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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Los clásicos no muerden

Un buen regalo para estas navidades podrían ser algunos volúmenes para la primera biblioteca personal de los niños de casa. ¿Por dónde empezar? Los clásicos -en las nuevas ediciones infantiles- son un buen recurso, porque nunca defraudan: ni a los adultos, que buscan buena literatura, ni a los niños, porque estas nuevas ediciones, con textos asequibles y atractivas ilustraciones son, en definitiva, "libros de cuentos". Lo interesante es que esos "cuentos" suponen un primer y estimulante contacto con los grandes clásicos y preparan el camino para la afición a la lectura.

Una buena muestra es este grupo de novedades que llega ahora a las librerías españolas: Los cuentos de Shakespeare, el conocido clásico anglosajón de los hermanos Charles y Mary Lamb, con nuevas ilustraciones -unos rotundos grabados en linóleo- de J. Jolivert, y El principito. Un libro carrusel, una edición para pequeños, con escenarios desplegables que ilustran breves fragmentos del clásico francés por excelencia (ambos en El Aleph); la colección de libros ilustrados Biblioteca del Faro (Libros del Zorro Rojo), con textos breves de grandes autores como Jack London (Koolau el Leproso), Voltaire (Micromegas), E. T. A. Hoffmann (El hombre de arena) o Gustavo Adolfo Bécquer (La cruz del diablo), una propuesta de especial interés para lectores adolescentes, como lo es también la primera entrega de la adaptación al cómic de En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust (Sexto Piso); y la amplia oferta de clásicos españoles de Edebé, en su colección Clásicos Contados a los Niños (el Lazarillo, el Quijote, Tirante el Blanco, Platero y yo), que se ha convertido ya en una referencia para lectores de ocho años en adelante. Además, en la misma editorial, sale la Biblioteca de los cuentos, de Gianni Rodari, un clásico de la literatura infantil italiana, en seis magníficos volúmenes ilustrados que recogen 365 cuentos adaptados de la tradición popular, y Cuentos de las mil y una noches (... más o menos), en versión de Jordi Sierra i Fabra. Finalmente, un clásico que no puede faltar en ninguna biblioteca, Caperucita Roja, llega ahora en versión japonesa en Érase veintiuna veces Caperucita Roja, una nueva y atrevida propuesta de Media Vaca.

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