargo, para acabar con uno de los proyectos estrella de la Gran Coalición que gobierna Alemania: el equilibrio presupuestario llegará, como pronto, en 2011.

Más información
Francia da prioridad a la construcción y el automóvil

Ahora la discusión se centra sobre los acicates fiscales al consumo interno cuando la crisis mundial amenaza con colapsar el motor de la primera economía europea, las exportaciones. La reducción de impuestos gana inesperados adeptos, como el ministro de Interior, Wolfgang Schäuble (CDU), que se salió el viernes de la línea oficial del Gobierno en una entrevista al diario económico Handelsblatt. Se habla de que el Gobierno ha solicitado nuevos estudios para la lucha contra la recesión. El próximo 5 de enero, los líderes socialdemócratas (SPD) y la CDU, que gobiernan Alemania en coalición, debatirán nuevas propuestas de reactivación económica.

Precisamente el sector del automóvil, la niña bonita de la industria alemana, causa serios quebraderos de cabeza a los políticos. Tras los debates sobre las ayudas a Opel, que se encuentra en gravísimas dificultades debido a la crisis de su matriz, General Motors, el partido hermano de la CDU en Baviera, la CSU, pide ahora que el Gobierno revise sus objetivos de lucha contra el calentamiento climático. Otros democristianos habían pedido un paquete de medidas específico para proteger al sector automotriz de los efectos de la fuerte caída de ventas y exportaciones.

Sólo una de las medidas acordadas por el Gobierno a principios de noviembre en el plan de reactivación económica se refiere al automóvil. Los compradores de un coche nuevo quedarán exentos del impuesto sobre circulación por un año o dos, según sus emisiones contaminantes.

Aparte de esto, se duplica hasta 2.000 euros la cantidad que podrá desgravarse por obras de saneamiento y aislamiento de viviendas. También las reformas destinadas a mejorar la eficacia energética de edificios públicos y privados podrán percibir parte de los 3.000 millones de ayudas extraordinarias aprobadas.

El banco público de desarrollo KfW concederá 15.000 millones de euros en nuevos créditos a la pequeña y mediana empresa para aliviar los problemas de financiación en la banca privada. Los presupuestos públicos pondrán 5.000 millones extraordinarios para infraestructuras e inversiones directas en las regiones más afectadas por la crisis, 2.000 de ellos financiarán la construcción y la mejora de vías de comunicación.

Las empresas accederán a ventajas fiscales que les permitirán, en los próximos dos años, desgravar el 25% de sus inversiones en maquinaria móvil e instrumentos de trabajo. Se prolongarán además los subsidios para las suspensiones temporales de empleos o reducciones de jornada condicionadas por la crisis. Los trabajadores suspendidos cobrarán dos tercios de sus salarios durante un año y medio, seis meses más que antes.

La oposición liberal y la izquierda han arremetido contra los nuevos presupuestos federales para 2009 aprobados el viernes. Debido a las medidas contra la crisis, Alemania gastará un 2,4% más que en 2008: 290.000 millones de euros. -

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_