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Reportaje:Primer plano

El buen gobierno, congelado

Las empresas siguen sin tomarse en serio los puntos clave del Código Conthe

Cristina Delgado

Las empresas cotizadas se ponen nota por segundo año consecutivo. Son las encargadas de autoevaluarse en cuanto a buen gobierno se refiere. Y vuelven a tirarse flores. Aseguran cumplir cerca del 88% de las recomendaciones del llamado Código Conthe. Un notable casi igualito que el que se pusieron hace un año y que, de nuevo, esconde grandes lagunas. Los puntos más complicados de acatar siguen siendo los más ignorados. Las mujeres siguen sin abundar en los consejos de administración, la transparencia a la hora de informar sobre las retribuciones sólo se cumple a medias en el mejor de los casos, y muchas sociedades siguen sin reducir el tamaño de sus consejos. Los sobresalientes en ciertos puntos tienen mucho que ver a veces con el grado de sinceridad.

OHL dice acatar el 100% de los consejos. ACS reconoce que sólo cumple la mitad

El Código Unificado o Código Conthe (toma el nombre de Manuel Conthe, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el momento de su creación) es un compendio de 58 recomendaciones que las empresas deberían cumplir si aspiran a un buen gobierno. Desde su planteamiento en 2005, con el fin de actualizar normativas anteriores desfasadas, estuvo rodeado de controversia, ya que muchas empresas lo tacharon de excesivamente intervencionista. Sin embargo, pese a que sus recomendaciones abarcan desde las retribuciones o los blindajes a los contenidos de la memoria anual, todas son de voluntario cumplimiento. Sigue la máxima de "cumpla o explique", y por tanto, las empresas que decidan ignorarlas sólo están obligadas a decir por qué.

De las 34 empresas del Ibex 35 que han entregado a la CNMV su Informe de Gobierno Corporativo (ArcelorMittal no lo ha hecho porque rinde cuentas al supervisor de Luxemburgo, donde tiene su sede), todas se han puesto al menos un aprobado. Treinta y una dicen cumplir más del 80% de los puntos. La empresa OHL, constructora que entró por primera vez en el selectivo español el pasado año, se ha puesto un 10. Asegura que cumple todos los puntos que está obligada a cumplir. Le pisa los talones Bankinter, con un 96%. La peor parada es ACS. Sólo sigue el 56% de las recomendaciones, con Sacyr Vallehermoso acompañándola al final de la cola con el 71%.

Al margen de la nota, ¿cuántos avances se han registrado en los puntos que exigen más esfuerzo para su cumplimiento? Los puntos que tienen el cien por cien de seguimiento son, en general, bastante básicos. Como el número 7, que pide buena fe a los consejeros. O el 23, que exige a las empresas que mantengan a sus consejeros bien informados.

Sin embargo, una de las recomendaciones más criticadas por su aparente arbitrariedad, la que pide que los consejos tengan entre 5 y 15 miembros, sólo la cumple el 68% de las firmas. Es decir, las mismas que ya lo cumplían hace 12 meses; que para colmo son, a excepción de Iberdrola, las mismas que ya lo cumplían antes de introducirse el Código. Pocos nuevos esfuerzos. Criteria incluso ha ampliado su consejo a 17 miembros este año.

Con la premisa del mínimo de independientes tampoco se ha avanzado mucho. BME, Cintra y Grifols han cumplido, pero

Criteria y Mapfre han pasado a incumplirlo. Los resultados para este punto, así como para la votación de las retribuciones y los poderes otorgados a un independiente si el presidente del Consejo es también el primer ejecutivo de la sociedad, van a peor.

Hay que tener en cuenta, además, que junto con la voluntariedad, el código disfruta de autoevaluación. Esto hace que su cumplimiento a veces dependa mucho de cómo sean de estrictos los ojos que examinan. Así, por ejemplo, 17 empresas aseguran respetar por completo la diversidad de género en sus consejos, pese a que en la mayoría las mujeres brillan por su ausencia. Mientras, otras sociedades que sí tienen a varias mujeres en sus filas creen que no hacen lo suficiente y se ponen un cero.

Aun así, hay que reconocer que algunas firmas han ganado en sinceridad. FCC y Ferrovial, por ejemplo, el año pasado decían cumplir un par de puntos (sobre competencias del consejo y transparencia en las retribuciones, respectivamente) que en realidad ignoraban total o parcialmente. Este año se ponen mala nota.

Comentario aparte merece la recomendación que se refiere a los riesgos. Todas las sociedades afirman seguir el punto 49, referente al adecuado control de riesgos. Todas.

Y si se acude al contenido completo de sus informes, en los capítulos relacionados con los riesgos, las empresas tienen la obligación de identificar los riesgos a los que se enfrentaron en 2008. Después se les pide que digan si se hicieron realidad y si sus sistemas de control funcionaron. ¿Sus respuestas? La mitad de las compañías del Ibex niegan que los posibles riesgos que las acechaban en 2008 se materializasen. A pesar de que entre esos riesgos se señalaban posibles cambios de precio de divisas, de los mercados bursátiles o por "cambios en el entorno económico-financiero". Ni siquiera Sacyr Vallehermoso admite haberse enfrentado a algún riesgo, aunque sus acciones perdieron en 12 meses más del 70% de su valor. Ni el Banco Santander se ha sentido amenazado, pese a estar salpicado por el escándalo Madoff. Ni OHL, aunque tenga parte de su negocio en México o en Brasil, donde las monedas se depreciaron cerca del 25%. Cuando el Código Conthe les pregunta sobre los controles de riesgos, el cien por cien responde: "cumple".

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Sobre la firma

Cristina Delgado
Es subdirectora y se encarga de la edición digital de EL PAÍS. Antes fue redactora jefa de Economía, sección en la que se incorporó al periódico, en 2008. Licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual, ha realizado el máster UAM-ELPAIS y posgrados de información económica y gestión.
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