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Reportaje:PRIMER PLANO

Se acabó la comida barata

Los altos precios han llegado para quedarse y empujarán la inflación mundial

Cristina Delgado

Los expertos de la Organización de las Naciones Unidas lo llaman "la tormenta perfecta". No hay una sola causa, y por tanto, no hay una solución sencilla. Los altos precios de los alimentos están ocasionados por una acumulación de factores que han llevado al arroz, el trigo o la soja a precios nunca vistos. Factores sociales, demográficos, políticos e incluso especulativos influyen en lo que ya se define como una crisis mundial de alimentos. Y no se trata de nubarrones pasajeros. La tormenta ha llegado para quedarse.

"Nosotros calculamos que el punto álgido pasará, pero los precios no van a volver a estar en el nivel de antes. Se mantendrán en una meseta bastante alta al menos 10 años", explica José María Sumpsi, subdirector general de la FAO, agencia de alimentación de la ONU. Todos le apoyan: productores, organismos mundiales y ONG están de acuerdo en que las condiciones que han llevado al arroz a valer un 68% más en sólo cuatro meses no son pasajeras. Y estas subidas se verán reflejadas en las facturas del mundo entero.

Han confluido muchas causas, como en una "tormenta perfecta"
Algunos analistas comparan estas alzas con las de la crisis de los setenta

La inflación, acostumbrada en los últimos años a ser impulsada por el precio del petróleo, ve ahora cómo los productos agrícolas también tiran de ella. El Fondo Monetario Internacional ya ha puesto las cartas sobre la mesa: augura subidas de precios en prácticamente todos los países. La media de la inflación de las 30 economías más avanzadas del planeta era en 2007 del 2,1%. Este año subirá hasta el 3%. En algunos países el alza será mucho más acusada: España sufrirá una subida de precios, según el FMI, de 1,2 puntos (hasta el 4%), Bélgica de 1,3 y Hong Kong de 1,6. Si vamos a las economías menos potentes, países como Bolivia verán crecer su inflación hasta el 15%, tras un avance este año cercano a los 6,3 puntos.

"La evolución [de los precios] en los últimos tiempos es verdaderamente impactante, casi igual a la gran conmoción de precios que se vivió en los setenta", afirma Stephen King, economista y analista de HSBC. "La inflación del precio de los alimentos continuará elevándose al menos los próximos tres o cinco años, y esto si se empieza a suplir la demanda", añaden los expertos de Credit Suisse. En España, Estados Unidos o Alemania, que el precio internacional del arroz suba un 70% se traducirá en inflación. En los países pobres, según previsiones de la ONU, significará el hambre para 100 millones de personas.

Entre los principales culpables de las alzas, algunos habituales de los últimos años: el aumento de población, las nuevas costumbres de países como China o India donde sube el consumo de carne o los biocombustibles. "La producción agrícola debería incrementarse un 3,3% al año para cubrir la demanda global anual", sentencian los analistas de Credit Suisse. "Sin embargo, en los últimos 20 años sólo ha crecido la productividad un 1,3%", matizan.

A los factores ya considerados como tradicionales, se unen sin embargo nuevos problemas. "Los mercados de materias primas antes despertaban un interés muy limitado. Ahora hay hasta un 80% de participación de fondos de inversión en bolsas como la del trigo", explica Javier Alejandre, técnico de la asociación agraria UPA. Los otros grandes del sector, Asaja y Coag, coinciden en señalar que los mercados están hinchándose por la llegada de inversores de Wall Street escaldados con las hipotecas basura. "Se está creando una burbuja de especulación financiera en torno a los alimentos", asegura Miguel López, secretario general de Coag.

La mayor parte de los acontecimientos que han llevado a la debacle de precios tienen una difícil solución. El aumento de población, la mayor renta en Asia o los desastres climatológicos no pueden controlarse. "Sin embargo, los biocombustibles son algo que está en manos de las autoridades", matiza Carlos Tió, catedrático de economía agraria en la Escuela de Ingenieros de la Universidad Politécnica de Madrid. Asegura que el objetivo que la Unión Europea se ha empeñado en cumplir (que en 2020 el 10% del combustible usado sea biocarburante), además de implicar el uso de parte de las cosechas crea "unas expectativas de compra de cereal que hacen que las bolsas internacionales continúen subiendo. La Unión Europea crea la idea de que es una buena inversión".

No es la única causa que según organizaciones humanitarias y agrarias se puede atajar. Ambos grupos piden que se creen mecanismos regulatorios que permitan controlar un mínimo el mercado. "Estamos viendo las consecuencias de las decisiones de rondas como la de la Organización Mundial de Comercio, que han apretado para que los países eliminen formas de regulación doméstica de precios", razona José Antonio Hernández de Toro, portavoz de Intermón Oxfam para el sector agrícola. Mantiene que la lucha por el libre comercio ha llevado a muchos países a quedarse sin herramientas con las que controlar la subida, como reservas u organismos internos. Los agricultores piden incluso el regreso de los stocks. "Hemos pasado de las montañas de mantequilla a no tener ninguna reserva, que ahora podría sacarse al mercado para calmar los precios", argumenta Jesús Ribera, técnico de Asaja. Carlos Tió no está de acuerdo. "Se ha demostrado que mantener stocks es ruinoso. Sería un despilfarro mantener reservas para momentos como éste". Intermón Oxfam tampoco piensa que guardar trigo sea la mejor solución. "Sería mejor que las ayudas internacionales y las reservas fueran financieras, no en especies, para que, llegado el momento, se pudiera comprar en mercados cercanos y enfriar los precios", explica Hernández. -

Una mujer recorre en bicicleta una extensa plantación de arroz en Taiwan.
Una mujer recorre en bicicleta una extensa plantación de arroz en Taiwan.REUTERS

Consecuencias

- El arroz, alimento básico para medio mundo, vale cerca del 70% más en el mercado de Chicago desde que comenzó el año.- La inflación aumenta. Los países con economías avanzadas verán crecer de media sus precios más del 1%, según el FMI estirados por el efecto exclusivo del petróleo y los alimentos.- Los altos precios se mantendrán, al menos entre cinco y diez años, porque las causas de las alzas no son coyunturales.- Los precios desestabilizarán la economía de al menos 30 países, según la ONU, que pueden vivir disturbios como los de Haití por la falta de alimentos básicos como el pan.

Causas

- La población mundial crece de media en 75 millones de personas al año.- El precio del petróleo se ha disparado y afecta al cultivo y transporte de alimentos.- Países como China o India (casi el 40% de la población mundial) han variado su dieta por el aumento de su renta. Producir más carne implica mucho grano y agua.- Los biocombustibles son responsables de entre el 5% y el 10% de las subidas, según la FAO.- Las bolsas de materias primas, con atractivas alzas, se hinchan con la llegada de inversión proveniente de Wall Street.

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.

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